229 centímetros de altura y un par de pies de un 52,5 en talla europea es la carta de presentación de Yao Ming, el mejor jugador asiático de baloncesto hasta la fecha. Nacido en China, un país que debido al ya suavizado régimen que lo rige políticamente, no recibía demasiadas influencias del exterior, y la NBA no fue excepción. No parece que en China tuvieran demasiadas oportunidades de haber visto a Michael Jordan o Magic Johnson en sus mejores tiempos.
La expansión de China a nivel internacional tardó en producirse, se llegó a rumorear que quizá la CBA no lo dejaría abandonar la competición, pero hubo un par de razones de peso para permitirlo. Para empezar, a Yao Ming esa liga se le había quedado pequeña. Su dominio era insultante, no tenía rival. Por otra parte, la NBA vio la oportunidad de expandirse al mercado asiático, tener seguidores en los países de ese continente, algo que hasta el momento no tenía.
Cabe destacar que eso también suponía una ventaja para la CBA, ahora ojeadores de la NBA se fijarían en sus jugadores, y aunque quizás perderían a los mejores, la imagen del baloncesto del país iba a ser mucho mejor, sobre todo de cara a competiciones internacionales. No está de más recordar que en los años venideros, Yi Jianlian y Sun Yue, ambos chinos, desembarcaron en la NBA de la mano de Bucks y Lakers.
Yao Ming hizo nacer a toda una generación de fans asiáticos
Wea Lee, periodista del Southern Chinese Daily News, resumió la realidad del impacto de Yao en el seguimiento de la NBA en China: "No creo que a la gente de aquí (China) le importaran la NBA o los Rockets antes de la llegada de Yao. Cuando se convirtió en jugador de la NBA, empezamos a retransmitir los partidos y más gente se sumó a ver la NBA. La comunidad asiática abrazó a Yao y a los Rockets". - Contó Lee, parte protagonista en esta historia.
Rompiendo barreras y estereotipos
Para Patrick Ewing, legendario pívot de los New York Knicks, ver por primera vez a Yao Ming fue algo impresionante. Ewing era asistente en los Wizards por aquel entonces. "Su altura... Es. Un. Hombre. Enorme". - Palabras que según Ewing, él mismó soltó al ver al gran pívot chino: "No puedes juzgar un libro por su portada, igual que no puedes juzgar a alguien por su nacionalidad. No puedes decir cosas como que 'los blancos no saben jugar' ni nada parecido para despreciar a una raza entera". - Sentenció Ewing, demostrando respeto y admiración por lo que logró Yao Ming.
Brook Lopez también compartió sus pensamientos sobre la primera vez que se enfrentó cara a cara con Yao: "Fue el momento en el que me sentí lo más pequeño que me he sentido nunca". - Dijo Lopez, quién mide 2'11m. "Me ganó el salto y taponó mi primer gancho con una facilidad asombrosa. No fue nada para él. Fue una experiencia única, no puedo compararla con ninguna otra". - Palabras de uno de los grandes pívots del baloncesto actual, quién como Yao, se ha visto mermado por las lesiones más de una vez.