Es habitual esperar que, con la edad, incluso los mejores jugadores del mundo empiecen a decaer. Tras 15 años en la liga, este debería ser el caso de LeBron James. Debería. La corona que el alero de los Cavaliers lleva en su cabeza, lejos de suponerle una carga, parece rejuvenecerle cada temporada que pasa. Y es que LeBron rompe récords cada minuto que pasa. Récords, aún, de precocidad, pero también de longevidad.

En esta temporada, se ha convertido en séptimo jugador en la historia en conseguir 30.000 puntos, además de ser el más joven en conseguir llegar a esa cifra. Pero es que no es solo esa cifra. LeBron ha sido el más joven en llegar a todos y cada uno de los millares de puntos; del uno hasta el 30.

En su decimoquinta temporada en la liga, James está asistiendo más que nunca y teniendo su segunda mejor campaña a nivel reboteador. En la decimoquinta campaña, un cuatro veces MVP de 33 años se aleja de cualquier signo de debilidad para mejorar, aún, alguno de sus registros personales.

Pese a su gran nivel individual, no ha sido la campaña más sencilla de su carrera, ni mucho menos. Los Cavaliers se han visto envueltos en un caos de rachas cada vez más locas. Empezando la temporada con un balance de 5-7 en el peor inicio de la carrera de LeBron, pasando a ganar 18 partidos de 19 en una magnífica remontada para luego caer en picado de nuevo, Cleveland no ha tenido un segundo de calma.

Un trono entre las estrellas

Nada de eso importó. LeBron sigue siendo LeBron. Los aficionados volvieron a volcarse con James y le permitieron disfrutar de otra titularidad más que especial. Tras ser el jugador más votado, se aseguró su decimocuarta titularidad consecutiva en el All-Star, superando el récord de Bob Cousy y John Havlicek. Por si fuese poco, sus 14 elecciones para el All-Star le sitúan como sexto jugador en la historia más veces seleccionado para el partido de las estrellas, solo superado por Kareem, Kobe, Duncan, Garnett y Shaq.

LeBron James sigue rompiendo récords. | Fotografía: Ronald Martinez / Getty Images
LeBron James sigue rompiendo récords. | Fotografía: Ronald Martinez / Getty Images

Año tras año, LeBron ha representado a la Conferencia Este en esta noche tan especial. Sin embargo, algo ha cambiado esta temporada. En un intento de revitalizar este partido y de devolverle la competitividad al mismo, la NBA ha dado un giro de 180 grados.

Desde esta temporada, el jugador más votado de cada conferencia será el capitán del equipo que llevará su nombre. Como en el patio de un colegio, dichos capitanes elegirán a los integrantes de su conjunto para buscar la gloria en esta especial noche.

La NBA y el destino parecen ir siempre de la mano; lo cual se ha vuelto a demostrar este año. Y es que, como jugadores más votados, no han sido otros que LeBron y Curry los encargados de confeccionar los equipos para el All-Star. Las dos superestrellas volverán a verse las caras, esta vez con sus equipos hechos a medida.

Los legionarios del Rey

Como jugador más votado, fue LeBron el encargado de abrir la lata en cuanto a elecciones se refiere. Fue así como consiguió hacerse con lo que parecía un verdadero equipazo formado por Durant, Kyrie, Anthony Davis y Cousins como titulares y Aldridge, Beal, Love, Oladipo, Porzingis, Wall y Westbrook como suplentes. Cabe recordar que James empezó escogiendo en cuanto a titulares se refiere, pero Curry fue el primero en escoger sus suplentes.

LeBron y Durant buscarán maravillar al mundo. | Fotografía: NBAE / Getty Images
LeBron y Durant buscarán maravillar al mundo. | Fotografía: NBAE / Getty Images

Ya desde el primer instante, James declaró tener intenciones de confeccionar un equipo ganador, y vaya si lo hizo. No es necesario hacer muchas cábalas para llegar a la conclusión de que LeBron escogió a Durant en la primera posición. Dos de los mejores aleros de la historia iban a poder compartir equipo y mostrar lo que serían capaces de lograr juntos.

King James se aseguró la calidad de Durant, la habilidad de Irving, la versatilidad de Davis y el poderío de Cousins en el quinteto titular. Mientras en el banquillo destacaban el portento físico y competitividad de Westbrook, el impresionante estilo de juego de Porzingis y las ganas de debutantes como Oladipo y Beal.

La maldición del Team LeBron

Todo apuntaba a que LeBron había confeccionado un equipo ganador. Se había tomado el draft muy en serio y había sido capaz de aunar un grupo tan talentoso como poderoso para derrotar al conjunto de Stephen Curry. Pero nada es tan fácil en esta vida.

Sin comerlo ni beberlo, el Team LeBron cayó en desgracia. Como si alguien les hubiese echado un mal de ojo, los componentes del equipo empezaron a desaparecer en extrañas circunstancias.

El primero en caer fue DeMarcus Cousins. El pívot de New Orleans se rompió el Aquiles justo cuando los Pelicans parecían levantar el vuelo. Después le tocó el turno a John Wall, que decidió someterse a una cirugía a media temporada para llegar a tiempo a los playoffs.

La lesión de Cousins dejó a LeBron sin uno de sus titulares. | Fotografía: Gerald Herbert / Associated Press
La lesión de Cousins dejó a LeBron sin uno de sus titulares. | Fotografía: Gerald Herbert / Associated Press

La mala suerte acompañaba a LeBron en el All-Star, pero también en Cleveland. Y es que Kevin Love fue la tercera baja para el equipo de James, que se quedaría sin su compañero de equipo durante un par de meses tras una rotura en su mano izquierda. Pero no acababa ahí. Aún faltaba la cuarta baja.

Kristaps Porzingis sufrió la lesión más dura de todas. Tras realizar un espectacular mate, la rodilla del jugador no fue capaz de soportar la caída, dejándolo en el suelo con un dolor tremendo. Todos se temían lo peor. Y los pronósticos se confirmaban. El letón sufría una rotura en el ligamento anterior cruzado de su rodilla izquierda, y estará fuera aproximadamente un año.

Lesiones muy duras las que han sufrido algunos de los integrantes del Team LeBron y que han obligado a Adam Silver a buscarles sustitutos. En primer lugar, Paul George fue el elegido para sustituir a DeMarcus Cousins como jugador de la Conferencia Oeste. A su vez, Andre Drummond fue el encargado de sustituir a Wall, mientras Goran Dragic se ganaba su debut en el All-Star sustituyendo a Kevin Love. Por último, Kemba Walker se ganó el derecho de participar en el partido de las estrellas en el lugar de Kristaps Porzingis.

El Team LeBron ha sufrido un duro batacazo, pero nada comparable a lo que van a pasar los jugadores lesionados. Más allá de las polémicas por las elecciones, los sustitutos escogidos por Adam Silver lucharán por demostrar que se merecen la oportunidad y aportarán un hambre voraz a la velada.