El camino a la excelencia es algo muy costoso, demasiado, cada persona expresa sus preferencias y poner a muchos ‘top’ de acuerdo por un mismo propósito es algo complicado, pero si es cierto que hay una realidad inexpugnable: el camino a la excelencia se consigue ganando, siendo campeón y logrando pasar a la historia. Este majestuoso equipo, liderado desde el banquillo por un Steve Kerr ganador de ocho anillos, cinco siendo jugador y tres ganados ya en los Warriors como entrenador, ha revolucionado el mundo del baloncesto con un juego más divertido y excitante para los espectadores, más físico y de muchos puntos gracias a la incisión que se hace en los tiros de tres. Se trata, en su mayoría, del 'small ball’.

"Cuando tienes grandes jugadores que además pueden encarar el juego de manera cerebral, mental, eso añade un nivel de estrés porque sabes que nunca, nunca te vas a poder relajar [...]. Cuando tienes a Draymond, a Klay, a Steph y después añades a Durant, Iguodala, a Livingston y a todos los demás, añades estrés para el rival porque sabes que no te vas a poder relajar ni un segundo. Sabes que si te relajas te lo van a hacer pagar y que si te lo hacen pagar te puede costar el partido. Así que es complicado, pero forma parte de la competición que tanto amo", palabras de ‘King’ James.

Comienza una nueva era

Pero este camino hacia el éxito ya recorrido ha sido completado por una franquicia que en su historia casi siempre ha estado abocada al fracaso, como lo eran los Warriors del año 2009 para atrás. Pero ese año la historia cambió y casi nadie lo supo en ese momento: Larry Riley, por aquel entonces general mánager de la Dub Nation antes de que Bob Myers empezase a hacer milagros en Oakland, eligió en el Draft de aquel año en séptima posición a un Stephen curry que era rechazado por los Wolves y caía en manos del equipo de La Bahía. Varios años después, ya en el 2011 con Curry en el equipo y asentado (a pesar de sus conocidos ‘tobillos de cristal’), Riley apostó por Klay Thompson en el número 11 del NBA Draft de 2011.

A partir de ese año nacieron los 'Splash Brothers’, cuyo significado lo conocemos ya todos pero por si algún despistado anda por ahí es debido a lo siguiente: 'Splash' significa en inglés salpicadura, pero también hace referencia al ruido que hace algún objeto cuando cae al agua. Los balones que Curry y Thompson lanzan siempre encuentran el hueco de la canasta, casi como el mismo sonido que se genera cuando lanzar un objeto y car al agua. Curry y Klay son los 'splash' del Oracle Arena.

Pero el Draft siguió deparando alegrías, y sino que se lo digan los Warriors por aquél de 2012: un año más tarde llegó Draymond Green, en el puesto 35 del Draft y seguramente el mayor robo de aquella promoción. Hablar de Green es hacerlo de una de las mayores estafas del Draft en los últimos años, pues hablamos de un jugador que es capaz de defender (a casi cualquiera), asistir y anotar de manera regular (aunque sin excesos), algo al alcance de muy pocos. Además, la temporada 2016/2017 se hizo con el DPOY (mejor defensor del año). De locos.

Foto: @warriors
Foto: @warriors

Solo necesitaron tres años juntos para conseguir su primer Anillo, batiendo en las Finales 4-2 a los Cavaliers de LeBron, Irving y compañía. Lograron repetir final al año siguiente, pero ese año LeBron sacó la trituradora y remontó ese ya famoso 3-1 en las Finales que hizo que muchos temiesen por el futuro de Golden State. Ese mismo verano, llegó Durant en otra buena gestión de Myers y de Dray, del que incluso se dijo que llamó a Durant varias veces para que se uniese a ellos y formasen el equipazo que son hoy en día. El resultado no ha sido muy malo: los Warriors llevan ya dos campeonatos de la NBA de la manera consecutiva y ‘KD’ ha sido el MVP en ambas Finales. Not bad.

Con el paso del tiempo todas las armas se han ido afilando poco a poco, pero nadie imaginaba que el equipo que ha puesto de moda el ‘small ball’ fuese en este mercado a por uno de los mejores pívots y más dominantes de la NBA en la actualidad: DeMarcos Cousins.

Los Warriors, este pasado verano, vieron la situación y aprovecharon su posición de favoritos para hacerse con Cousins. A falta de saber su papel en el equipo, está claro que tendrá un rol más discreto al que está acostumbrado por culpa de la lesión. Jordan Bell y Kevon Looney, en principio, cubrirán su puesto hasta que regrese.

El jugador de 27 años y 2,11 metros de altura firma por una temporada y 5,3 millones de dólares con un equipo que aspira a arrasar un año más y a llevarse el Anillo. Su plan, en principio, es claro: ganar el Anillo este año en una jugada que él mismo ha denominado como ‘su movimiento maestro del ajedrez’ y la temporada que viene aspirar a un contrato máximo en pleno uso de sus facultades físicas, cosa que ahora mismo está muy en duda por culpa de su lesión en el talón de Aquiles, pues no es el primer jugador que esa lesión se lleva por delante, y en su caso siendo un tipo que pesa cerca de 125 kilos el riesgo es mayúsculo. Pero, por supuesto tiene muchas posibilidades de que ese plan se cumpla y saldrá de los Warriors en busca de millones con un anillo en el bolsillo.

Foto: @warriors
Foto: @warriors

Muchos son los fantasmas que planean sobre Oakland y las supuestas renovaciones de Klay y Green en concreto, los que más están en el aire, pero ambos lo zanjan de raíz, primero el escolta: "No creo que llegue a ser agente libre. Cuando los chicos lo intenta es porque quieren una situación como la mía, y yo estoy contento. Lo único que me importa es tratar de ganar otro campeonato y seguir en la cresta de la ola”, y luego el ’23’ dice lo mismo: "No lo miro ya desde mi prisma, sino del de que somos una familia. Hemos acercado posturas de la mejor manera posible, teniendo un gran diálogo. Cuando llegue el momento, nos haremos cargo”.

Así las cosa, quedaría el siguiente quinteto inicial ya con Cousins al 100%: Steph de base, escolta Klay, ‘KD’ de alero, Draymond de ala-pívot y DeMarcos de ‘5’. Casi nada, pura fantasía.

En el banco quedan los siguientes, y ordenados por puesto sería algo así:

Bases: Shaun Livingston, Quinn Cook y Tyler Ulis.

Escoltas: Jacob Evans (elección del Draft de este verano).

Aleros: Andre Iguodala.

Ala-pívots: Jordan Bell, Kevon Looney y Jonas Jerebko.

Pívots: Damian Jones.

Altas: DeMarcos Cousins, Jonas Jerebko y Jacob Evans.

Bajas: Nick Young, Patrick McCaw, Zaza Pachulia, JaVale McGee y David West.

Foto: @warriors
Foto: @warriors

¿Quién puede batir a este equipo?

Casi todos los grandes se han reforzado bien este verano: los Lakers han conseguido a LeBron y Rondo, los Celtics recuperan a Hayward e Irving de sus lesiones y el primer de ellos puede ser considerado casi un fichaje, los Rockets se han hecho con Carmelo Anthony, los Spurs contarán este año con DeRozan, los Raptors tienen a Kawhi Leonard en sus filas, los Wizards han fichado a Howard, los Thunder a Dennis Schröder para el banquillo… Equipos hay para combatir con ellos, la pena es que hay algo que es casi infranqueable para todos ellos: el año pasado ya se demostró que para la mayoría de equipos 48 minutos contra los Warriors se les hacen muy, pero que muy largos.

En esta pretemporada ya hemos visto el nivel que hay: Golden State solo ha ganado ante los Kings 122-94, pero en el resto de partidos han caído, que han sido 110-114 ante los Wolves, 109-117 ante los Suns y en doble ocasión ante los Lakers en los que han supuesto los dos últimos partidos de pretemporada. En esos partidos han jugado, aparentemente, a medio gas y relevando mucho a los jugadores y sin castigar a los titulares, como sus rivales, pero pinta que en el inicio ante los Thunder la cosa va a ser diferente.

En nada daremos comienzo a una nueva temporada en la NBA, quedan apenas unos días, pero los Warriors tienen ante sí el gran reto de intentar conquistar el cuarto anillo en estos cinco años y el tercero seguido. De ser así, más todo los visto en otros apartados de estadísticas, sería casi imposible decir que no hablamos del mejor equipo que la NBA jamás ha visto.

Por aquí queda un vídeo de lo mejor de los Warriors de la campaña pasada: