Drafteado en el 2008 por Seattle Supersonics, nunca llegó a vestir la camiseta de los Sonics de manera oficial, pues se mudaron a Oklahoma. Westbrook junto con Durant, Harden e Ibaka formaron un muy prometedor equipo que llegó a jugar una final de NBA en 2012, donde cayeron frente a Miami Heat. Esa temporada marcaría un antes y un después en el devenir de las carreras de los cuatro jugadores de Thunder. James Harden fue el primero en salir, en dirección a Houston, donde se asentó como uno de los mejores anotadores de la liga, hasta ganar un trofeo MVP. Serge Ibaka por su parte, se situó como uno de los mejores intimidadores de la liga. Sus recitales de tapones lo colocaron como un gran defensor. Tras un breve paso por Orlando, se mudó a Toronto donde fue pieza clave del último anillo. Por último, los continuados fracasos en playoff de los Thunder obligaron a Durant (posiblemente el mejor jugador de la historia de la franquicia de Oklahoma) a salir. El circo mediático que se formó en la decisión de su próximo equipo, se agravó cuando este decidió firmar por los campeones y equipo con mejor récord de la historia; los Warriors después del 73-9 en temporada regular. Tras su paso por Warriors donde ganó dos anillos, se encuentra en Brooklyn Nets.

  • FIDELIDAD A OKLAHOMA

A pesar de la salida de jugadores de Oklahoma, el único que se mantuvo fiel a la franquicia, fue Westbrook. Durante estos años, Russell ha sido capaz de llevarse un MVP en una temporada histórica donde batió todos los récords en cuanto a triples dobles en una campaña. Mientras tanto, sus excompañeros Durant e Ibaka se alzaban con el anillo NBA en sus respectivos equipos. Oklahoma lejos de las grandes citas, pero con su jugador franquicia acaparando los highlights con sus mates descomunales y actuaciones estratosféricas, decidieron rodearlo de dos jugadores nivel all star, para luchar por el anillo. La llegada de Carmelo Anthony y Paul George a Oklahoma situaba a los texanos como uno de los claros aspirantes a llevarse el anillo. Pero más allá de la realidad, el experimento fracasó. Una temporada regular decente donde un viejo conocido arrasó (James Harden, MVP del curso) permitió a los Thunder entrar en playoffs como cuarto mejor equipo del Oeste. Con las esperanzas puestas en dar guerra en unos playoffs donde Warriors y Rockets estaban obligados a ganar, los Thunder vieron cómo desaparecía todas y cada una de ellas al ver como Utah los elimina de la mano de Gobert, Mitchell y Ricky.

Al año siguiente, la historia se repitió. Ya sin Carmelo Anthony (firmó por Rockets), los Thunder depositaron sus esperanzas en la dupla formada por Russell y Paul George. El segundo cuajó su mejor actuación a nivel individual, hasta tal punto que estuvo en las conversaciones por el MVP. Pese a mejorar el récord del año anterior, los Thunder se clasificaron como sextos de conferencia; lo que los llevó a jugar ante los Blazers de Lillard y compañía. El resultado fue similar al de la temporada pasada. Oklahoma City fue eliminado en primera ronda.

  • TRASPASO A HOUSTON

Tras los dos descalabros consecutivos, la franquicia de Oklahoma decidió que lo mejor para el devenir de la franquicia era traspasar a su estrella Westbrook. Con el adios confirmado de Paul George (traspasado a Los Angeles Clippers) el reestructurar la plantilla era clave para mirar con buenos ojos hacia el futuro. El destino que se decidió para Westbrook, fue Houston, donde compartiría vestuario con James Harden. Pese a que los expertos no confiaban en esta unión, pues eran dos de los jugadores con más uso de balón en la liga; los más optimistas afirmaban que si Westbrook era capaz de de dar un paso al lado, el experimento juntando a dos MVP tendría éxito. La realidad a día de hoy con un tercio de la temporada disputada, es bien distinta. Los Rockets son terceros del Oeste con más de un 65% de victorias, pese a ello, la aportación de Westbrook está siendo muy cuestionable. No se adapta al juego de Houston, ni tampoco al de Harden. La necesidad de acaparar bola de Russell no le permite ser un buen escudero de Harden, pues la barba necesita aún más del balón para hacer su juego. Prueba de ello, es que Harden está plasmando números anotadores que jamás se habían visto en la NBA, frente a un Westbrook con malos porcentajes. La estadística avanzada nos viene a decir que Harden supera hasta en 7 puntos el impacto estimado sobre la pista. Un índice donde jugadores como Antetokounmpo, Doncic o Embiid copan los puestos más altos superando a Harden. De igual manera, la eficiencia de la barba es superior a Westbrook. Pese a que el uso del balón ha disminuido de forma considerable, además de intentar moldear su forma de juego (ha evolucionado hacia una labor más oscura dentro de la pista, menos anotadora y más defensiva), sigue sin ser válido en un esquema donde Harden necesita de un tirador como Eric Gordon (lesionado). 

  • RUMORES DE TRASPASO

Estos motivos han llevado a Rockets a sondear la posibilidad de poner a Westbrook a la venta. Según Ryen Russillo, de The Ringer, los texanos han empezado a barajar la posibilidad de buscar un nuevo destino para el base de 31 años. Varios argumentos juegan a favor de Westbrook. En primer lugar su elevado salario, los 38,5 millones de dólares que se embolsará esta temporada, más los 132,6 que tiene asegurados las próximas tres campaña son plato de difícil digestión. A su vez, traspasar a Westbrook meses después de su llegada sería un mazao para Daryl Morey. El ejecutivo de Rockets se la jugó firmando a Russell, traspasarlo ahora sería poner en duda su profesionalidad. Por último y puede que sea el motivo más importante, James Harden no quiere traspasar a Westbrook. La Barba fue quien insistió a su equipo para que acelerara el fichaje. James Harden, como ya hemos comentado, compartió vestuario con Westbrook en Oklahoma y la buena relación de ambos es clave para que no se rompa su vínculo con Houston. Aunque a día de hoy, Houston está lejos de las quinielas de cara a llevarse el anillo, teniendo en el plantel a dos MVP como Westbrook y Harden, nadie los puede descartar de cara a los playoffs. La temporada regular es muy larga y pese a que están dejando muchas dudas, sobre todo cuando Harden no está en pista, los chicos de Mike D’Antoni, en especial Russell y James, tienen la obligada tarea de dejar de lado sus fantasmas en la fase final de la temporada y pelear de una vez por todas por el ansiado trofeo de campeones.