David Jofresa i Sarret (24 años) nació en Barcelona el 24 de septiembre de 1995, de padre baloncestista, Rafael Jofresa, base en el Joventut y en el Barcelona. Su tío, Tomás Jofresa, jugador con dos ligas y dos copas a la espalda, respetado jugador tanto en la ACB como en la Euroliga. David, de 1.82 metros y que ha ejercido como base en canteras, ACB, y ahora en competiciones francesas, lleva desde pequeño viviendo este deporte, haciéndolo su modo de vida.  

Se inició en la cantera del Joventut, para luego irse a L’Hospitalet a crecer como jugador. Tras esto, su vida dio un giro para fichar por el Villarrobledo, iniciándose en EBA y, por tanto, como jugador profesional.  

Tras un debut paradójico en ACB con el Morabanc jugando contra el Joventut, fichó por el Manresa en una mala temporada, pocas oportunidades en ACB, pero muchas en EBA con Martorell, donde consiguió ascender a Plata. Acabó yéndose a Francia, donde ahora reside y está demostrando ser un gran base y un jugador digno de respeto internacional. Juega en el ESMS, un club compitiendo en la NM2, asentado en la región de Aquitania, e integrado por tres localidades, Montsoué, Montgaillard y Sarraziet, unidas por la pasión del baloncesto 

En VAVEL.com hemos podido charlar con David para conocer sus ambiciones, sus recuerdos, sus opiniones y, en definitiva, a él mismo. Hablamos con él sobre sus altos, sus bajos, y su rutina actual en tiempos de pandemia. 

Pregunta: ¿Cuál crees que es la diferencia entre ser un jugador que ha vivido el baloncesto desde el parvulario a ser uno al que este deporte le llega con más edad? 

Respuesta: La experiencia que partido a partido se adquiere, ya tengas 5 años o 15, sigue siendo muy influyente. A más partidos jugados, más conocimiento del juego.  

P: ¿Es más difícil avanzar como David siendo familia de Rafael y Tomás Jofresa o es una motivación añadida para crecer como jugador? 

R: Supongo que depende de cómo te afecte y de cómo te eduquen. Mi padre y mi tío únicamente me aconsejaron dar el 100% y jugar para pasarlo bien. 

P: ¿Cómo fueron tus inicios en la Penya? 

R: Pues me apuntaron con cinco años a la Escuelita de la Peña, y yo entrenaba mientras mi padre lo hacía en la pista central. De aquella época me acuerdo de Rocío, mi primera entrenadora. 

P: ¿Cómo es para un niño que sólo juega a ser profesional la presión de una Minicopa? 

R: Jugar una Minicopa te entrena y te da experiencia para el futuro. Cuando ganas, parece que lo has conseguido todo, pero en verdad es solo un aprendizaje más. 

P: Ya con L’Hospitalet empiezas tu andadura en EBA. ¿Qué le dirías ahora mismo a un jugador que comenzara tan pronto en esas categorías, como hiciste tú? 

R: Que escuche y se deje ayudar, pero, sobre todo, que respete a los mayores. La humildad te aplana el camino. 

P: ¿Qué te llevó a dar un giro a tu vida e ir a jugar a EBA con el Villarrobledo? 

R: El mismo entrenador que me hizo debutar en EBA teniendo 15 años quiso darme una oportunidad en la liga, aunque lejos de casa, y pensé que podría tener minutos y seguir aprendiendo con él. 

Fuente: ACB
Fuente: ACB

P: ¿Como fue debutar en la ACB contra el Joventut?  

R: Raro, porque había soñado mil veces debutar en ACB, jugando en ese campo. Pero nunca imaginé que lo haría con otra camiseta. Aun así, fue un sueño cumplido en el lugar que yo siempre quise. 

P: Fichas por Manresa para jugar vinculado en Martorell, pero sólo hay una oportunidad de disputar un partido en la ACB. ¿Qué consideras que falló en ese momento? 

R: Fue un año difícil para el Manresa. Acabamos bajando esa temporada, por lo que es difícil confiar con los jóvenes cuando el equipo tiene malas dinámicas. Por otro lado, ese año subimos a LEB con el vinculado. Eso si que fue increíble. 

P: Conseguiste dar el salto a LEB, mejoraste en muchas de tus estadísticas y conseguiste brillar en aquella temporada en el Martorell, para al final marchar a Francia, al ESMS. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión? 

R: La oportunidad en LEB me la gané ascendiendo desde EBA. Hay muy pocas oportunidades cuando eres joven. Hice muy buena temporada, aunque la temporada a nivel colectivo no fue buena. 

P: ¿Qué tiene para ofrecer la competición francesa que no se puede otorgar en otro país? ¿Qué hace distinta a la NM2? 

R: En primer lugar, la oportunidad de aprender una nueva lengua y otra cultura. Y, en segundo lugar, un trato al jugador de baloncesto profesional mucho más respetuoso del que hay en España. 

P: ¿Cómo es la dinámica de trabajo en el club? ¿Y tu día a día? 

R: Es un club muy familiar, está todo organizado para hacer disfrutar a la gente que viene a vernos, incluso con recepciones post partido. Mi día a día: gimnasio, estudios y baloncesto. 

P: ¿Cómo ves el futuro? ¿Te quedarás en Francia mucho tiempo más, volverás a España, tienes un plan B fuera del baloncesto, …?  

R: En principio en Francia, veremos cómo se gestiona la crisis del COVID-19 en los próximos meses. Si vuelvo a España será por motivos laborales. 

P: ¿Mejor y peor recuerdo de ser jugador profesional? 

R: El mejor, mi debut en ACB en el Olímpic. El peor, una lesión de rodilla con 16 años. 

P: Como jugador, ¿qué cambiarías en España para poder crear un mejor ambiente, tanto en la ACB, como en LEB o en EBA? 

R: Crearía el Tercer Tiempo (le troisième mi-temps) como hacemos en Francia o como se hace en Rugby. Cenas con el otro equipo, árbitros, y aficionados que quieren cenar y tener la oportunidad de charlar con los jugadores. 

P: Por último, por desgracia, Francia también ha sido castigada por la pandemia del COVID-19. ¿Cómo se está viviendo esto en el deporte francés? ¿Cómo estáis llevando los entrenamientos durante esta crisis?  

R: Pues básicamente confinados en casa. La liga está suspendida hasta nuevo aviso, e intentado seguir en forma con clases de YouTube (risas). 

Desde VAVEL.com agradecemos a David Jofresa su cercanía al habernos atendido, y le deseamos la mejor de las suertes en su carrera profesional. ¡Muchas gracias!