Will Hanley es un jugador de baloncesto profesional que en la actualidad se encuentra sin equipo, después de haber militado en la Asociación Hebreica y Macabi de la Ciudad Vieja de Montevideo hasta hace escasos meses. Tras haber estado durante cinco años hasta en cuatro equipos del baloncesto español, el ala-pívot estadounidense emprendió nuevos horizontes en 2018, recalando, al mismo tiempo, en instituciones como la del FC Porto o en los Passlab Yamagata Wyverns de la segunda división nipona. Previamente, había formado parte de entidades como Oviedo Baloncesto, Valencia Basket, Gipuzkoa Basket e Iberostar Tenerife, donde consiguió alzarse con el título de la Basketball Champions League.
Sobremanera y luego de concluir su aventura en Japón, el nacionalizado irlandés regresó a territorio europeo de la mano del Caen Basket Calvados de la LNB ProB, la segunda división de Francia. En la actualidad y a sus 30 años, el center nacido en New Canaan, Connecticut militó, hasta hace escasos, meses en la Asociación Hebreica y Macabi de la Ciudad Vieja de Montevideo, destino atípico pero exótico en el que se topó con una manera de entender el baloncesto diferente.
En la misma línea y ahondando en sus comienzos en el mundo del baloncesto, Will Hanley emanó en Bowdoin College (Maine), erigiéndose como uno de los efectivos más trascendentes de su generación. Durante su periplo en la NESCAC, el ex-jugador de la escuadra guipuzcoana consiguió estadísticas personales sobresalientes que despertaron el interés de equipos de renombre de las cinco grandes ligas de Europa. Todo ello, a su vez, derivó en su inclusión en el Mejor Quinteto de la conferencia.
En plena pandemia mundial y con el mundo del deporte atizado de forma constante a consecuencia de los contagios y rebrotes por la COVID-19, Will Hanley atiende a VAVEL España para tratar diversas cuestiones referentes a su trayectoria profesional. Ahora, tras haber disfrutado de un baloncesto uruguayo en auge, el ala-pívot de 30 años atraviesa uno de sus mejores momentos personales.
Pregunta: En primer lugar, Will, muchas gracias por haber accedido a realizar esta entrevista. ¿Cómo está y qué tal le está yendo todo?
Respuesta: Todo bien, yo estoy bien y mi familia también lo está. Los últimos meses han sido complicados y diferentes para todos, pero conmigo todo está bien, estoy bien. Estoy trabajando en algunas cosas, pensando en la vida después del baloncesto e intentando mantenerme en forma, deseando que lleguen buenas ofertas, pero por el momento nada importante.
P: ¿Cómo empezó a jugar a baloncesto? ¿Fue gracias a alguien?
R: Empecé cuando tenía unos cinco años, con mi hermano. Mi padre siempre jugaba con nosotros, al igual que mis amigos más cercanos. No era una tradición como tal porque mi padre nunca lo jugó de manera profesional, pero sí podría decir que el baloncesto es algo muy importante en toda mi familia.
P: ¿Cuáles son sus planes a medio-largo plazo? Ha jugado para numerosos equipos de España. ¿Dónde está ahora mismo y en qué equipo milita?
R: El mundo del baloncesto es diferente y complicado en la actualidad a consecuencia del coronavirus. Ahora mismo es muy difícil moverse, recalar en algún equipo; este año está siendo distinto y ahora mismo no estoy jugando al baloncesto de forma profesional. Estoy en Nueva York, con mi novia, y mi familia está en Connecticut. Sin embargo, tengo ganas de saber qué me depara el futuro, a dónde me lleva.
P: Jugó un total de cinco años en España, pasando por equipos como Oviedo Baloncesto, Valencia Basket, Gipuzkoa Basket e Iberostar Tenerife. ¿Le resultó difícil adaptarse a España? ¿Qué fue lo que más le gustó? Y, como se puede dar por hecho al tratarse de un periodo de tiempo tan longevo, ¿pasó por momentos complicados?
R: Me encanta jugar en España y creo que es un sitio perfecto para estar y vivir, mi favorito. Lo que más me costó fue mi primer año, mi primera aventura como profesional. Era muy joven, jugaba en LEB Plata con Oviedo Baloncesto y vivía con otros dos compañeros, mientras mi familia estaba en Estados Unidos. Fue una experiencia diferente. Llegué a España y no hablaba castellano, además nadie hablaba inglés, por lo que fue difícil. En Oviedo mejoré mi español y eso me ayudó mucho.
P: ¿Cómo recuerda el baloncesto español?
R: El baloncesto español es el mejor que he jugado nunca. Me encanta el trabajo en equipo, casi no hay individualidades y todos somos igual de importantes que el siguiente compañero. Lo entendí a la perfección y siempre me ha gustado esa forma de entender el baloncesto.
P: Antes de recalar en el Oviedo Baloncesto, jugó para los Bowdoin College de Maine, en la NESCAC. ¿Cree que el baloncesto de Estados Unidos es más exigente en el apartado físico que el español? ¿Por qué?
R: No, en mi experiencia no. No creo que tenga el derecho a decir si es más exigente en el apartado físico o no; sin embargo, creo que también es exigente en el ámbito mental, mucho más; tienes que estar en el lugar adecuado, tomar decisiones, ayudar a tus compañeros... es exigente mental y físicamente hablando.
P: Durante su etapa en España, militó en instituciones como la de Oviedo Baloncesto, Valencia Basket, GBC o Iberostar Tenerife. ¿Qué es lo que recuerda sobre aquellos equipos? Al haber levantado títulos como la Basketball Champions League, ¿considera aquel periplo como uno de los más brillantes y felices de su trayectoria profesional?
R: Guardo recuerdos increíbles de todos y cada uno de los equipos en los que he estado. En Oviedo conseguimos levantar el título de LEB Plata, fue mi primer año y no sabía qué esperar del baloncesto europeo, tampoco de su forma de vida. Oviedo fue un lugar perfecto para vivir, siempre tendré una conexión especial con ellos. San Sebastián ha sido la ciudad más bonita en la que he estado, los aficionados estuvieron genial siempre. Valencia, obviamente, también fue una experiencia sobresaliente, en un equipo puntero de España. Luego, en Tenerife, también pasé dos años muy buenos, ganando la Basketball Champions League. Conseguir eso con un equipo y compañeros así fue increíble. Es uno de mis equipos favoritos.
P: Después de abandonar las filas del CB Canarias, empezó nuevos retos en países como Portugal, Japón e incluso Francia. ¿Qué tal vivió aquella época? ¿Fue difícil adaptarse a estilos tan diferentes después de cinco años en LEB Plata y Liga Endesa?
R: Difícil no, fue diferente. Yo estaba acostumbrado a España e irme a Portugal fue similar; el idioma y saber castellano -más o menos- me ayudó a entender mejor todo allí. Moverme a Japón fue uno de los cambios más bruscos e importantes que he desarrollado en mi vida; es una cultura totalmente diferente, una manera distinta de entender el baloncesto, estilo de vida opuesto... Fue un reto también por el idioma. Después, me encantó regresar y vivir en Francia; además, el nivel allí era bastante alto.
P: ¿Qué nos puede decir sobre la experiencia de vivir en Montevideo y de jugar para un equipo de Uruguay? ¿Cuál cree que es la diferencia principal entre el baloncesto latinoamericano y el español?
R: El idioma es diferente. Yo sabía castellano más o menos, pero allí utilizan palabras diferentes y hablan muchísimo más rápido; sin embargo, allí el baloncesto es bueno. No había muchos aficionados en las gradas, pero los que estaban nos animaban con pasión, como todo el club. Creo que la diferencia se reduce a la filosofía, a la manera en la que entienden el baloncesto. Juegan muchísimo más rápido. Fue increíble poder vivir ese tipo de situaciones allí.
P: ¿Qué tal llevó el periodo de cuarentena y confinamiento ocasionado por la COVID-19? ¿Fue difícil? ¿Se ejercitó mediante entrenamientos individuales en casa?
R: Definitivamente, la cuarentena y el confinamiento fueron difíciles para mí. Estaba con mi novia, en un apartamento pequeño en Nueva York, y, aunque podías salir a dar paseos y cosas así, fue complicado. Los entrenamientos también fueron diferentes. Estuve varios meses sin tocar un balón de baloncesto, algo que no me había pasado nunca. Ahora todo ha cambiado, las cosas están mejor, mis familiares están sanos y, personalmente, todo está bien para mí.
P: En la actualidad, ¿sigue con frecuencia los partidos de la Liga Endesa? Gipuzkoa Basket regresó a la Liga Endesa el curso pasado, Valencia Basket cada vez irrumpe con más fuerza e Iberostar Tenerife persigue al Real Madrid en la tabla de clasificación. ¿Qué opinión le refiere?
R: Sí, sigo la Liga Endesa de cerca a través de Twitter, aunque no veo los partidos. Creo que la filosofía y la forma de entender el baloncesto en Tenerife es muy buena, tratan a los jugadores muy bien y la secretaría técnica toma decisiones muy acertadas siempre, creo que les irá bien durante mucho tiempo; también con un gran entrenador. Es agradable ver cómo a los equipos en los que he estado les va bien.
P: A modo de anécdota, ¿por qué le llaman "El Caballo Blanco?
R: Me agrada y alegra que me lo preguntes (risas). Todo empezó por un amigo mío, que antes de venir a España me dijo "ahora serás El Caballero Blanco", y un periodista escribió un artículo sobre ello y así se ha quedado.
P: Y la última, ya para acabar, Will. ¿Qué consejo le daría a todos esos jóvenes que sueñan con hacerse un hueco en el mundo del baloncesto profesional?
R: Simplemente que trabajen, que no desistan, que nunca lo dejen del todo. He jugado en tercera división de Estados Unidos, también en LEB Plata y nunca imaginé poder llegar a la ACB hasta que lo hice. Nunca sabes qué es lo que va a pasar, pero si te esfuerzas, trabajas duro y le dedicas tiempo, todo saldrá bien y funcionará.