El deporte es un campo de la vida en el que la evolución y el progreso son elementos tan naturales como necesarios. En 1891, a James Naismith se le ocurrió la idea de poner a sus alumnos a encestar una pelota en una cesta de melocotones. Desde entonces, el baloncesto no ha parado de crecer.

La NBA no se queda al margen de este proceso evolutivo. La liga americana, conocida ya en todo el planeta, ha experimentado cambios en sus diversas fases en las que, según la época, dominaba un estilo u otro. Jugadores y récords que serían impensables que pudieran ocurrir. El apabullante físico de Wilt Chamberlain y sus 100 puntos en un solo partido, la etapa de dominio absoluto de Shaquille O'Neal o la mítica invencibilidad de Michael Jordan, ganando las 6 finales que disputó. Ese tipo de deportistas que se ven muy pocas veces en la vida.

Entre finales de los años 90 y comienzos del nuevo siglo, el baloncesto inició un periodo de transición en el que el triple comenzó a ser un recurso más valioso y utilizado que la potencia de una figura interior en la pintura. Precisamente, durante esta época empezaron a aparecer los primeros jugadores pioneros en este aspecto. Personalidades de la talla de Reggie Miller, Ray Allen, Kyle Korver o Vince Carter se posicionaron como referencias en este ámbito. A pesar de todo, la verdadera revolución no empezaría hasta el año 2009, cuando un tal Stephen Curry llegó a la liga.

  • El nacimiento de una leyenda

Toda gran historia tiene un comienzo. En este caso hay que remontarse a 1988. En Ohio nacería el chico que cambiaría lo que ya había establecido. Para comprender el gusto de Stephen por el baloncesto no hay que ir más lejos de la figura de su padre, Dell Curry. El ahora ex jugador de la NBA, que militó en franquicias tales como Charlotte Hornets o Toronto Raptors, influyó decisivamente en su familia.

También inculcaría esos valores y ese gusto por este deporte al hermano pequeño de Stephen, Seth Curry, actualmente miembro de Philadelphia 76ers. Los dos hermanos han coincidido ya en múltiples ocasiones en una cancha de la NBA, tratándose de una situación peculiar, ya que es una escena que se suele ver en contadas ocasiones.

Fuente: Twitter (@StephenCurry30)
Fuente: Twitter (@StephenCurry30)

Comenzó su recorrido siendo muy joven en el Charlotte Christian School, donde ya se empezaron a generar las dudas sobre si tenía o no un físico adecuado para una actividad como esta. No obstante, su estilo de juego era diferente. Un jugador muy rápido y ágil, que deslumbraba por su capacidad de tiro. Como universidad eligió Davidson College, lugar del que recibió una beca y donde pasó 3 años, en los que lideró a los Wildcats en todas las competiciones.

  • Su llegada y adaptación a la NBA

Llegaba la hora. Draft de 2009. Precisamente se celebraría en el Madison Square Garden, como si se tratase de una decisión del destino. Una de las mejores ediciones desde la primera realizada en 1947, con integrantes del calibre de James Harden, Ricky Rubio o Jrue Holiday. Ahí comenzaría la leyenda. Stephen Curry fue seleccionado en la séptima posición por los Golden State Warriors. Nadie podía suponer lo que significaría su desembarco en San Francisco.

En su año rookie promedió 17.5 puntos, 5.9 asistencias y 4.5 rebotes. Pero no todos los comienzos son fáciles. En la temporada 2011-2012 solo disputaría 26 partidos, al verse gravemente afectado por las lesiones, teniendo que pasar hasta dos veces por el quirófano. A partir de ahí, Curry no ha vuelto a promediar menos de 20 puntos en su carrera.

Con el establecimiento de Steve Kerr en el banquillo de los Warriors, la franquicia se coronó como campeona en 2015, tras 4 décadas sin hacerlo. En este curso, Stephen también lograría su primer MVP.

En 2016 sucedió algo sin precedentes. Stephen fue elegido como MVP de forma unánime, consiguiendo de esta forma su segundo galardón. Sin embargo, en la búsqueda del back to back, se vieron sorprendidos por unos Cleveland Cavaliers liderados por LeBron James que, logrando una hazaña histórica, consiguieron remontar un 3-1 en contra en la final.

Fuente: NBA
Fuente: NBA

Con la llegada de Kevin Durant, que se sumó a Curry, Thompson y Green, entre otros, se formaría uno de los mejores equipos de la historia. Lograrían mantenerse en la cima por dos temporadas consecutivas, ganando el campeonato en la 2016-2017 y en la 2017-2018.

Este equipo se desmoronaría tras la derrota en las Finales de Conferencia en 2019 frente a Toronto Raptors. Curry y Thompson sufrieron considerables lesiones, mientras que Durant se marchó a los Brooklyn Nets. Se inició un periodo oscuro en la franquicia. Desde entonces no han vuelto a pisar los playoffs, aunque casi irremediablemente, eso cambiará este mismo curso.

  • Un récord insuperable

Pocos escenarios existen en el mundo con un ambiente tan mágico como el Madison Square Garden. Es un lugar singular. Por excelencia, la Meca del baloncesto. Este pabellón se ha encargado de acoger momentos de suma relevancia en las últimas décadas.

Precisamente, Stephen Curry firmó aquí su primera gran actuación en la NBA, cuando en 2013 llegó a anotar 54 puntos con un 11 de 13 en triples, a lo que sumó 7 asistencias, 6 rebotes y 3 robos. Una especie de previa que nos avisaba con antelación de lo que vendría en el futuro.

Hoy ha vuelto a ser testigo de un momento único en la historia y que muy difícilmente se podrá volver a repetir. Los ojos del mundo estaban puestos en La Gran Manzana. Las informaciones que llegaban desde Nueva York en las vísperas del encuentro decían que las entradas corrientes para el duelo entre Knicks y Warriors estaban siendo vendidas a un precio de más de 500 dólares, o lo que es lo mismo, un 450% más del valor por el que se venden para un partido normal. Se convertían así en las entradas más caras vendidas en el Madison Square Garden. Un dato que nos ayuda a poner en contexto la magnitud de lo que ha sucedido.

El base llegaba al partido a dos triples de superar a Ray Allen y convertirse entonces en el máximo anotador de triples de la historia de la NBA. También con la marca de 5.4 triples anotados por partido en la temporada, es decir, el registro más alto de su carrera.

En las horas previas al encuentro, se conoció que el propio Ray Allen (líder histórico en triples anotados hasta hace escasas horas) estaría en la tribuna, mientras que Reggie Miller (tercer máximo anotador histórico de triples hasta la fecha) estaría en la transmisión. Esto sumado a que el partido ha sido emitido en la televisión nacional, en TNT. Una escena digna de película.

Acto seguido de conseguir el triple número 2974 y con apenas transcurridos los 5 minutos de juego, el partido se detuvo con una ovación de gala. Todos los presentes en el Madison Square Garden estaban aplaudiendo, en una escena que permanecerá para la eternidad. Stephen Curry lo celebró con rabia y se emocionó poco después. Primero lanzó un beso a sus familiares en la grada y a continuación agradeció y correspondió las muestras de afecto de otros seres queridos, de los jugadores y del cuerpo técnico de ambos combinados. Le entregó el balón a Dell Curry y también saludó a su madre, Sonya Curry. Finalmente, se fundió en un abrazo con Ray Allen, al que acababa de superar, en otra imagen que quedará para la posteridad.

Fuente: NBA
Fuente: NBA

Stephen concluiría su memorable actuación en el duelo frente a New York Knicks con 22 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 1 tapón. Los Warriors se llevaron la victoria con un resultado de 105-96.

Ahora se establece en solitario en la cima de esta clasificación histórica. El jugador en activo más cercano a él es James Harden, que se encuentra en la cuarta posición del ranking, con 2509 triples anotados hasta la fecha. La cifra de Stephen Curry continuará creciendo aún más, por lo que será complicado que alguien logre arrebatarle el liderato en algún momento. Si se da el caso, no será hasta dentro de un buen tiempo cuando suceda.

La persona que cambió las reglas del juego y la manera de entender el baloncesto moderno. El precursor de un nuevo estilo. El jugador del que se decía que no valía para la máxima competición por su fragilidad física, pero que aún así fue capaz de ponerse a la cabeza de una franquicia que llevaba años hundida. Por esa singular capacidad para hacer mejores a los demás y de mejorarse a sí mismo con el paso del tiempo. Por ser una fuente de inspiración. El legado imborrable de alguien especial. Por todo esto, Stephen Curry es hoy más leyenda

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