El partido de las estrellas es uno de los momentos más característicos e icónicos de la NBA. A esto se le suma la reincorporación casi total del público en los pabellones tras un largo tiempo de pandemia, un aliciente indispensable en este evento.

Desde el momento de la llegada de los jugadores al pabellón, fue notable ese singular ambiente que se genera en este tipo de citas. Esto se acentúa si se tiene en cuenta que la liga está celebrando su 75 aniversario. Las figuras más ilustres coincidieron en el Rocket Mortgage FieldHouse de Ohio, manteniendo y teniendo el recuerdo a los que, por unos motivos u otros, no pudieron estar presentes allí la noche del domingo.

La presentación de cada uno de los participantes del encuentro corrió a cargo de Dirk Nowitzki y Magic Johnson. Los aficionados tuvieron también su parte de protagonismo aquí, siendo destacables las ovaciones a debutantes como Darius Garland o Ja Morant, los abucheos a Stephen Curry o las aclamaciones, una vez más, al héroe local, LeBron James. Solo la habitual interpretación en esta clase de ceremonias del himno nacional estadounidense, interpretado por Macy Gray, separaba la previa del comienzo del espectáculo.

Fuente: Los Angeles Lakers
Fuente: Los Angeles Lakers

El habitual y simbólico gesto de LeBron James con los polvos daba paso al inicio del show. No fue hasta pasados unos minutos de tanteo cuando la cosa empezó a animarse. Un increíble alley-oop de parte de Trae Young y Ja Morant ayudó. Un molinillo de Joel Embiid acompañado de un posterior mate de 360º de Zach LaVine hicieron olvidar rápidamente el desapacible Concurso de Mates de la noche anterior. Hasta Rudy Gobert se animó con una acción similar a la de LaVine. El primer cuarto se decantó a favor del Team LeBron con una renta de 47 a 45.

Ya en el segundo cuarto destacaron Darius Garland y Jarrett Allen, que jugaban en casa y usaron esto a su favor para ganarse el apoyo de la afición. Este fue también un buen momento para que Devin Booker entrara en acción y tuviera una de sus particulares rachas anotadoras. El de los Suns registraría al final del partido 20 tantos en su cuenta personal.

Antes del descanso, tuvo lugar uno de los momentos más especiales de la jornada. La comisionada de la WNBA, Cathy Engelbert, entró en escena acompañada de Vanessa Bryant para otorgar el «Kobe and Gigi Bryant Advocacy Award», un premio entregado al jugador más comprometido con la liga femenina. El galardonado no sería otro que Chris Paul, que, mientras levantaba el trofeo, fue testigo de cómo el público no paraba de corear el nombre de Kobe. Un instante mágico a la par que emotivo.

El espectáculo tenía que continuar. Lo hizo de la mano de Stephen Curry, que comenzaría a firmar una actuación para el recuerdo. Como es común en el jugador de los Warriors, anotó triples de todo tipo y desde cualquier zona. Sin embargo, el Team Durant fue aproximándose poco a poco en el marcador. Tanto es así que consiguieron llegar con una ventaja de 94 a 93 al descanso.

La fiesta no se detendría en el descanso, ni mucho menos. La NBA aprovechó este momento para honrar a las figuras más legendarias de su historia. Dos alfombras rojas conducían a un colosal podio en el que los protagonistas se iban colocando conforme entraban. Y es que era un secreto a voces que, para su 75 aniversario, la NBA tenía preparado algo especial. Los personajes más insignes fueron ovacionados por la viva afición.

El inicio del segundo tiempo contrastó con lo que fue el del primero. El Team Durant mostró una cara más seria que sus rivales, que lograron mantenerse a flote gracias a los incesantes triples de Curry. Sus canastas también sirvieron para mitigar las salvajes acometidas de Joel Embiid, que concluiría el partido con 36 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias. No obstante, nadie podía detener al de los Warriors, a pesar de un notable refuerzo en las defensas que se le aplicaban. Al término del tercer cuarto ya llevaba 45 tantos.

Eso sí, las espadas estaban en todo lo alto al principio del último cuarto. El encuentro no podía estar más igualado. En este punto, es de vital importancia comprender que, siguiendo las reglas establecidas hace escasos dos años, no habría límite de tiempo, sino que ganaría el primero en llegar a 163 puntos. A pesar de que Stephen comenzó este cuarto como terminó el anterior, finalmente no podría alcanzar el récord de anotación de la historia del All-Star, ostentado por Anthony Davis con 52 puntos y que continuará vigente, al menos por el momento.

La uniformidad en el marcador llegó hasta el final del choque. El Team LeBron estaba superando al Team Durant por 161-160. Como si fuese una escena de película, el balón llegó a manos de LeBron. Zach LaVine y Joel Embiid fueron testigos en primera fila del tiro del Rey, que no desperdició la ocasión y se exhibió una vez más ante su público.

Respecto al MVP del partido, no podía ser otorgado a otro que no fuera el base de Golden State. Stephen Curry terminaría la noche con unas cifras ridículamente buenas, dignas de un jugador de su calibre, pero difíciles de alcanzar para el resto de mortales. 50 puntos en su cuenta personal y un 16/27 en triples lo demuestran. De ser abucheado en los momentos previos a la cita a salir del pabellón como el mejor jugador de la jornada. Alguien especial haciendo cosas especiales, una vez más.

Fuente: NBA
Fuente: NBA

La NBA cierra una de las mejores ediciones del All-Star que se han vivido, en la que se han dado cita los máximos exponentes de su historia. El 75 aniversario de la mejor liga de baloncesto del mundo concluye así, con una imagen que quedará para el recuerdo, protagonizada por las dos personalidades más características y determinantes del deporte de la naranja de todos los tiempos.

Fuente: NBA
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