La excepcional temporada que está completando Miami Heat ha destacado por muchas razones. Visto lo visto a lo largo del curso, a nadie le extrañaría que para cerrar la serie no jugaran ni Jimmy Butler ni Kyle Lowry, y que Victor Oladipo fuera el mayor anotador (23) del combinado en el último partido de primera ronda. Fue lo que sucedió.

Los Hawks han estado mermados desde el primer minuto de la serie. Se debe, en gran parte, a la defensa de élite propuesta por el conjunto de Spoelstra. Los de Atlanta llegaban con el segundo mejor rating ofensivo de la NBA en temporada regular (116,5 tantos por duelo). En la eliminatoria han quedado hasta en tres ocasiones por debajo de los 95 puntos.

Realmente, la superioridad no resulta tan extraña, teniendo en cuenta que se trataba de un enfrentamiento entre el mejor equipo de la Conferencia Este en la campaña regular y un octavo clasificado que tuvo que acceder tras superar dos partidos de Play-In. Ese plus de cansancio también ha podido ejercer un factor diferencial.

  • Una pesadilla para Young

Por supuesto, el mal papel de los Hawks en la eliminatoria se puede deber a que el equipo nunca ha llegado a estar al 100%. A medida que avanzaba la serie, regresaron a la dinámica del equipo figuras como Clint Capela o John Collins, aunque el impacto de estos no ha llegado a ser trascendental. Lou Williams ni siquiera ha llegado a disputar minutos. El propio Capela o Bogdan Bogdanovic tampoco pudieron acabar la ronda, renqueantes de sus problemas físicos.

Sin embargo, todos los focos apuntan a Trae Young, o más bien, a lo que ha quedado minimizado a causa de una pesadilla. Porque es una buena palabra para describir a lo que ha estado sometido durante estos cinco duelos. «No me han defendido así desde mi época de instituto», relató el base tras el cuarto partido.

Si había algo que podía poner en aprietos a los Heat era él. Spoelstra se encargó de arrebatar cualquier esperanza desde el arranque de la serie. Trae Young ha concluido su papel en los playoffs con más pérdidas (30) que canastas (22). Ha promediado 13,3 puntos en las 4 derrotas de Atlanta Hawks. Observando un dato más específico, es la primera vez desde 1980, cuando comenzó la era del triple, que un jugador concluye su postemporada con menos de 25 tiros de campo ejecutados y más de 30 pérdidas. Su porcentaje en los lanzamientos se ha visto reducido hasta un 31,9% en tiros de campo y 18,4% en el triple.

Fuente: NBA
Fuente: NBA

El mejor jugador de la serie por parte de los de Georgia ha sido De'Andre Hunter, que ha anotado 21,2 tantos por encuentro con un decente 55,7% en tiros de campo y 46,2% desde la línea de tres.

Los Hawks quedan oficialmente fuera de los playoffs. Es hora de empezar a plantear la próxima temporada e intentar, como mínimo, volver al lugar en el que estuvieron la pasada campaña.

  • La presentación de un candidato

Si algo se había evidenciado en la temporada regular es que Miami Heat iba a estar este año en la pelea por todo. En el primer ensayo ya se han dejado algunas pinceladas de la capacidad para ello. El dominio ante su rival ha sido avasallante.

Jimmy Butler ha puesto en marcha su versión playoffs. En los 4 partidos que ha disputado (todos a excepción del último por una inflamación de rodilla)  ha promediado 30,5 puntos, 7,8 rebotes y 5,3 asistencias. Suyo es el actual récord de anotación en un partido de la vigente postemporada, siendo este de 45 puntos anotados en la segunda victoria de los de Florida. Ya ha demostrado en muchas ocasiones de lo que es capaz en este escenario. Es un líder de los que no abundan en dichas situaciones. Ahora es momento de continuar en busca del premio más deseado. Solo es el principio.

Los Heat no han estado necesitados hasta ahora de una versión superlativa en ataque de piezas como Tyler Herro o Bam Adebayo. En cambio, otros como Gabe Vincent o Max Strus se han presentado también como potenciales armas efectivas en este campo. Para otorgar relevancia a este último, en el cómputo global de la eliminatoria solo ha anotado 7 puntos menos (70) que Trae Young (77). Un perfil de jugador que encaja como anillo al dedo en el esquema y que actualmente ocupa el puesto de titular que antes ocupaba Duncan Robinson, ahora saliendo desde el banquillo.

La cuestión con Miami Heat es que cualquiera puede tomar la batuta del equipo en un día en el que los máximos referentes en el ataque no estén acertados. Es la ventaja de contar con una considerable profundidad de plantilla y de no depender única y exclusivamente de un determinado jugador.

A pesar de todas las herramientas ofensivas de las que pueda disponer Spoelstra, todo arranca a partir de una defensa de élite, que se basa en los continuos cambios. Supone una inmensa ventaja el disponer de tantos jugadores que pueden asimilarlos. Si te liberas de Kyle Lowry, aparecerá Jimmy Butler; si te libras de él, te encontrarás con Bam Adebayo; y por si fuera poco, si también consigues escapar de este, es probable que el próximo sea PJ Tucker. Solo se han mencionado cuatro de los pilares defensivos del combinado, pero el caso es que cualquiera puede asumir el rol de defender a cualquier jugador del equipo contrario. Una jaula de la que resulta muy complicado huir. Cada canasta se paga carísima.

Miami Heat es el segundo equipo que avanza de ronda en estos playoffs, solo por detrás de Boston Celtics. Es el turno de esperar a la siguiente franquicia en Semifinales de Conferencia. El ganador de la serie entre Toronto Raptors y Philadelphia 76ers será el rival de los Heat, en una serie que dará comienzo el próximo lunes.