Para gran parte de la sociedad, la bicicleta es concebida como un simple medio de transporte, un aparato de hierro con ruedas que sirve para desplazarse de un punto a otro de forma barata y sostenible. No en vano, el olvido atiza a esos momentos de ilusión y placer que todos vivimos alguna vez sobre nuestra querida amiga. ¿Quién no recuerda dar sus primeras pedaladas sin los ruedines? ¿y esas calurosas tardes de verano en las que salíamos para emular las proezas de nuestros héroes en el Tour de Francia?. Son recuerdos que con los años se disipan entre las preocupaciones y el estrés de la vida adulta, pero pase lo que pase, cuando retrocedamos en el tiempo recordaremos con una sonrisa los días en los que batir a nuestros amigos en la cuesta del pueblo nos hacía sentir como a 'Perico' Delgado coronando primero el Tourmalet.
Sin embargo, los hay a los que les pasa lo mismo con la bicicleta que a Peter Pan con la infancia y nunca dejarán de lado a su fiel compañera. De hecho, la utilizan para expresarse del mismo modo que un pintor usa su lienzo o un músico su instrumento. Uno de estos artistas de la bicicleta es Danny MacAskill, escocés de 28 años que saltó a la fama al protagonizar un vídeo en el que recorría su país con acrobacias tan espectaculares como los preciosos parajes por los que pasaba.
El arte de montar en bicicleta
Cada vídeo de MacAskill simboliza una historia, un sinfín de sentimientos que describen a la perfección la vida del joven escocés. Se crió en la humilde Isla de Skye y la única manera que tenía para llegar a la tienda de ciclismo en la que trabajaba era sobre su bicicleta. La accitentada geografía de la isla le obligó a decantarse por una de montaña y a base de ir día tras día a trabajar logró que la bicicleta se convirtiera en una extremidad más de su cuerpo.
Un día frío y mojado, de aquellos que tanto abundan en el país del Whisky y del Monstruo del lago Ness, decidió salir a grabar un vídeo de acrobacias con su amigo Dave. La grabación, llamada 'Inspired Bicycles', la realizaron como un simple pasatiempo para evadirse durante unas horas de la aburrida vida isleña de Skye. Lo que no sabían era que al cabo de un día el clandestino vídeo iba a acumular nada menos que 20.000 visitas. A día de hoy, la misma grabación que llevó a la fama a Danny cuenta con la friolera de 32 millones de visitas, hecho por el cual el joven ha sido imagen de numerosas compañías que definieron al escocés como el Picasso de la bicicleta.
El fenómeno "Way Back Home"
Después del éxito de su primer vídeo, MacAskill se trasladó a la capital de Edinburgo, ciudad cuyo histórico castillo iba a ser el escenario de la nueva obra de Danny. Esta vez, bajo el nombre de "Way Back Home" dejó a los habitantes de la pintoresca ciudad completamente boquiabiertos, pues el nivel de complejidad en las acrobacias del joven eran dignas de película de ficción de Hollywood. El joven realizó un viaje -siempre acompañado por su amigo Dave- desde la capital escocesa a hasta su natal Isla de Sky, a la que llegaría después de volar sobre las dunas de la única e inigualable costa oeste del país.
Fue después de "Way Back Home" cuando el fenómeno MacAskill llegó a su punto álgido, pues la plasticidad de las acrobacias del joven combinadas con los suntuosos parajes escoceses causaron un furor entre los amantes del deporte hasta el punto en el que Danny se convirtió en portador de la antorcha olímpica para los Juegos de Londres 2012 y en el protagonista de numerosos anuncios publicitarios como el de la cadena de automóviles Volkswagen.

Pese a sus 28 años, MacAskill afirma que siente la misma pasión por la bicicleta que cuando era niño y que seguirá haciendo lo que le gusta mientras el cuerpo aguante, de hecho, este mismo mes de junio saldrá a la luz 'Imaginate', dividida en cinco partes en las que seremos partícipes del reto más complejo del escocés que volverá a usar como escenario a la preciosa Escocia.
Personas como MacAskill son el vivo ejemplo de que las bicicletas no sólo son para el verano y ni mucho menos son exclusivamente aptas para niños, pues no hay mejor manera de evadirse de las inquietudes ni fórmula más efectiva para llegar a la felicidad que dando pedaladas, y es que como dijo John F. Kennedy, nada es comparable al sencillo placer de montar en bicicleta.