El 1 de marzo se inicia el periodo de clásicas con la disputa de la Omloop Het Nieuwsblad, a partir de ese momento comienza una vertiginosa sucesión de pruebas que nos llevará por la Milán - San Remo, la E3 Prijs Vlaanderen, la Gent-Wevelgem, el Tour de Flandes, la Paris - Roubaix...

Pippo Pozzato es uno de los hombres señalados para brillar en estas carreras, es su momento del año, el ciclista italiano es un ejemplo de lo que puede considerarse un "ciclista total". Filippo es capaz de ganar cualquier clásica, pero su mayor rival es él mismo, tiene dos caras, es una especie de Doctor Jekyll y Míster Hyde.

Su yo bueno es calidad, talento, elegancia, clase, es un ciclista que va bien en casi todos los terrenos, pasa bien las cotas, tiene muy buena punta de velocidad, llanea bien, pasa los adoquines como el mejor... Pero a la vez, es un ciclista autocomplaciente, dejado, poco ambicioso, ególatra, irregular, inconstante...

Queda ya muy lejos aquel ciclista del que se esperaba que dominase todas las clásicas del calendario; pero la mejor versión del italiano es capaz de pelear de tú a tú con cualquiera. Con un Pozzato en forma y motivado ganamos todos los espectadores, incluso cuando corre a la defensiva.

Un talento precoz

Filippo Pozzato nació el 10 de septiembre de 1981 en la localidad italiana de Sandrigo. Desde muy joven empezó a dar muestras de su clase sobre una bicicleta. En su época junior era considerado como una de las mayores promesas que había dado el ciclismo italiano, por esa razón no tardó en dar el salto a profesionales. Fue Giorgio Squinzi quien lo reclutó para el equipo Mapei en el año 2000.

Mapei era el equipo ideal para los rodadores y los clasicómanos. Era una escuadra confeccionada para ganar, ganar y ganar. En sus filas se enrolaban corredores de la talla de Paolo Bettini, Michele Bartoli, Daniele Nardello, Adriano Baffi, Óscar Freire, Tom Steels, Johan Museeuw, Leif Hoste... y jóvenes promesas como el mismo Pozzato, Fabian Cancellara, Allan Davis, Bernhard Eisel, Michael Rogers o Patrik Sinkewitz.

La dirección deportiva del Mapei, viendo la plantilla mastodóntica con la que contaba, decidió crear en la temporada 2002 un equipo filial, un equipo "b" formado por los más jóvenes, que pasó a denominarse "Mapei - QuickStep - Latexco". Ese fue el año del despegue para Pozzato, el equipo fue un auténtico rodillo en el calendario para promesas, y el joven corredor de tan solo 20 años, acabo consiguiendo más de diez victorias.

El equipo estaba dirigido por un español, José Antonio Fernández "Matxin", el preparador vizcaíno siempre ha manifestado que aquel fue el año más estimulante de su carrera: "Aquel equipo era un juguete para cualquier director, nunca he visto tanto talento joven reunido. Cancellara era el que más potencial físico tenía, pero sin duda, Pozzato era el corredor de más clase".

Fassa Bortolo y el inicio de la intermitencia

El Mapei desapareció a finales del 2002, el positivo de Garzelli en el Giro y la continua asociación del equipo con asuntos relacionados con el dopaje fueron las causas principales.

Ganó Tirreno-Adriático con 21 añosPozzato pasó a Fassa Bortolo junto a Fabian Cancellara. Su año 2003 fue muy bueno, con 21 años consiguió ganar la Tirreno Adirático y algunas semi clásicas italianas, además de destacar en clásicas como la Omloop Het Volk. En 2004, en cambio, el italiano ganó una etapa del Tour y un par de clásicas italianas, pero se mostró muy intermitente, era un ciclista capaz de cosechar grandes resultados si se lo proponía, pero también podía estar totalmente desaparecido en muchas fases del calendario.

Luces, sombras y muchos equipos

En 2005 Pippo dejó Fassa tras dos temporadas y fichó por el Quick Step de Patrick Lefevere. En su primer año en el equipo belga siguió con su tónica habitual, meses de apagón y victorias de prestigio como en Hamburgo o el Giro del Lazio. En la temporada 2006 llevó a la máxima expresión su fama de corredor acomodado que malgasta su talento, ganó en San Remo, hizo una temporada decente de clásicas y desapareció el resto del año.

Pozzato celebra su victoria en San Remo

Tras dos años salió del equipo belga y fichó por Liquigas. Pozzato no duraba más de dos temporadas en el mismo equipo, alternaba temporadas brillantes con años terribles, los directores deportivos no podían mantener en su plantilla a un ciclista con cualidades para dominar las pruebas de un día, pero que vivía bajo el lema de la ley del mínimo esfuerzo.

Pozzato no pasaba más de dos temporadas en el mismo equipoEn el equipo italiano logró su primera victoria de prestigio sobre adoquines, fue la Het Volk de 2007, en la que superó a Flecha, Boonen, Nuyens y O´Grady. Pero tras un desastroso 2008, en el que cabe destacar su segundo puesto en San Remo, abandonó su enésimo equipo para recalar en el proyecto ruso del Katusha.

En su primer año en Katusha ganó la E3 Prijs Vlaanderen - Harelbeke, y peleó por la victoria en Flandes (5º) y Roubaix (2º), pero su conservadurismo, su obsesión por controlar a Tom Boonen y su falta de iniciativa hizo que se les escapasen ambas pruebas.

El manager general del Katusha, el ex corredor Andrei Tchmil, tenía bastante claro cuál era el problema del italiano: "Tiene clase y talento, pero falla en pequeños detalles. No parece darse cuenta de que el tiempo pasa y que nunca va a volver. Realmente me duele verlo perder muchas oportunidades. Yo fui un ciclista agresivo, con hambre, sabía que tenía que ganar, que nadie me iba a dar nada gratis y nunca ponía excusas".

Decadencia y renacimiento

Su 2010 volvió a ser una temporada irregular, una gripe le hizo rendir por debajo de lo esperado en los adoquines. Consiguió una victoria en el Giro de Italia, además de buenos puestos tanto en las clásicas como el Mundial.

Pero volvió a pecar de conservadurismo, en París-Roubaix no hizo ni el intento de salir a por Cancellara, mientras que en el Mundial de Australia prefirió jugar sus opciones en el sprint masivo en vez de tratar de buscar algún movimiento; acabó siendo cuarto.

2011 fue un año aciago para Pozzato. Estuvo desaparecido en las clásicas y consiguió una única victoria, en octubre.

Tras su enésimo desastre deportivo, el talentoso ciclista italiano dio un paso atrás en su carrera fichando por el modesto Farnese Vini - Selle Italia. Pozzato volvió a recuperar las sensaciones perdidas y estuvo a punto de ganar Flandes, en una de las mejores actuaciones que se le recuerdan, pero Tom Boonen supo aguantar su ataque en el Paterberg y le superó en el sprint final.

Boonen bate a Pozzato y Ballan en Flandes 2012

El mejor Pippo había vuelto, el Lampre no tardó en llamar a su puerta. Pozzato volvía a tener una oportunidad en la élite, pero fiel a su carácter, alternó victorias (Trofeo Laigueglia, la Coppa Agostoni y GP Ouest France - Plouay), con largos periodos de hibernación.

Como ya se ha comentado, Pozzato vuelve a ser uno de los grandes favoritos con vistas a las clásicas, pero su rendimiento sigue siendo una auténtica incógnita, es increíble que un corredor con semejante talento tengo un palmarés tan pobre.