José Rujano tiene más vidas que un gato. El ciclista venezolano anunció a finales del 2013 que dejaba el ciclismo profesional: “Me retiro del ciclismo, no por falta de condiciones, sino por los múltiples problemas que he tenido tanto a nivel nacional como a nivel internacional, además, no cuento con el apoyo de aquellos que rigen el ciclismo en mi país.”

La decisión parecía firme, Rujano comentaba que su objetivo era conformar un equipo continental venezolano que ayudase a las futuras generaciones de ciclistas de su país.

Pese al anuncio de su retirada, Rujano ha seguido compitiendo en tierras sudamericanas, en enero de 2014 volvió a ponerse un dorsal en la Vuelta al Táchira, en la que acabó 12º, mientras que en febrero ganó la etapa reina y fue 5º en la general de la Vuelta a Mendoza disputada en Argentina.

Su nueva aventura en el "Boyacá se Atreve" colombiano  se iniciará a principios del mes de Abril. Un equipo más que sumar a una larga lista: Colombia-Selle Italia (2003-2006), Quick Step (2006), Unibet (2007), Caisse d'Epargne (2008), ISD-Neri (2010), Androni (2011-2012) y Vacansoleil (2013).

Una trayectoria demasiado irregular

José Rujano asombró a propios y extraños en el Giro de Italia del 2005 cuando formaba parte del Selle Italia-Colombia de Gianni Savio. El jovencísimo escalador venezolano de tan solo 23 años acabó tercero en la general final y ganó la etapa reina de la Corsa Rosa, poniendo en jaque a los favoritos junto a su compañero Iván Parra. Rujano llegó a ser el líder virtual de la carrera durante muchos kilómetros, pero se quedó a menos de un minuto de la victoria.

Desde entonces su estrella se fue apagando, nunca llegó a cumplir con las expectativas generadas, dejó alguna pincelada de su enorme talento, pero sin continuidad. Y eso que consiguió buenos contratos en algunos de los mejores equipos del pelotón profesional.

En 2006 fichó por Quick Step a cambio de un extraño contrato, tan extraño como su carrera. El Giro de Italia de 2006 lo correría con el Selle Italia, y el Tour de Francia con el equipo de Lefevere.

Rujano acabaría retirándose en ambas pruebas, especialmente llamativo fue su abandono en el Giro. Durante la disputa de la 13ª etapa y en plena ascensión al Colle San Carlo, Rujano atacó, pero tras ser alcanzado por el pelotón se descolgó y decidió abandonar a poco más de 3 km de la cima.

Tras su decepcionante paso por Quick Step firmó con Unibet donde no hizo absolutamente nada, pese a su nefasta temporada al año siguiente fichó por Caisse d'Epargne donde dejó algún destello de su calidad en el Giro de Italia, pero estuvo muy lejos de cumplir con las expectativas.

Tras dos años prácticamente en blanco regresó a Venezuela donde se recalificó como amateur en el Gobernación del Zulia. Ganó la Vuelta a Colombia y la Vuelta a Venezuela y se convirtió en uno de los dominadores del circuito suramericano.

Sus actuaciones volvieron a llamar la atención del ciclismo europeo, y esta vez fue el ISD-Neri el que llamó a sus puertas. Ganó en Langkawi con su nuevo equipo, pero tras no ser invitados al Giro, decidió romper su contrato y volver a su país.

Sólo rindió junto a Gianni Savio 

Pero cuando parecía que su trayectoria se iba a reducir a las carreras en Sudamérica, fue Gianni Savio quién decidió darle una segunda oportunidad. Rujano firmó por dos temporadas con el Androni.

En 2011 pareció recuperar su mejor nivel, consiguió grandes puestos en las carreras previas al Giro, y en la ronda italiana fue 7º anotándose una etapa, la del Grossglockner, y fue 2º el día del Etna detrás de Contador, una etapa que le sería otorgada tras la sanción del pinteño.

Pero en 2012 volvió a hacer de las suyas, se retiró del Giro alegando una infección que no pudo demostrar, Savio, cansado de su irregularidad, decidió despedirlo del equipo.

En 2013 fue el equipo Vacansoleil el que le rescató, pero antes del Giro, se destapó una investigación antidopaje en Italia en la que supuestamente estaba involucrado. Rujano no volvió a competir con el equipo en toda la temporada.

Esta temporada Rujano vuelve a competir en un nuevo equipo, y conociendo su trayectoria, nadie puede asegurar que no vayamos a volver a verlo de vuelta por Europa.