La etapa reina de la Vuelta Ciclista a España 2014 no será recordada, exclusivamente, por el ataque de Chris Froome y la victoria de Alberto Contador en la cima de la Farrapona. Ivan Rovny (Tinkoff-Saxo) y Gianluca Brambilla (Omega Pharma) han protagonizado una desagradable, estúpida y vergonzosa pelea que ha terminado con su expulsión de la carrera.

Los dos ciclistas formaban parte de la fuga buena del día. Un grupo de trece hombres que rodaba en "aparente" armonía. Pero a 39 kilómetros de la línea de meta, en plena ascensión al puerto de San Lorenzo, se ha producido el desafortunado incidente. Brambilla, cabreado por la falta de colaboración de Ivan Rovny en la fuga, ha sujetado al ciclista ruso por el sillín. El hombre de Tinkoff-Saxo, sorprendido por la acción del italiano, ha reaccionado soltando un manotazo y agarrando a Brambilla por el cuello, a lo que el hombre de Omega Pharma ha respondido con un puñetazo.

Una acción que ha desencadenado el caos. Las rampas del puerto de San Lorenzo se han convertido en un improvisado ring de boxeo. El forcejeo, los golpes, los insultos y los manotazos han continuado durante varios metros bajo la incrédula mirada del resto de fugados.

Una imagen bochornosa que no ha pasado inadvertida para el jurado técnico de la carrera que, tras varios minutos de deliberación, ha decidido expulsar a ambos corredores de la Vuelta a España, además de imponerles una multa de 200 francos suizos por una acción que "daña la imagen del ciclismo en general y de la Vuelta a España en particular".

El italiano, tremendamente molesto con la decisión, ha hecho miles de gestos y aspavientos a la cámara para mostrar su indignación. En cambio, Rovny ha asumido la sanción y ha sido Bjarne Rijs, su director de equipo, el que ha mantenido una agria discusión con los jueces.