17 de marzo, día de San Patricio. Irlanda se prepara para conmemorar a su patrón otro año más con fiestas y desfiles en su honor. Las ciudades y villas de la República de Irlanda se tiñen de verde, color presente en su bandera tricolor que, ciclistas irlandeses emblemáticos como Sean Kelly, en los años 80, o Dan Martin en la actualidad, se han encargado de llevar a lo más alto del podio en numerosas carreras.

El máximo exponente del ciclismo irlandés quizá sea Sean Kelly. El ex-ciclista, profesional entre los años 1977 y 1994, consiguió un total de 194 victorias, entre las que se destacan la victoria en la general de la Vuelta a España de 1988. Además, conquistó en cuatro ocasiones tanto el maillot verde de la clasificación por puntos del Tour de Francia, como el de la Vuelta a España, consiguiendo entre las dos, un total de 16 etapas.

Pero el terreno en el que más destacaba Sean Kelly, eran las carreras de un día, de ahí su apodo, El Rey de las Clásicas. Entre sus victorias, destacan la consecución de nueve monumentos, llegando a vencer por partida doble en la Milan-San Remo, la París-Roubaix y la Lieja-Bastogne-Lieja. Actualmente, Sean Kelly, forma parte de la organización del Tour de Francia, reemplazando, desde este año, a Bernard Hinault como encargado de protocolo en las ceremonias de podio de la ronda gala.

A día de hoy, hay numerosos ciclistas irlandeses que destacan dentro del pelotón profesional. Entre ellos están Daniel Martin, Nicolas Roche y Sam Bennett.

El primero de ellos, Daniel Martin, encara su segunda temporada en las filas de Quick-Step Floors, tras su paso por formaciones americanas, donde consiguió alzarse con dos monumentos (Lieja-Bastogne-Lieja '13 y Giro de Lombardía '14). Esta temporada Martin, quien llevará el peso del equipo en las clásicas junto al francés Julian Alaphilippe, busca repetir victoria en estas carreras y realizar un buen papel en las Clásicas de las Ardenas. Además, intentará repetir su buena actuación en el Tour de Francia del año pasado, buscando acabar de nuevo en entre los diez primeros.

Nicolas Roche, hijo de Stephen Roche y primo de Daniel Martin, será la cara visible del ciclismo irlandés este 2017, ya que será el encargado de llevar el maillot de campeón de Irlanda tanto en ruta como en contrarreloj. Este año, afronta nuevos retos y objetivos tras su cambio de aires. El irlandés, que cambió este año Team Sky por la escuadra estadounidense BMC Racing Team, se ha convertido en un refuerzo de lujo para el australiano Richie Porte en su enésimo asalto al maillot amarillo. En el terreno individual, intentará lograr una etapa en una gran vuelta, como ya hizo en la Vuelta a España de 2013 y 2015.

El último de todos, pero no menos importante, es el esprinter Sam Bennett. A sus 26 años de edad, y afrontando su cuarto año como profesional, el irlandés nacido en Bélgica busca dar un salto cualitativo en su carrera. Desde que en 2014 se alzara con la Clásica de Almería, el irlandés no ha conseguido grandes victorias pero siempre ha apuntado maneras y este año parece ser el definitivo. Con la nueva imagen de su equipo, Bora-Hansgrohe, Sam Bennett, busca, en este 2017, ser protagonista en las volatas. Y este año, ya lo ha conseguido, imponiéndose en la tercera etapa de la Paris-Niza a ciclistas como Kristoff, Degenkolb o Kittel.

Para finalizar, mención especial al corredor del Cannondale-Drapac, Ryan Mullen y a la nueva formación irlandesa, Aqua Blue Sport. El primero, con solo 22 años, consiguió un meritorio 5º puesto en los pasados Mundiales en Qatar. El equipo Aqua Blue Sport, que comienza su andadura en el pelotón este año 2017, con licencia Continental Profesional, busca realizar en su año de debut un buen papel en las carreras en las que participe. Para ello, cuenta con ciclistas contrastados como el campeón en ruta británico Adam Blythe, el velocista Leigh Howard, y los ex ciclistas de Team Sky, Andrew Fenn y Lars Peter Nordhaug.