Un equipo que presume de disciplina y orden está mostrando una cara opuesta en esta Vuelta Ciclista a España. Esta etapa provocará un antes y un después dentro del equipo tras ver como los intereses individuales han primado por encima de las órdenes de equipo.
Una etapa importante para mostrar si la figura del gregario que ha arriesgado su estado físico y la temporada por sus líderes en el Giro de Italia y en el Tour de Francia que ahora porta el maillot rojo de líder de carrera y quiere mantener la opción de ganar una gran vuelta.
El show de Remco Evenepoel
Desde el primer segundo de la etapa hemos visto al ciclista belga intentar meterse en fuga para optar a una opción de ganar la etapa en solitario. El esfuerzo por parte de su inseparable Mattia Cattaneo ha sido clave para romper la carrera y dar inicio al ascenso con más de un minuto de ventaja.
Por detrás, Marc Soler ciclista importante de la carrera lanzaba un ataque en solitario para intentar coger la escapada y tener opciones de recortar tiempo en la clasificación general. Pero al final, la agonía fue constante y no pudo agarrar al grupo de cabeza de carrera.
Con un total de 1 minuto y 20 segundos en el comienzo del puerto del Angliru, un total de 12 kilómetros y medio con una media al 9.8% que es un auténtico infierno para todos los corredores que afrontan una intensa subida de casi una hora de duración.
Los segundos se fueron reduciendo con el trabajo del Bahrain Victorious que ponía a trabajar a todos los gregarios de Mikel Landa. El único equipo capaz de hacer frente a la tiranía en carrera de los hombres del Jumbo-Visma.
La apuesta de Mikel Landa
El ciclista vasco y líder de las filas del Bahrain ha dicho por activa y por pasiva su interés de disputar la victoria de etapa colocando a todos sus hombres a tirar con la necesidad de romper el grupo y poder escalar en la clasificación general de los favoritos.
Al final se quedaba solo después del trabajo de Santiago Buitrago, Damiano Caruso y Wouter Poels para buscar ganar la etapa más mágica de toda la Vuelta. El ataque de Primoz Roglic era respondido por el hombre de Bahrain sin resultado.
Entre la niebla se divisa como los hombres del Jumbo-Visma consiguen soltar a su rival y se quedan los tres juntos a falta de dos kilómetros al final de la etapa para buscar la victoria de etapa y sentenciar la Vuelta a España.
Entre la controversia se producía un momento inesperado con el ataque de Primoz Roglic que reventaba al líder Sepp Kuss que se descolgaba. La promesa de no dañar la imagen de los corredores se rompía viendo como se marchaban Primoz Roglic y Jonas Vingegaard.
La traición a Sepp Kuss
Un profesional como la copa de un pino sin querer criticar la estrategia del equipo, pero todo estaba destinado a finalizar juntos la etapa sin rivales por delante. Siempre han vendido que están a favor de la gran vuelta para el gregario de los líderes.
Ahora que tiene el maillot se ve como lo atacaban sin recompensarlo ni valorar todo su trabajo durante todo el año dentro del equipo. Un ataque que rompía la estructura perfecta del equipo y dejaba entreabierta una crisis interna más presente que nunca.
No está clara la continuada de Primoz Roglic pero lo que está claro es que Sepp Kuss debe pelear hasta el final si es que confía y sigue queriendo llegar como el maillot rojo a Madrid. En declaraciones afirmaba que no le han regalado nada y el más fuerte se lo merece.
Pero lo cierto es que siendo el propio equipo el único rival sería una forma de recompensar todo su trabajo durante el año. Las condiciones de carrera han mostrado a un inesperado gregario con madera de líder. Ahora que Primoz no pudo soltar a Jonas Vingegaard no hay más que pelear cuando eres más fuerte que todos tus rivales.