Manchester y Liverpool conforman cada una, un área metropolitana sumamente importante en Inglaterra. De hecho, el primer recorrido de ferrocarril en unir dos ciudades fue el que conectó Manchester con Liverpool. 56 km de distancia habitados por pueblos que hablan con el acento de una u otra ciudad, posicionándose en uno de los bandos de forma prácticamente involuntaria. Acentos fuertes, incapaces de distinguir para el oído inexperto, sea uno inglés o no, para rabia de los habitantes de ambas ciudades. Uno no quiere asemejarse a aquel a quien odia.

La historia quiso que estas dos ciudades crecieran juntas, Manchester se aprovechó de su canal para hacer negocios marítimos, cosa que restó poder al puerto de Liverpool, aún así uno de los más importantes de Inglaterra. Este hecho provocó que la rivalidad entre mancuinanos y liverpulienses creciera exponencialmente con el paso del tiempo. Un mero enfrentamiento vecinal, como tantos otros en el mundo, que tuvo su cúspide a finales de los 70 y principios de los 80 con el nacimiento del movimiento “casual” en estas dos ciudades. El fútbol, tan arraigado a la cultura británica, no podía quedarse fuera y vio como Manchester United y Liverpool FC han competido a lo largo de la historia por hacerse con el mayor número de títulos posible, enfatizando la rivalidad entre estas dos urbes. Everton y Manchester City no se quedan fuera del juego, y aunque sus máximos rivales sean Liverpool y United respectivamente, reservan un poco de su enemistad para ofrecérsela a United y City por lo que a los blues se refiere, y a Liverpool y Everton, por parte citizen.

Con este concepto sobrevolando el noroeste de Inglaterra llegamos al verano de 2013, cuando el Manchester United se hace con los servicios de David Moyes, entrenador durante 11 años en el banquillo de Goodison Park. Los rumores del interés de los red devils por Fellaini y Baines, las dos estrellas del Everton acrecentan una antipatía en la orilla blue del río Mersey que finalmente se vería culminada en la venta a última hora de Fellaini al Manchester United.

Aunque nuevo, el proyecto de Moyes en Old Trafford era, cuanto menos, ilusionante para sus aficionados. Se habían hecho con una nueva figura de la Premier League y con un entrenador con experiencia y del agrado de Sir Alex Fergusson. Sin embargo, la temporada no comenzó todo lo bien que se esperaba. Fellaini no ha encontrado su lugar en el campo y el técnico escocés lo tiene relegado en el banquillo. La urgencia por sumar puntos y encaramarse a la zona alta de la clasificación es vital, y tras ligar siete encuentros consecutivos sin perder, el Everton supone una dura piedra en el camino ascendente del United. Los toffees, a pesar de estrenar también un nuevo proyecto bajo el mando de Roberto Martínez, han sabido conjuntarse y formar un equipo capaz de sumar una sola derrota (frente al Man City) a estas alturas de la temporada.

Los de Manchester llegan a esta decimocuarta jornada situados en la octava plaza con 22 puntos. Dos menos que su rival de esta noche, que es quien ocupa la última plaza para competiciones europeas.

Foto: PA

Partido especial también para Rooney y Fellaini

El máximo goleador del United en estos momentos también vivirá una tarde especial al enfrentarse al equipo con el que creció y con el que debutó en la Premier League. Su actual preparador, Moyes, le dio la oportunidad de jugar en el primer equipo cuando Wayne contaba con tan sólo 16 años. Edad con la que incluso anotó su primer gol en el fútbol profesional frente al Arsenal, que vio así truncada su racha de 30 partidos sin perder. Además, con ese gol, Rooney se convirtió en el jugador más joven en marcar en la Premier League. Tras dos grandes temporadas a las órdenes de Moyes, Wayne firmó por el Manchester United en 2004. El belga, por su parte, vivirá su primer encuentro frente al equipo que defendió durante los últimos cinco años llegado del Standard de Lieja.

Las estadísticas son favorables a los de Manchester

Si a algún aficionado del United le entra el miedo en el cuerpo al pensar en el encuentro de esta noche, lo mejor que puede hacer para calmar sus nervios es echar un vistazo a las estadísticas. En ellas verá que el Everton es, tradicionalmente, un conjunto que se le da bien a su escuadra. De los últimos 21 encuentros en Premier League disputados en Old Trafford. Los locales se han alzado con la victoria hasta en 16 ocasiones. Para hallar la única victoria de los de Liverpool en el Teatro de los Sueños es necesario retroceder hasta 1992. Fue la primera vez que se encontraban estos dos equipos en la remodelada competición inglesa. Además, nadie en la Premier ha recibido más goles del Manchester United que los toffees (84). Para colmo, el Everton no está fino fuera de casa, pues tan sólo ha logrado superar a su rival en dos de los últimos 14 choques lejos de Goodison Park. La última derrota de los blues fuera de casa fue, precísamente, en Manchester. Frente al City.

“Las estadísticas están para romperse” o “la actualidad manda” son frases a las que suele recurrir el entrenador de turno, siempre que no le son favorables. Roberto Martínez, sin embargo, puede alegrarse de tener entre sus filas, al único futbolista capaz de anotar tres goles en un mismo partido en Premier League a los mancunianos: Romelu Lukaku.

Últimos cinco enfrentamientos
Febrero 2013 Manchester United 2-0 Everton
Agosto 2012 Everton 1-0 Manchester United
Abril 2012 Manchester United 4-4 Everton
Octubre 2011 Everton 0-1 Manchester United
Abril 2011 Manchester United 1-0 Everton

Van Persie es duda y Baines baja

Las grandes figuras de los dos equipos se perderán el partido, o como mínimo una de ellas. Segura es la baja de Leighton Baines, después de que el inglés se lesionase frente al Liverpool. Oviedo, que cuajó una gran actuación frente al Stoke City, será su sustituto. Van Persie será duda hasta los momentos previos, pero parece que el holandés podría gozar de algunos minutos.

Posibles alineaciones