Según la RAE, polivalente tiene tres acepciones. La primera de ellas es que "vale para muchas cosas". La segunda, que está "dotado de varias valencias o eficacias. Se dice principalmente de los sueros y vacunas curativos cuando poseen acción contra varios microbios". La última, una tercera acepción habla del aspecto quimíco: "Se dice de los elementos que tienen varias valencias". La primera de ellas es la que se podría escoger y enmarcar a su lado la foto de Philipp Lahm.

Ha pasado más de una década desde que el joven Philipp Lahm, natural de Múnich, debutara en la Bundesliga en las filas del Stuttgart. Llegó al Stuttgart en calidad de cedido como una de las mayores promesas muniquesas. Y no defraudó. En su vuelta a casa, en 2005, tuvo que lidiar con un problema de rodilla que retrasó su vuelta. Una vez superado esto, el jugador se convirtió en uno de los mejores en su puesto.   

Philipp Lahm es el jugador perfecto para cualquier equipo

Si hay algún jugador que aglutina en la actualidad los valores del fútbol alemán o, al menos, la gran mayoría, ese es Philipp Lahm. El espíritu de equipo, la lucha, la garra, la obsesión por el ataque juega a su favor. Quizá el punto débil que tenga ahora, con casi 31 años, es que la rapidez le ha abandonado. Para ser sinceros, la velocidad nunca fue su punto fuerte, como en el gol de la final de la Eurocopa en 2008 donde el avión Fernando Torres fue inalcanzable al sprint para el alemán.

Algo que le honra es que ha sido capaz de paliar este problema con la buena colocación de la que ha podido, y puede, presumir durante toda su carrera. El número de partidos en sus botas y la experiencia adquirida le han permitido ser el ojo derecho de sus entrenadores. Ahora, Pep Guardiola le confía posiciones que requieren menos capacidad de explosión y recuperación y le coloca en el centro del campo.

Philipp Lahm: de lateral izquierdo a todoterreno

Es su buena colocación y excelente toque con el balón lo que le ha permitido ser el perfecto recambio en el centro del campo. Es cierto que la posición natural de Lahm es la de lateral izquierdo, pero en el derecho también ha jugador muchos partidos y muy bien. Quién le ha visto y quién le ve ahora. En el Bayern, es un parche en el centro del campo ante un ausencia de otro jugador, pero, para Joachim Löw, es la primera opción para jugar en dicha posición.

En una posición u otra, Philipp Lahm rinde al máximo y ante la realidad de que ya tiene una edad, pese a su cara de niño con los mofletes rojos en cada partido debido al cansancio, nunca es tarde para "reciclarse" en otra posición sin que el entrenador haciendo esta reconversión, cometa una temeridad.