El pasado 4 de marzo un futbolista logró poner en pie a todo un estadio que coreaba su nombre. Los aplausos de la hinchada de ambos equipos se unificaron creando una atmósfera de agradecimiento a Jonás Gutiérrez. El argentino recibió en St. James' Park la mayor ovación de su vida, un reconocimiento de la afición que ha vivido de cerca uno de los mayores ejemplos de superación del fútbol.

"Que todos sepan que aparecen piedras en el camino, pero que con fuerza se pueden saltar". El galgo volvió a sentirse futbolista tras un año y medio centrado en ganar el partido más difícil de su vida, el que disputó -y acabó ganando- contra el cáncer.

Primeros pasos en el fútbol de élite

En 2005 el Mallorca le ofreció un contrato a Jonás, que con 22 años estaba deslumbrando en el Vélez Sarfield, un equipo del oeste de Buenos Aires. Gutiérrez vivió tres temporadas como titular en el club balear y su rendimiento en La Liga no pasó desapercibido para el Newcastle United, un histórico del fútbol británico que desembolsó 2,6 millones de euros en 2008 para hacerse con sus servicios.

El centrocampista disputó 138 partidos en sus primeras cinco temporadas en el equipo inglés. Disfrutaba de ser uno de los baluartes del equipo, pero su gran momento se truncó el 19 de mayo de 2013, cuando, tras un golpe fortuito con Bacary Sagna en un partido contra el Arsenal, empieza a tener molestias testiculares. El futbolista no le dio importancia al tema porque imaginaba que los dolores serían aún resquicios del golpe, pero tras la persistencia de los mismos durante meses, el centrocampista acudiría a un especialista en septiembre. Los médicos del club le dieron la mala noticia: tenía un tumor en el testículo derecho y había que estirparlo con urgencia.

La primera piedra en el camino

Jonás se derrumbó al conocer el diagnóstico: "Salí llorando del médico, y lo primero que hice fue contarle a mi papá que me querían operar". Y decidió volar a Argentina para ser intervenido allí, rodeado de su familia.

La extirpación del testículo se realizó con éxito y, tras unas semanas de reposo post-operatorio, el porteño volvió a Newcastle para retomar su vida. Pero desde el primer día notó que nada volvería a ser como antes.

Gutiérrez volvió a los entrenos en noviembre para recuperar la forma perdida por su periodo de inactividad, pero el mundo se le vino encima cuando Alan Pardew, entrenador en 2013 de los urracas, le comunicó que no contaba con él: "Volví a Inglaterra y, al mes y medio de entrenar, el míster me dijo que me buscara otro club".

"Salí llorando del médico, y lo primero que hice fue contarle a mi papá que me querían operar"

El Norwich City fue el principal interesado en hacerse con sus servicios y consumó un acuerdo de cesión con el Newcastle United en el mercado de invierno. La participación de Jonás en su nuevo conjunto fue insignificante (tan sólo jugó cuatro partidos) debido a su falta de ritmo en competición.

Jonás Gutiérrez en su primer partido con el Norwich | Foto: edp24.co.uk
El argentino en su debut con el Norwich | Imagen: edp24.co.uk

"Borrón y cuenta nueva" debió pensar el argentino al finalizar un año para el olvido. Para evadirse de todo ocurrido, el centrocampista se fue de vacaciones con amigos a Las Vegas. Pero al volver a la disciplina futbolística, la vida le volvió a castigar. La primera semana de pretemporada se sometió a un control rutinario que mostró que el tumor se había expandido y debía tratarse con quimioterapia.

El alejamiento del fútbol para tratarse con quimio

El porteño se despidió de los terrenos de juego sin poner fecha de regreso, pues debía concentrarse para hacerle frente al tratamiento y superar "el partido más difícil que se puede jugar".

"El apoyo que he recibido de diferente clubes de todo el mundo, sin importar los colores, me ha ayudado a seguir peleando", apuntó un agradecido Jonás en una entrevista que concedió a los medios en la fase final de su tratamiento. Varios amigos del centrocampista se raparon el pelo en señal de apoyo y el mundo del fútbol no paró de mandar mensajes de ánimo, sobre todo a través de las redes sociales.

El centrocampista disputó 138 partidos en sus primeras cinco temporadas en el Newcastle United

Tras más de cinco meses de tratamiento, el incansable galgo volvió al fútbol con más ilusión que nunca. Su reaparición tuvo lugar el pasado cuatro de marzo en la derrota por la mínima ante el Manchester United. Jonás Gutiérrez volvía a St. James Park, dónde había deslumbrado años atrás, y su recibimiento fue el merecido. La estridente ovación parecía interminable pues la hinchada no veía el momento en el que parar de aplaudir.

La perfecta comunión entre jugador y afición aún viviría un momento más emotivo. El galgo volvió al fútbol por algo más que por retomar su vida, regresó a los campos porque estaba convencido que debía algo a este deporte.

“Le anotamos en fútbol para luchar contra una parálisis”

Jonás Gutiérrez sufrió un infarto de miocardio cuando tenía tan sólo año y medio. El ataque al corazón, tras un proceso febril, casi acaba con su vida, pero salió adelante gracias a una rápida intervención médica, aunque debido a la obstrucción de la sangre, la mitad izquierda de su cuerpo quedó prácticamente paralizada. El médico recomendó a sus padres que el pequeño Jonás realizara algún tipo de actividad física. Su padre, Ricardo Gutiérrez, recordó en una entrevista el motivo por el cual el actual jugador del Newcastle United comenzó a jugar a fútbol: “A los 3 años empezó a hacer fútbol, pero sólo para ejercitar el cuerpo y evitar las secuelas”.

La prueba definitiva de que la vida de Jonás estaría siempre unida al fútbol ocurrió cuando tenía tan solo 10 años. El día que el entrenador del preinfantil del Vélez Sarfield debía anunciar quiénes serían los jugadores federados para la próxima temporada, su abuela, a la que estaba fuertemente unido, falleció de manera repentina. La madre del centrocampista se lo comunicó al entrenador y le dijo: "Si tiene una buena noticia désela a él, si no, me la da a mí; dos golpes en un día no".

“A los 3 años empezó a hacer fútbol pero sólo para ejercitar el cuerpo y evitar las secuelas”

A día de hoy no se sabe por qué el entrenador acabó federando a Jonás. Quizá fue por méritos futbolísticos, por compasión, por destino, o un poco de todo. Lo que si sabemos es que justo ese día, uno de los más tristes en la vida del galgo, comenzó su carrera y empezó a gestarse ese éxito que, entre otras cosas, le llevó a ser mundialista en 2010, representando a la selección argentina que dirigía Diego Armando Maradona.

El fútbol le salvó de una parálisis parcial e hizo un poco más fácil de sobrellevar uno de los momentos más difíciles que ha pasado. Jonás le debía algo al fútbol, le debía la vida. Y se la devolvió.

24 de mayo: el día que el destino miró a los ojos a Jonás Gutiérrez

El Newcastle United se presentaba a la última jornada de liga con posibilidades de descender, pero dependiendo de sí mismo, por lo cual, firmar una victoria ante el West Ham era sinónimo de seguir un año más en Premier League.

El destino le dio la oportunidad que le debía. Jonás, que jugó el encuentro desde el lateral izquierdo, se movió como nunca por el césped del St. James Park: recuperó más balones que nadie (13) y fue participe directo de los dos goles que logró su equipo.

Como si de un guión de cine se tratara, el protagonismo del partido -y de la jornada- estaba guardado para el luchador incansable que se propuso vencer al descenso meses despues de hacer lo propio con el cáncer. De sus botas salió el centro que remató Sissokó en el 1-0 y el segundo gol, a cinco minutos del final, que selló la permanencia del conjunto de Newcastle upon Tyne. Un tanto que sonó a despedida ya que la directiva comunicó recientemente que no renovará su contrato.

Jonás celebra su gol ante el West Ham | Imagen: Diario Olé

"De mi enfermedad he aprendido dos cosas. Como apoyar a un jugador (fans del Newcastle) y como dejarlo solo (dueño del Newcastle)" declaró en twitter el argentino, muy molesto tras el último partido al conocer la decisión del club.

El galgo cabalgará por otro césped la próxima temporada pero ha dejado una huella imborrable en la historia del club. Llegó al equipo como Jonás Gutiérrez, y se marcha como El héroe de St. James Park.