Un territorio inexplorado. Así es la idea que tiene el aficionado español al balompié sobre el fútbol colombiano. Si bien es cierto que gracias a jugadores como James Rodríguez, Radamel Falcao o Jackson Martínez, el país cafetero se ha dado a conocer al mundo, la liga colombiana continúa siendo una completa desconocida en prácticamente todo el viejo contienente. Quizás al lector le suene el Millonarios, el club donde despuntó Di Stéfano antes de llegar al Real Madrid, pero a muy pocos les sonará el equipo de los tiburones. Un cojunto erigido en la Barranquilla de los años veinte y que poco ha logrado hacerse un nombre en el fútbol sudamericano.

Colombia y su fútbol no se entienden sin el Junior de Barranquilla. El conjunto rojiblanco, el tercero más antiguo del país, se ha asentado definitivamente como uno de los históricos de la CONMEBOL pese a haber entrado en declive en los últimos años. En la presente edición torneo clausura colombiano, el equipo sólo ha sumado cuatro puntos en las cuatro primeras jornadas ligueras, y se encuentra en tierra de nadie en la undécima posición. Su último gran triunfo data del Torneo Clausura 2011, donde de hicieron con el trofeo a costa del Once Caldas.

El Junior ha ganado la Liga colombiana en siete ocasiones

El lector se para para reflexionar sobre la importancia de este equipo en el fútbol mundial, que en principio parece completamente nula. Sin embargo, cuando se enumeran los jugadores que han desputado en todo el mundo y que en su día vistieron la camisa del Junior, el conjunto de Barranquilla empieza a coger más protagonismo. Jugadores como Carlos 'el pibe' Valderrama, Roberto 'el flaco' Meléndez, el mitíco Garrincha y más recientemente Teo Gutiérrez o el mismísimo Carlos Bacca deslumbraron en su momento en el Metropolitano.

Los primeros hilos del equipo se formaron en un lejano 7 de agosto de 1924, cuando un grupo de estudiantes quiso representar a los barrios de San Roque y Rebolo de Barranquilla en el fútbol cafetero. Aquellos míticos 29 fundaron lo que en su momento se llamó Juventud Infantil. Pocos meses después, el equipo disputaba su primer partido oficial en la plaza 7 de abril, donde venció (2-1) al Argentina FBC.

En menos de veinte años ya era el club más popular no sólo de Barranquilla, sino de toda Colombia, y el equipo empezaba a darse a conocer internacionalmente de la mano de Jack Greenwell, mítico jugador británico que despuntó en los inicios del Barcelona. Del Juventud Junior saldría Roberto Meléndez, el primer jugador cafetero en ser transferido al extranjero.

Tal era su popularidad que en 1945 fue escogido para representar a todo el país en el Torneo Suramericano del fútbol. Y pese a que recibió importantes goleadas (7-0 ante Uruguay o 9-1 ante Argentina), el simple hecho de representar a toda la nación en un campeonato internacional ya era un mérito más que suficiente. Finalmente, el equipo finalizó quinto aquel torneo, por delante de Bolivia y Ecuador.

A medida que pasban los años y sobre todo a principios de la década de los 50, el equipo de Barranquilla fue destronado de la élite. Era el Millonarios, con Alfredo Di Stéfano a la cabeza, el que le arrebataba la corona ganando cuatro títulos ligueros en tan sólo cinco años. A medida que pasaba el tiempo, el equipo empezaba a caer en el olvido. El Junior necesitaba a un jugador reconocido internacionalmente. Un jugador que fuera la personificación del juego de la época, el llamado Jogo Bonito. Necesitaba a Manuel Francisco dos Santos. Necesitaba a Garrincha. El mítico compañero inseparable de Pelé quiso pasar los últimos años de su carrera en Colombia, y eligio a los tiburones como destino. Puede que con Garrincha el equipo no ganara ningún título, pero volvieron a las portadas y la primera línea del fútbol sudamericano.

Casi 50 años después de su fundación, llegaría la ansiada consagración. En 1971 participan en su primera Copa Libertadores, donde quedan últimos de grupo con cuatro puntos, a sólo tres de la clasificación. Pero sería seis años más tarde cuando alcanzarían la eternidad. Las llegadas de Eduardo "El Indio" Solari y Alfredo "El Maestrico" Arango hacían del Junior uno de los favoritos a alzarse con el torneo apertura, consiguiéndolo por primera vez en su historia. El equipo ofrecía un juego distinto, un inusual 4-2-1-2-1 con el que triunfaron de manera solvente.

Once titular del Junior en el Torneo Aperura 1977

Pese a haber tocado el cielo, la mejor etapa de la historia de los tiburones estaba por escribir. Y es que en uno de los históricos de Colombia no podía faltar la participación del mejor jugador cafetero de todos los tiempos. La llegada de Carlos Valderrama al Metropolitano desató tanta pasión como polémica. El pasado de el pibe en Millonarios hacía que se dudara de su compromiso con el equipo rojiblanco. Un compromiso que ratificó a bases de actuaciones memorables que llevaron al Junior a lo más alto.

De esta manera y con Valderrama como líder, el Junior cosechó dos títulos ligueros en apenas tres años, en 1993 y 1995. Aparte del mítcio jugador, colaboraron en gran manera los goles de Miguel Guerrero (34) y de Iván Valenciano (24), convirtiéndose en los máximos goleadores de aquellas dos ediciones. Sus históricas celebraciones de los goles, dando vueltas y vueltas al banderín del córner, dieron la vuelta al mundo y volvió el reconocimiento del planeta fútbol.

La última dentellada de los tiburones

Y mientras Valderrama ponía patas arribas el Metropolitano, en las calles de Puerto Colombia y más adelante en Barranquilla se criaba una de las joyas de la cantera del Junior. El hijo pródigo de los tiburones empezaba a dar sus primeras dentelladas en el mundo del fútbol. Carlos Bacca fue el buque insignia del equipo rojiblanco desde 2006 hasta 2011, y brindó a los suyos 51 goles y 24 asistencias en 97 partidos.

Fue entonces cuando el equipo se preparó para su gran conquista. El torneo clausura 2011 era el objetivo en la mente de todos, y con Bacca como referencia ofensiva, el equipo logró uno de los mejores años de su historia. Contra todo pronóstico acabaron primeros la fase regular con 31 puntos en una apretadísima competición donde hubo tres puntos de diferencia entre el primer y quinto clasificado.

El Junior vencería a Millonarios y Once Caldas en los penaltis

Y ya en las eliminatorias por el título, el equipo tuvo que sufrir para llevarse el ansiado trofeo. Unas semifinales y una final marcadas por su tensión, puesto que los dos combates tuvieron el mismo final: la tanda de penaltis. En primer lugar ante Millonarios, donde remontaron de forma épica un 0-3 en contra en la ida. Y ya en la final frente a Once Caldas, al que vencieron desde los once metros por 4-2.

91 años han pasado desde aquella unión de los barrios San Roque y Rebolo. Tanto el Romelio Martínez como el Metropolitano han visto jugar a los mejores jugadores de América. Campeones del mundo y destacados del viejo contienente han hecho escala en Barranquilla para jugar en el equipo rojiblanco y también como rival. Desde Di Stéfano hasta Riquelme pasando por Garrincha, Valderrama y compañía. Sin tener mucho peso en europa, el Junior de Barranquilla es y será uno de los clubes con más renombre de la CONMEBOL. Los tiburones acechan ahora a su próxima presa, la Copa Libertadores.