La historia del fútbol está llena de acontecimientos increíbles, dignos de toda imaginación literaria y que pudieron haber sido sacados de alguna mente maestra de la escritura que decidiera darle un giro drástico a cualquiera de sus historias. Jugadas milagrosas, polémicas que trasciendente las barreras del tiempo, personajes con anécdotas increíbles y tragedias que despedazan el alma de cualquiera, son parte de lo que se puede encontrar en el cóctel anecdótico del deporte más apasionante del planeta.

Pero, también, hay historias que dieron giros importantes en diversas realidades, registros que impulsaron cambios estructurales y que dejaron ver las dimensiones colosales que pueden existir entre realidades futbolísticas opuestas dentro de una misma región. Ese es el caso del partido Australia - Samoa Americana, el cual cuenta con el placer de ser la mayor goleada del fútbol profesional registrada en la historia. Un 31-0 en favor de los 'socceroos', fue la gota que derramó el vaso en una federación australiana en pleno auge y que comenzaba a verse limitada por el poco o nulo crecimiento de sus rivales en el área, lo que los llevo a solicitar su transferencia a la Confederación Asiática de Fútbol tras este histórico partido.

Australia, la cenicienta mundial que quería crecer

Para el año 2001, momento justo donde se encuadra el apabullante 31-0, Australia era considerada una de las selecciones con mayor crecimiento en el mundo. Condenada a vivir una y otra vez el amargo terror de los repechajes contra CONMEBOL para aspirar a una Copa del Mundo, los soceroos había realizado grandes inversiones en sus bases futbolísticas y comenzaban a exportar jugadores hacia Inglaterra, Escocia o países de menor renta en Europa. Por su parte, entrenados por Frank Farina, los canguros daban muestra de ser una selección potencialmente peligrosa para aquel que quedara 5º lugar de la CONMEBOL, rival que se mediría al 1º lugar de la OFC por un boleto hacia Corea-Japón 2002.

Para el año 2001, Australia era considerada una de las selecciones con mayor crecimiento en el mundo

Con un juego práctico, aunque con ciertos matices de buen trato del esférico, Australia apostaba a la fortaleza física de sus jugadores, aderezando su idea de juego con el sentir futbolístico de jugadores como Archie Thompson o David Zdrilic, los más dotados técnicamente en ese entonces. Para ello, se encomendaban a las manos de Frank Farina, ex jugador australiano que había militado con buena trayectoria en equipos como el Brujas de Bélgica, el Lille de Francia y el Bari de Italia, además de ser un histórico seleccionado australiano. En este contexto, Australia venía en pleno ascenso y amenazaba con seguir creciendo hasta devorar por completo a todos los rivales de la OFC, incluído su némesis histórico: Nueva Zelanda.

Frank Farina fue el Mejor Jugador Australiano en 1988. // (Foto de generazioneditalenti.it)

Sin embargo, el crecimiento soceroo no era cuestión de solo el 2001. Desde 1994, Australia venía disputando una serie de repechajes rumnbo a las Copas del Mundo que lo situaban cerca de un crecimiento futbolístico exponencial, aunque sin dar todavía el kilometraje necesario para alcanzarlo. La caída ante Argentina en 1994, ante Irán en 1998 (donde quedaron eliminados por el gol de visitante al empatar 2-2 en Melbourne y 1-1 en Teherán) abrían paso a un equipo que alzaba la mano en su deseo por crecer, pero que siempre encontraba la resistencia del mayor rodaje profesional de sus rivales externos rumbo a los mundiales.

Australia prometía una explosión futbolística en cualquier momento. Y ese momento llegó una tarde de Abril de 2001

No obstante, el registro de Australia contaba con la participación en la Copa del Mundo de Alemania 1974 y el sorprendente subcampeonato en la Copa Confederaciones de 1997, donde cayeron ante Brasil en la final, después de haberle arrancado un sorprendete 0-0 en Fase de Grupos de dicho torneo. De igual forma, su dominio en la OFC era evidente, por lo que los australianos comenzaban a verse demasiado alto con respecto a sus rivales de confederación. Sin duda alguna, Australia prometía una explosión futbolística en cualquier momento. Y ese momento llegó una tarde de Abril de 2001, la que ratificó que a los soceroos ya les quedaba demasiado pequeña su propia confederación.

La masacre de Coffs Harbour

Es así como llegamos al fatídico 11 de Abril de 2001. Hasta ese entonces, la mayor goleada del fútbol profesional había sido registrada un 2 de Agosto de 1971. Sin embargo, en el condado de Coffs Harbour, Nueva Gales del Sur, Australia, estaba por escribirse una página que superaría ese 30-0 de Tahití a las Islas Cook. El partido arrancó con muchas variantes del lado australiano. Farina, consciente de que dominaba su grupo y se encaminaba hacia el partido decisivo ante el ganador del otro grupo de la OFC, se guardó a sus mejores hombres para este partido. Harry Kewell, Mark Viduka, Mark Boesnich, Paul Okon, Paul D'Agostino y los juveniles Tim Cahill y Mark Bresciano, revelaciones australianas, verían actividad ante Samoa Americana, aunque se se destacaban los hermanos Vidmar, Craig Moore, Tony Popovic y Archie Thompson.

En los primeros diez minutos, la figura del partido fue el guardameta Nick Salapu, quien realizó un total de siete atajadas en ese período del encuentro

Con el pitazo inicial el reflejo del partido quedó claramente marcado. Australia tomó el balón y no dejó que Samoa Americana lo tocara. El tránsito en zona media fue rápidamente absorbido por los soceroos, quienes veían como los samoanos se replegaban en su zona y simplemente retrocedían ante la sucesión de pases de sus rivales. En los primeros diez minutos, la figura del partido fue el guardameta Nick Salapu, quien realizó un total de siete atajadas en ese período del encuentro. Sin embargo, al 10', un balón largo tomó mal parado al marcador derecho de Samoa y vio como Zdrilic se escapaba por el costado, colocaba un centro medido que Colosimo bajaba de cabeza y dejaba que Boutsianis llegara solo a rematar para vencer a Salapu y abrir el marcador.

Con Boutsianis abrió el marcador ante Samoa. // (Foto de zimbio.com)

Tras este gol, apenas dos minutos después, al 12', Archie Thompson abriría su registro personal en este encuentro y comenzaría a hilvanar lo que sería otro récord mundial para los libros del fútbol internacional. Esa misma noche, Thompson batió el récord que ostentaban Souphus Nielsen (Dinamarca) y Gottfried Füchs (Alemania) desde los Juegos Olímpicos de Londres 1908 y Estocolmo 1912, respectivamente. El australiano marcó nada más que 13 goles ante Samoa Americana y superó así los 10 goles del danés y el alemán en partidos de fútbol en torneos oficiales a nivel de selecciones. Además, Thompson igualó al escocés John Petrie quien, hasta entonces, era el máximo goleador en un solo partido de fútbol oficial al marcar 13 tantos con el Arbroath FC ante el Bon Accord en un partido de la Copa de Escocia de 1885.

El australiano marcó 13 goles y superó los 10 del danés y el alemán en partidos de fútbol en torneos oficiales a nivel de selecciones

Pero, volviendo al partido, Thompson fue el que definitivamente abrió la cascada de goles ya que, casi con apenas un minuto de diferencia, llegaron los tantos de Zdrilic, Vidmar, Popovic y la cuenta ampliada del mismo Thompson para cerrar el primer tiempo con un histórico 16-0 en favor de Australia. El International Sports Stadium no hacía nada más que cantar y corear jugadas y goles sin parar. Australia dominaba a placer el partido y la imagen del entrenador de Samoa Americana, Tunoa Lui, era contundente. El estratega samoano no hacía más que estar petrificado en su área técnica sin vociferar nada, sin reacción alguna y sin ideas de cómo frenar la demolición soccera. El entrenador era el reflejo del equipo.

Archie Thompson hizo historia junto a su selección en ese partido. // (Foto de theroar.com)

La historia del segundo tiempo fue prácticamente la misma. Australia no bajó la marcha goleadora como si tuviera sed de goles. El grado de canibalismo y salvajismo futbolístico mostrado por los socceroos fue sin igual. Parecían querer enviar un mensaje, dejar en claro que la OFC era poco para ellos y que anhelaban, al grado de caer en una ambición maquiavélica, dar el salto hacia un reto mayor que los obligara a crecer todavía más como equipo. Farina no dio orden de detener la masacre y el equipo aceleró todavía más, aunque con cierto grado menor de verticalidad y volviéndose más horizontal en sus posesiones de balón extremadamente largas.

El grado de canibalismo y salvajismo futbolístico mostrado por los socceroos fue sin igual. Parecían querer enviar un mensaje dejar en claro que la OFC era poco para ellos

La cuenta goleadora de la segunda mitad se abrío al 47' y, desde ahí, los goles tuvieron lapsos más prolongados entre cada uno. Sin embargo, Nick Sarapu volvió a ser héroe de su equipo al acumular la impresionante cifra de 12 atajadas en la segunda parte, las cuales, sumadas a las 11 del primer tiempo le dejaron con la cifra de 23 atajadas en un solo partido de fútbol, algo que, para suerte samoana, evitó un escándalo todavía mayor en el resultado. Farina realizó apenas dos movimientos, retirando a Vidmar y Popovic del centro de la zaga y haciendo ingresar a Miller y de Amecis, volante ofensivo y delantero respectivamente, dejando en claro que no sentía peligrosidad alguna de parte de su rival.

El partido terminaba con un claro 31-0 en favor de Australia, dejando de lado la historia agostina de Tahití e Islas Cook y registrando una goleada histórica en la OFC y la FIFA. Sin embargo, el impacto momentáneo fue de tal magnitud que generó confusión en todos los sectores del International Stadium. Primero, el tablero del estadio registraba un 32-0 en favor de Australia; luego, varios periodistas locales tenía anotaciones con 33-0 o hasta 34-0 en favor de los socceroos. No fue hasta que los delegados de la FIFA revisaron la cinta del encuentro que se determinó el 31-0 final, con los 13 goles de Archie Thompson, y se dio paso a la oficialización del resultado prácticamente tres horas después de finalizado el encuentro.

Australia fija su mirada en Asia

Una victoria tan extrema alegraría a cualquiera. Sin embargo, ese no fue el caso de Frank Farina y sus dirigidos. Tras el encuentro, el entrenador socceroo se mostró decepcionado por las facilidades que Samoa Americana había concedido y dijo sentirse frustrado por el bajo nivel que su equipo venía enfrentando desde ya varios años, algo que les perjudicaba al momento de salir de la OFC para enfrentar otro tipo de rivales. "Es increíble lo bajo de estos partidos. Enfrentamos equipos semi amateurs en toda una eliminatoria para luego medirnos a grandes potencias mundiales. Esto no nos ayuda en nada. Esa es la razón por la que las repescas mundialistas nos son tan complicadas", expresó Farina.

"Enfrentamos equipos semi amateurs en toda una eliminatoria para luego medirnos a grandes potencias mundiales. Esa es la razón por la que las repescas mundialistas nos son tan complicadas"

Por su parte, Archie Thompson dijo sentirse feliz por tener un récord goleador como el que consiguió en ese entonces, pero también dejó en claro que partidos como ese no son nada beneficiosos para el fútbol de su país. "Es una alegría ser parte de la historia. Pero no es el el nivel que realmente enfrentaremos en rondas posteriores ante otros rivales. Este resultado no es digno de festejarse. Nos puede ser contraproducente y engañarnos sobre nuestra realidad ya fuera de Oceanía. Es hora de generar un cambio. Necesitamos crecer y nuestra región ya no nos ofrece las condiciones para ello. Esto nos perjudica mucho", declaró el jugador en la conferencia de prensa posterior al encuentro.

Las declaraciones de Farina y Thompson, sumadas a las de Tony Vidmar a su llegara a Escocia tras la fecha FIFA de ese entonces, hicieron que los dirigentes de la OFC se mostraran indignados ante las críticas socceras al nivel de juego de su confederación y defendieron a capa y espada lo hecho por los miembros de dicha región. El propio presidente de la OFC, Basil Scarsella, dijo sentirse molesto por las palabras de Farina y exhortó a la federación australiana a disculparse públicamente por ello. El debate se alargó por varios meses, aunque la federación de los socceroos emitió un comunicado disculpándose por el "malentendido" que pudieran causar las declaraciones de su entrenador, pero reafirmando su deseo por una pronta intervención de la FIFA para generar crecimiento en la OFC "por el bien del fútbol oceánico".

Los meses pasaron y Australia, como era de esperarse, se impuso a todos sus rivales en la OFC, llegando a arañar la clasificación al mundial al caer ante Uruguay. Una victoria en Sidney por 1-0 abrió la esperanza del sueño mundialista, pero la derrota de 3-0 en Montevideo dejó en claro que los socceroos necesitaban algo más para poder crecer. Sin embargo, la controversia no se detuvo y, tras el fracaso ante los charrúas, la Federación Australiana de Fútbol presentara formalmente su petición ante la FIFA, para un efectivo traslado a la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), argumentando un deseo por crecer futbolísticamente y una ambición por generar mayor interés en el fútbol dentro del territorio australiano.

Tras el fracaso ante los charrúas, la Federación Australiana de Fútbol presentara formalmente su petición ante la FIFA, para un efectivo traslado a la Confederación Asiática de Fútbol (AFC)

La OFC, rápidamente, mostró su descontentó y no alteró en nada el sistema de eliminación de su región para la Copa del Mundo de Alemania 2006. Pero la falicidad con que los socceroos se impusieron a todos sus rivales, incluido Nueva Zelanda, y la heróica forma en cómo eliminaron a Uruguay y se clasificaron a su segundo mundial hizo que, posterior a la Copa del Mundo, donde los australianos alcanzaron un histórico lugar en Octavos de Final, la FIFA aprobará el traslado de Australia hacia la AFC, haciéndose efectivo desde el 1 de Enero de 2006 hasta la fecha, siendo la Copa Asiática de 2007 el primer torneo oficial que los socceroos disputaron como parte del cúmulo asiático de seleccioens FIFA.

Rápidamente, Australia se adaptó de maravilla a la AFC, siendo Cuarto Finalista en la Copa Asiática de 2007, Finalista en la 2011 y Campeón en esta última edición en la 2015, además de estar presente en las Copas del Mundo de 2010 y 2014 sin enfrentar mayores problemas en su clasificación. El cambio, producto de aquel 31-0 ante Samoa Americana, ha terminado beneficiando a Australia, quien ha impulsado su fútbol a nuevos niveles competitivos, siendo un equipo cotizado para Amistosos Internacionales en Fechas FIFA y protagonista en cada Copa del Mundo dentro de los representantes asiáticos. La evolución había sido alcanzada, siendo el 31-0 la graduación soccera hacia un nuevo horizonte futbolístico.

Apuntes Finales

Si bien la goleada histórica del 2 de Agosto de Tahití a Islas Cook por 30-0 es la que forma parte de los registros, cabe mencionar que fue, precisamente, la del 31-0 de Australia sobre Samoa Americana la que no solo superó el récord sino que desencadenó un cambio radical en el mapa futbolístico mundial. La conclusión australiana de que en la OFC no podían crecer más y su deseo por formar parte de la AFC fue algo que se originó a partir de los 13 goles de Archie Thompson y el tablero reflejando un 32-0 que, al final, fue oficialmente un 31-0, al prueba contundente que Australia ya no cabía en Oceanía. Es así como, más allá de un simple registro, el partido entre Australia y Samoa Americana es parte de un cambio rotundo en la historia del fútbol mundial y la confirmación de que los canguros iban saltando hacia un futuro glorioso en tierras extrañas. Bien dice el dicho que "Nadie es profeta en su tierra".

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Sobre el autor
Jonathan Josué Laguán
Salvadoreño. Comunicación Social. Productor Radiofónico y Escritor Freelance. Coordinador Adjunto en Alemania VAVEL. Fútbol es Pasión y Vida. Dios es Todo.