La Supertaça Cândido de Oliveira es la apertura de la temporada futbolística en Portugal. El campeón de la Liga Portuguesa y el de la Taça de Portugal disputan el primer trofeo. En la última edición disputada en el Estádio do Algarve, Benfica y Sporting de Portugal protagonizaron un excelente comienzo de una temporada ilusionante. Jorge Jesus, en este caso en el bando sportinguista, salió vencedor sobre su ex equipo y revalidó el título que había ganado la campaña pasada, consiguiendo así el Sporting de Portugal su octava Supertaça. Pero, ¿quién fue el hombre que da nombre al primer título de la temporada en el país vecino?

Cândido de Oliveira, nacido en 1896 en Fronteira, pueblo del Alentejo, fue jugador de fútbol, entrenador, seleccionador nacional, periodista, escritor y político. Hombre polifacético donde los haya, que además en todas estas actividades consiguió dotar una personalidad propia de la famosa escuela Casa Pia, donde estudió, tras quedarse huérfano. Hablar de Cândido de Oliveira es hablar de un hombre al que el fútbol portugués le debe mucho. Pero no solo fue importante en el ámbito deportivo, sino que fue un fuerte defensor de la democracia en tiempos oscuros en Europa.

En pleno Estado Novo, Cândido de Oliveira se opuso fuertemente a los regimenes fascistas de la época

Demócrata convicto, el alentejano se oponía a los regímenes fascistas de la época y por eso colaboró con el Special Operations Executive, siendo una especie de agente secreto de los ingleses. La policía política lo arrestó el día 1 de marzo de 1942 por preparar una formación de resistencia a una eventual invasión nazi a Portugal. Cândido de Oliveira nunca negó sus intenciones de formar parte de esta resistencia a los alemanes y fue desterrado al campo de concentración de Tarrafal, al cual él mismo designo como el “Pantano de la Muerte”. Fue liberado 18 meses despúes, cuando la derrota de Alemania era inminente en 1944. Estos meses en prisión no consiguieron destruir su pensamiento de defensa de la democracia. Por eso, años más tarde aceptó una misión específica de transmisiones de un movimiento militar, que acabaría fracasando. Después de la Revolución de los Claveles de 1974, de manera póstuma se publicó un libro donde Cândido de Oliveira contaba su experiencia en Tarrafal.

Fue en su niñez, siendo estudiante de la Casa Pia, cuando Cândido de Oliveira comenzó a jugar al fútbol. En 1914, Cândido de Oliveira decide jugar en el Benfica, donde fue campeón tres veces. Por entonces era un excelente mediocentro, con gran capacidad de mando y con gran visión de pase, que hicieron de él uno de los mejores jugadores del momento. Mas, fuertemente ligado a la Casa Pia, en 1920 decide crear el Casa Pia Atlético Clube, con el que consiguió el título regional el primer año de la historia del club. Más tarde, pasó a ser presidente de dicho club en dos periodos de tiempo, comprendidos entre 1927 y 1928 y entre 1934 y 1936. Además, estuvo presente en varios de los grandes hitos de la historia del fútbol portugués. Para comenzar, fue el primer capitán de la historia de la Selección Portuguesa de Fútbol, durante un partido disputado en Madrid en 1921 frente a la Selección Española, que acabo con derrota para el conjunto portugués.

En el ámbito deportivo, protagonizó varios de los momentos más importantes de la historia del fútbol luso

Ya como técnico, fue entrenador del Sporting de Portugal de los “Cinco Violinos”. En este periodo de cuatro años (1945-1949), consiguió seis títulos con el Sporting de Portugal. Además, fue seleccionador portugués durante cuatro periodos, uno de ellos en 1928, cuando la Selección viajó a Amsterdam para disputar los Juegos Olímpicos, primer gran campeonato donde participaría el país luso, y en el que realizaron un gran papel. Tras su terrible experiencia en Tarrafal y ser liberado en 1944, se le volvió a ofrecer el puesto de seleccionador nacional, que aceptó por la gran pasión que sentía hacia el fútbol. En 1950 marchó a Brasil, donde dirigió al Flamengo durante una temporada, antes de volver a entrenar a la Selección Nacional. En los últimos compases de su carrera como técnico, entrenó dos años a otro de los tres grandes clubes de Portugal, en este caso al FC Porto, y un último año dirigiendo al Académica de Coimbra, ya que adoraba la ciudad por su vida tranquila y por la multitud de conversaciones y tertulias de esta ciudad universitaria. En este último periodo como técnico, se empapó de la cultura que emanaba de una ciudad como Coimbra, por la que deambulaba entre la Universidad, los cafés y el estadio.

Además, fue el creador del periódico portugués “A Bola” junto con António Ribeiro dos Reis en 1945. Junto con el deporte rey, el periodismo fue su gran pasión. Escribió artículos memorables, muchos de ellos que alcanzaban a instituciones de gobierno como la censura, que siempre estuvo atenta a la producción de este periodista. Cândido de Oliveira consiguió crear un periódico donde el deporte y la cultura iban de la mano, y muchas fueron las colaboraciones de poetas y escritores en este diario. Junto con Ribeiro dos Reis, creó escuela con "A Bola" y lo convirtió en uno de los mejores periódicos nacionales, uniendo el deporte con lo socio-cultural. Precisamente, murió en Estocolmo en 1958, cuando estaba cubriendo para “A Bola” el Campeonato del Mundo de Fútbol, debido a una enfermedad pulmonar. Se sabe que el alentejano abusaba de las penicilinas en simples constipados, pues no soportaba desperdiciar en casa o en la cama un día de vida. Unos días antes, se había sentido mal, estando ingresado en un hospital, pero, nuevamente, su pasión por el fútbol le llevó de vuelta a los estadios suecos. Cuando regresó al hospital, era demasiado tarde y falleció el 23 de junio.

Además del fútbol, el periodismo era su gran pasión, creando uno de los periódicos más importantes de Portugal: A Bola

Debido a esta gran importancia para el fútbol y el deporte portugués, la Federación Portuguesa de Fútbol decidió nombrar a la Supercopa de Portugal con su nombre a partir de 1979. Además, en 1995 recibió a título póstumo la Gran Cruz de la Orden del Mérito. Infelizmente, Cândido de Oliveira murió antes de ver instaurada la democracia en su país y sin ver la evolución del fútbol portugués por la cual tanto luchó. El fútbol portugués es lo que es gracias a la ayuda del "maestro".