En el año 1957 se iniciaba la construcción del conocido 'Stadio Flaminio'. Situado en la Vía Flaminia, a sólo tres kilómetros del centro de Roma. No obstante, no hay que olvidar que tuvo un predecesor. Con el mismo nombre, se construía en 1927 en honor al Partido Nazionale Fascista. En ese mismo lugar pretende Carlo Tavecchio, presidente de la FIGC -hasta enero cuando hay nuevas elecciones-, situar la nueva casa de la Azzurra

La selección italiana de rugby durante un partido en el Flaminio. / Foto: media-s3.blogosfere.it
La selección italiana de rugby durante un partido en el Flaminio. / Foto: media-s3.blogosfere.it

Esto lo propuso desde Skopje, cuando la selección italiana se encontraba en el país de Macedonia para medirse a dicho combinado nacional para la Clasificación del Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, el Flaminio lleva sin utilizarse desde el año 2011, y en el 2014 fue cuando la FIGC se hizo con su administración después de que la selección italiana de rugby renunciara a él para poder 'mudarse' al Olímpico de Roma. Además de ser utilizado durante años por la Federugby, también ha sido sede del desaparecido Atlético Roma, y el equipo de fútbol americano Lazio Marines. 

Se estima que la remodelación costaría alrededor de los 20-25 millones de euros, además de incluir las oficinas de la Federación italiana en el proyecto. Otro objetivo que se incluye, es la idea de excavar para lograr una mayor capacidad, aumentando los 25 mil asientos actuales. Pero el principal problema de la cuestión reside en la conocida como 'Sociedad Nervi e Bartoli' (nombre en honor a Pierluigi Nervi y Antonio Nervi, los arquitectos del estadio), quienes poseen la propiedad intelectual del Flaminio. Incluso en 2008 se encontraron restos arqueológicos, complicando aún más el 'proyecto Flaminio'. 

Estado actual de las gradas del Flaminio. / Foto: repstatic.it
Estado actual de las gradas del Flaminio. / Foto: repstatic.it

Incluso este mismo año aparecieron rumores de que la Lazio, y posteriormente la Roma, podrían mudarse también al Flaminio para tener hogar propio y único. Pero no acabaría calando la idea tanto de los laziale como de los giallorosso. Para ver otro proyecto similar, hay que remontarse dos años atrás. Giancarlo Abete, presidente de la FIGC durante siete años (2007-2014), planteó junto al Comune de Roma y Luca Pancalli (director deportivo y expentatleta), la posibilidad de que allí se disputaran encuentros de los Azzurrini (sub-21 italiana), la selección femenina italiana de fútbol, incluso eventos de esgrima, boxeo o natación. Pero esta idea jamás llegaría a cumplirse. Y tras la marcha  de Abete y el nombramiento de Pancalli como presidente del Comité Olímpico, llegó Tavecchio, convirtiéndose en nuevo presidente de la FIGC, recuperando un proyecto sumido en el olvido. Habrá que ver si la idea llega finalmente a buen puerto, o termina como todos los anteriores. 

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