No es común que un proyecto cuyo estilo está probado que funciona comience a mutar justo cuando alcanza la cima. Ante el fuerte éxodo producido en su plantilla durante el periodo estival, que ha hecho que la columna vertebral del equipo quede desmembrada, -Bakayoko, Mendy y Bernardo Silva han dejado el club, y Fabinho o Mbappé podrían hacerlo pronto-, Leonardo Jardim, ya en su cuarto año en el banquillo del club del Principado, ha decidido modificar parte de los elementos que han identificado la dinámica de juego de su Mónaco durante su periodo en el club, especialmente en el último curso.

La versión 3.0 del Mónaco de Leonardo Jardim estaba compuesta por una serie de jugadores jóvenes, adueñados de un fondo físico único en el continente. Con un estilo basado en la velocidad y orientado a la búsqueda de espacios, el cuadro del Principado batió récords ofensivos históricos -tan sólo el Barcelona pudo ver puerta en más ocasiones- y se alzó por primera vez en este siglo con el campeonato de liga, amén de alcanzar las semifinales de la Champions por segunda vez en su historia. El cuadro monegasco controlaba los partidos instalando un bloque medio sin balón, y contragolpeaba sin piedad lanzando a los cuatro hombres de arriba. Para posibilitarlo, Tiemoué Bakayoko se hizo imperial en la recuperación, mientras que un Fabinho mucho más liberado se destapó como uno de los mejores llegadores del continente.

Tras coquetear con otros clubes en verano, Fabinho parece que seguirá copando la medular. | FOTO: ASMonaco.com
Tras coquetear con otros clubes en verano, Fabinho parece que seguirá copando la medular. | FOTO: ASMonaco.com

Sin embargo, parece que el éxito no ha detenido a Jardim, que sigue intentando sorprender a sus competidores, modificando patrones tácticos que parecían estar ya completamente instalados en la mentalidad de los jugadores. El técnico portugués ha aprovechado la remodelación obligada que se ha producido en la plantilla para introducir visibles cambios tácticos al juego de su equipo, que se dejaron ver por primera vez de forma oficial frente al Toulouse, en el primer partido de liga.

Moutinho, el vector del cambio de estilo

Frente al conjunto que dirige Pascal Dupraz, el Mónaco exhibió una novedosa voluntad por querer dominar el tempo del encuentro a través del balón. El cuadro de Jardim mantuvo la posesión un 71% del tiempo de juego, un guarismo muy superior a sus medias del pasado curso, si bien sus intenciones no tuvieron en ningún momento intenciones retentivas -el Mónaco sólo estuvo por delante en el marcador durante los últimos 15 minutos del duelo-. Los ataques, siguen siendo, de hecho, bastante verticales, motivados por la temible pólvora que el equipo continúa acumulando arriba, donde tan sólo ha salido Bernardo Silva, sustituido en el encuentro por Rony Lopes.

Joao Moutinho representa el cambio estilístico del proyecto de Jardim. | FOTO: ASMonaco.com
Joao Moutinho representa el cambio estilístico del proyecto de Jardim. | FOTO: ASMonaco.com

Si bien los monegascos ya trataban de salir desde atrás con el balón jugado el pasado año, esta suerte no tenía tanta prioridad como la que parece que ostenta este curso. La presencia de Joao Moutinho, de características muy distintas a las de Bakayoko, facilita, por supuesto, esta tarea. El ex del Porto apunta, al menos durante la primera mitad del curso, a titular como eje del centro del campo monegasco, acompañando a un Fabinho que seguirá prodigándose mucho más en acciones ofensivas. Es la primera ocasión en toda su carrera en la que Moutinho ocupa una posición tan retrasada en el campo, sin ningún corrector en la medular cubriéndole las espaldas, lo que no parece incomodarle, a tenor de lo observado frente al Toulouse. El centrocampista ofreció un extraordinario nivel: repartió dos asistencias, ambas a balón parado, y llevó la manija del juego de los locales a su antojo.

La entrada del jugador portugués en el once tipo de Jardim representa el cambio de estilo del Mónaco, debido a sus livianas características en el plano físico, y a su perfil de centrocampista con grandes dotes en la organización. Sin embargo, esta variante en el modelo va mucho más allá de la aparición del luso, pues el hombre que llegó para reponer la baja del Bakayoko, el belga Youri Tielemans, también ostenta una destacada capacidad de asociación.

Tielemans se postula como uno de los fichajes más interesantes del Mónaco este curso. | FOTO: ASMonaco.com
Tielemans se postula como uno de los fichajes más interesantes del Mónaco este curso. | FOTO: ASMonaco.com

Una presión tras pérdida más intensa

La otra gran variante introducida por Jardim a la nueva versión de su Mónaco versa sobre la actitud que tiene el equipo sin balón. El conjunto monegasco ya no se repliega a bloque, como hacía el año pasado cuando disponía de un experto en la recuperación del cuero, sino que realiza una presión coral muy agresiva sobre el rival tras la pérdida. El poderío físico de jugadores como Fabinho o Lemar, y las buenas capacidades de organización de las que el equipo ha hecho siempre gala durante los últimos cuatro años posibilitan la buena ejecución de dicha presión, que alcanzó niveles excelsos ya en la primera jornada.

El buen hacer del equipo en estas tareas ya en el primer encuentro liguero muestra la extraordinaria adaptabilidad de los jugadores monegascos, algo de lo que se tendrán que contagiar las caras nuevas. La gran incógnita, de ahora en adelante, será comprobar si el nuevo modelo intuido en el encuentro frente al Toulouse tiene continuidad sobre todo el curso, también en los encuentros de mayor enjundia. Esta semana, el Mónaco visita Dijon, para enfrentarse a uno de los sistemas más frágiles de la competición, en lo que será una ocasión pintiparada para Leonardo Jardim de cara a continuar rodando los nuevos conceptos tácticos añadidos al plan que ha dominado la Ligue 1 el último año

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Sobre el autor
Alex Fernández
Redactor en VAVEL España y graduado en Economía. Fútbol y ciclismo. Escribo sobre lo que me gusta en Widefutbol.com