"Del amor al odio hay un paso". Jamás su autor (anónimo por cierto) a buen seguro pensaría que su frase pudiese tener tanto uso a lo largo de su historia. Muchos piensan que no puede ser verdad que, tras amar a una persona, puedas pasar al otro extremo. Sin embargo, el mejor ejemplo lo encontramos en aquellas parejas que, tras romper su relación, crucen la línea, convirtiéndose prácticamente en enemigos.

En esta ocasión, también se puede llegar a plasmar en el deporte rey, el fútbol. En Italia, hace bastantes años que las aficiones tanto de Roma como Napoli se amaban. Una relación que iba más allá de la amistad. Cual hermandad. Unían el centro y sur del país en cada partido en el que se enfrentaban. Fundaron el llamado Derby del Sole. Todo eran risas, buen rollo, humor... Pero ahora, esos momentos caen en el más oscuro olvido. La mayoría de sus tifosi no quieren ni recordar esos bellos momentos. Como si de una pareja se tratase.

Conti y Maradona. / Foto: tuttonapoli
Conti y Maradona. / Foto: tuttonapoli

La temporada 1987-1988 en Serie A se saldó con un nuevo Scudetto para el Milan. A tres puntos se quedó el Napoli de Maradona (máximo goleador) y, justo detrás, la Roma. Sin embargo, dentro de esa escuadra partenopea, compañero del Pelusa, se encontraba Bruno Giordano. Formó junto con el argentino y Careca el famoso tridente 'MaGiCa', con quienes los azzurri conquistaron un Scudetto y una Coppa.

Pero esta vez, en esta historia, el fútbol pasaría a un segundo plano. Giordano llegó dos temporadas atrás procedente de la Lazio, máximo rival de la Roma como ya se sabe. Por tanto, era un futbolista 'odiado' por los tifosi de la loba. Por ello, cuando se enfrentaron esa misma temporada, los insultos fueron la nota dominante durante el partido de ida en el Olímpico de Roma. Estos hechos produjeron que se desatara la ira entre los aficionados napolitanos. En ese mismo enfrentamiento, Salvatore Bagni añadiría más picante al asunto, después de que éste dedicase a la Curva Sud (zona en la que se sitúan los ultras giallorossi) el gesto del paraguas, algo que ellos entienden como un gesto de desprecio y desagradable. 

Todo esto fue un cúmulo de incidentes  que, de un momento a otro, saltaría por  los aires. Ya tenían excusa para que la violencia entrase en escena. Desde ese instante, el Derby del Sole pasó a denominarse incluso como el 'Partido del miedo'. Agresiones, peleas, insultos...  Un fuego cruzado continuo. Aunque el punto de inflexión se produjo en mayo de 2014. Napoli y Fiorentina se citaban en la final de Coppa que, como suele ser habitual, se celebra en el Olímpico. Eso significaba que cerca de 50 mil aficionados partenopei se desplazarían a Roma. Una oportunidad que no dejó escapar la parte más radical del equipo giallorosso, cuando Daniele De Santis -ultra de la Roma-, y envuelto en un tiroteo, apretó el gatillo de su pistola para acabar con la vida de Ciro Esposito -ultra del Napoli-. Este hecho provocó que los radicales del conjunto del sur de Italia intentasen torpedear la final y que no se disputase. Finalmente, se terminaría jugando. La cual, por cierto, acabó con el cuadro napolitano levantando el cetro tras el imponerse por 3-1 a los viola

  • Obviamente, todo esto aumentó ese clima de tensión entre ambas escuadras. Partidos de alto voltaje cada vez que se encontraban en su camino. Tanto, que ambas directivas tomaron la decisión de no vender entradas al equipo que jugase de visitante. Tras el asesinato, fue el turno de los mensajes en pancartas en la siguiente fecha, donde los ultras de la Roma mostraban su apoyo a su compañero y asesino De Santis, quien sería encarcelado. "Daniele Free" o incluso "Ciro Boom" se podía leer en la Curva. En el otro bando, los seguidores del Napoli homenajeaban a su héroe Ciro en su funeral, donde le despidieron numerosos ultras azzurri.
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La declaración de 'guerra' por parte de la Curva A del Napoli. / Foto: zimbio.com
La declaración de 'guerra' por parte de la Curva A del Napoli. / Foto: zimbio.com
  • Otro hecho que parecía añadir más 'carnaza' a la situación fue cuando la pasada campaña, en el encuentro de vuelta en la capital italiana, el Napoli se llevaba los tres puntos del territorio comanche. En uno de los dos tantos logrados, Dries Mertens se marcó un Leandro Machado, colocándose a cuatro patas como un perro y levantando la pierna como si estuviese orinando
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A pesar de ello, ya en 2017, ese clima de hostilidad parece enfriarse (no tanto entre los más radicales) y, como su relación de hermandad, caer poco a poco en el olvido por la gran parte de los tifosi de ambos equipos. Este sábado será la primera vez que viajarán aficionados del Napoli, después de que se vendiesen, por fin, entradas en la grada visitante. Se calcula que serán unos 4000. Y así, de una vez por todas, vuelva a reinar el fútbol en un duelo tan bonito como suelen deparar Roma y Napoli. Y por qué no, vuelva a recuperarse el Derby del Sole.

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