Corría el año 1932 y la ciudad de Wigan protagonizaba su quinto intento de crear un club de fútbol, luego de los fallidos Wigan County, Wigan United, Wigan Town y Wigan Borough. Nacía el Wigan Athletic, con sede en Springield Park, campo comprado por £2,850. El 27 de agosto de ese año jugaron su primer partido de liga, contra Port Vale Reserves.

En la temporada 1933/34 llegaría su primer campeonato, en la Cheshire League. A la siguiente temporada, el club triunfó por segunda ocasión y se ganó el ingreso a la FA Cup por primera vez, venciendo al Carlisle United por un impresionante 6-1 en la primera ronda, un record histórico. Pasaron los años y el éxito que ostentaba el Wigan comenzó a mermar, pero seguía en consideración para ingresar a la Football League, especialmente con partidos como el de la FA Cup de 1953/54, donde lograron igualar por 2-2 con Newcastle, en St James’ Park, pero cayeron en el replay por 3-2.

Finalmente, en 1978, lograron ingresar a la Football League tras 34 intentos fallidos y uno muy polémico, en 1972, para formar parte de la Scottish League. Boston United se había consagrado ganador en la Northern Premier League de 1977/78, pero como su campo no cumplía con las condiciones requeridas por la Football League, el derecho pasó al segundo, que había sido Wigan.

Durante su primera temporada, finalizaron en la sexta posición, a solo seis puntos de la promoción. Los rendimientos fueron variando a lo largo de los años, alternando altas y bajas, hasta que, en febrero de 1995, un millonario local de nombre Dave Whelan compró el club, fichando a tres españoles conocidos más tarde como “The Three Amigos”: Roberto Martínez, Isidro Díaz y Jesús Seba. En 1999 lograron quedarse con la Football League Trophy, venciendo al Milwall por 1-0 en Wembley.

Con el comienzo del nuevo milenio se empezó a ver una tendencia importante del Wigan en la FA Cup, venciendo a tres rivales de Premier League en la edición de 2001, siendo West Bromwich Albion, Manchester City y Fulham los derrotados. En 2003 se coronaron campeones de la Division Two con 100 puntos, sumando una racha diez victorias consecutivas y solo cuatro derrotas en toda la temporada, llegando así a la Division One.

Ya en la temporada 2004/05, Wigan disputó el ascenso a la Premier League con Sunderland e Ipswich Town. Para la última jornada, Sunderland ya se había coronado campeón y Wigan necesitaba al menos un empate frente al Reading, pero consiguieron una impresionante victoria por 3-1 en su estadio y se ganaron el derecho de disputar la máxima categoría de Inglaterra por primera vez en 73 años de historia.

Con una buena racha a principios de la campaña, Wigan se colocó en la segunda posición, acompañado de una gran actuación en la EFL Cup, donde alcanzaron la final luego de vencer al Arsenal, pero cayeron derrotados por 4-0 ante Manchester United. Finalmente, su primera temporada la concluyeron en la décima posición. Para 2009/10, Wigan contrató los servicios de su ex jugador, Roberto Martínez, como entrenador, logrando la primera victoria ante un equipo de los “Big 4”, Chelsea, por 3-1 con goles de Titus Bramble, Hugo Rodallega y Paul Scharner.

El 22 de noviembre fue uno de los días más penosos en la historia del club, ya que cayeron por 9-1 ante Tottenham Hotspur en White Hart Lane, la cual continúa siendo la derrota más abultada que sufrió el Wigan. Sin embargo, los de Martínez se recuperarían con otros dos triunfos ante “Big 4”, con victorias sobre Liverpool y Arsenal.

Ya en 2012/13, ’The Latics’ estaban cerca del descenso por sus últimos rendimientos, pero se las ingeniaron para llegar a la final de la FA Cup por primera vez en su historia, venciendo al Everton y a Milwall, ganando su boleto a Wembley donde enfrentó al Manchester City, al que derrotaron por 1-0, comenzando a convertirse así en la pesadilla de los ‘Citizens’. Esa tarde, Wigan formó con Joel Robles; Emmerson Boyce, Paul Scharner, Antolín Alcaraz, Roger Espinoza; James McCarthy, James McArthur, Jordi Gómez, Callum McManaman; Arouna Koné y Shaun Maloney.

Tres días después de ese gran logro, clasificando a la UEFA Europa League, cayeron con el Arsenal por 4-1 y finalizaron en la 18° posición, convirtiéndose así en el primer equipo en descender y triunfar en la FA Cup en la misma temporada. La participación europea del Wigan duró poco, ya que cayeron eliminados en fase de grupos, pero otra vez el torneo más longevo del mundo fue un soplo de aire fresco, venciendo nuevamente al Manchester City en la sexta ronda, alcanzando la semifinal en Wembley por segundo año consecutivo, cayendo con el Arsenal por penaltis.

Actualmente, el equipo está comandado por Paul Cook y milita en la EFL League One, donde se ubica en la tercera posición a solo tres unidades del líder, Blackburn Rovers. Con 19 victorias, seis empates y cinco derrotas, los ‘Latics’ están completando una gran temporada, pero nada de eso servía para el lunes 19 de febrero, cuando los de Cook recibirían a su víctima preferida en la mejor competencia posible: Manchester City en la FA Cup.

Con la avasallante actuación de los ‘Citizens’ en todas las competencias que disputan, las expectativas eran casi mínimas, pero igual el Wigan salió decidido al campo de juego. Mostrando una clara idea de bloquear cada aproximación posible del equipo de Guardiola, los de Cook sobrevivieron hasta los minutos finales del partido, cuando Will Grigg encaró hacia la portería defendida por Claudio Bravo y definió, haciendo subir el primer y único gol al marcador.

Las dos caras del marcador final | Foto: Manchester City
Las dos caras del marcador final | Foto: Manchester City

Hasta el último minuto logró aguantar el Wigan las embestidas rivales, quedándose finalmente con el triunfo y eliminando nuevamente a los ‘Citizens’ de la FA Cup, más con espíritu y peso de la historia que con juego. De esta forma, los ‘Latics’ están a solo un partido de volver a disputar una semifinal en Wembley, buscando su octavo título de copa, luego de contar en su palmarés con una FA Cup, dos Football League Trophy, tres Northern Premier League Shield y una Northern Premier League Challenge Cup.

La historia habló en los cuartos de final, pero ahora depende de Paul Cook y sus dirigidos poder escribir otra página con gloria.