Francia necesitaba recuperarse de la derrota sufrida en el Stade France el viernes, y así lo hizo, con algunas fases de juego muy buenas, consiguiendo un 1-3 en una de las grandes sedes del próximo Mundial.

Los galos salieron al terreno de juego un tanto titubeantes, esperando atrás para salir al contragolpe con la velocidad de Dembelé, Martial o Mbappé, asi como las conducciones de Pogba o Rabiot. Mientras tanto el combinado ruso percutía por la banda izquierda, atacando al joven lateral del Stuttgart Benjamin Pavard.

Una ocasión de Smolov en el minuto 15 hizo despertar a los de Deschamps, que poco a poco se fueron haciendo con el control del partido, teniendo una de las mejores ocasiones de la primera parte, un centro mordido de Martial que no consiguió conectar bien con su bota Kylian Mbappé. Francia se asentó en campo contrario y en el minuto 40, la gran promesa del fútbol francés, hizo el 0-1, tras recibir un pase en largo de Pogba y recortar a su marcador. Antes de llegar al descanso el delantero del PSG tuvo una nueva ocasión con un pase de la muerte de Anthony Martial.

En el descanso el seleccionar ruso, Stanislav Cherchésov, introdujo dos cambios, los dos carrileros titulares abandonaban el terreno de juego. Estos cambios le dieron otra cara al equipo, sobretodo,  la entrada de Smolnikov, que le aportó una gran profundidad. Aunque eso fue a raíz de encajar el segundo gol, obra de Paul Pogba, el mediocentro del Manchester United perforó las mallas de Lunev con un disparo de falta desde la frontal. Con las subidas del ya citado Igor Smolnikov, Rusia disputo de varias ocasiones para acercarse en el marcador, sobre todo una, a la salida de un córner, y tras el remate de Fedor Smolov, el central Granat no fue capaz de introducir el balón en la portería, estando a escasos metros de esta.

Al ver la reacción rusa, Didier Deschamps decidió dar entrada a su hombre estrella, el jugador del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, a los pocos minutos de este cambio, ambos seleccionadores movieron su banquillo, y dieron entrada a Kante por parte gala, y a Zabolotnyi por parte rusa. Tras los cambios llegó el gol de la esperanza por parte de los locales, Smolnikov, el lateral del Zenit fue el que más peligro generó, puso un centro lateral que Smolov remató libre de marco en el segundo palo. Los siguientes minutos estuvieron marcados por los cambios de nuevo, como es natural en este tipo de compromisos internacionales, los entrenadores probaron nuevos esquemas y dieron minutos a jugadores no demasiado habituales, como el caso de Kimpembe o Shvets.

Así se entró en los 10 minutos finales, el joven Lucas Hernandez, que debutaba en una convocatoria, y hoy era titular por primera vez, fue objeto de falta durante estos últimos minutos. Finalmente, en el minuto 83, el mejor jugador del partido, Kylian Mbappé, sentenció el encuentro, con ayuda del portero ruso, tras recibir un gran pase de Matuidi dentro del área, recortó, chutó y Andrey Lunev, no fue capaz de atajar una pelota que iba a su cuerpo. Tras el gol, el ex del Mónaco se retiró del terreno de juego con algunas molestias, y así se llegó al final del partido, 1-3, un resultado que ayudó a disipar las dudas francesas generadas tras la derrota contra Colombia y que las generó en el bando ruso, que en este parón de selecciones, ha perdido frente a Brasil, 0-3, y frente a Francia 1-3, poca resistencia contra grandes rivales, no es una buena señal para el Mundial del cuál son anfitriones en un par de meses.

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