La quinta participación de la selección de Irán en un Mundial de fútbol llega con una esperanza familiar para los aficionados. Tal y como ocurrió en los Mundiales de 1998 y 2006, el combinado asiático enfrenta la máxima cita liderado por un jugador excepcional. Sin embargo, a diferencia de esos torneos, en donde su mayor figura era el veterano delantero Ali Daei, en este torneo en Rusia, la promesa que está llamada a liderar al equipo tiene 23 años. La joven promesa iraní, sin duda, es el delantero del Rubin Kazan, Sardar Azmoun.
El joven ariete de Irán comenzó su carrera en las divisiones inferiores del Sepahan de su país, donde, en la temporada 09/10, despuntó y se ganó un lugar en la selección sub-17. El nivel que mostró en aquella selección le valió su paso al Rubin Kazan ruso, club al que llegó, inicialmente, para reforzar el equipo juvenil. De manera paralela, el nacido en Gonbad seguía recorriendo el largo camino de las categorías juveniles de la selección iraní llegando a jugar en la sub-20 y sub-23, aunque en esta última estuvo poco tiempo debido a su gran proyección.
Con las categorías inferiores de Irán, Azmoun disputó 29 partidos — 19 de ellos en la sub-20 — y consiguió anotar la impresionante cifra de 30 goles, quedando con un promedio de gol superior a la anotación por partido.
La aventura rusa
Sardar arribó a Rusia en la temporada 12/13 jugando para el equipo juvenil. Su debut con la plantilla de mayores del Rubin Kazan se dio en la siguiente temporada, cuando ingresó sobre el final de un partido de Europa League. Por si fuera poco, su primer gol llegó en su segundo partido, en la vuelta de la ronda de Europa League contra el Molde tras ingresar en la segunda mitad. A partir de ahí, Azmoun empezó a llamar la atención de muchos clubes europeos, pues firmó una temporada de 17 partidos, muchos ingresando desde el banco, y marcó cinco goles y asistió tres.
En la temporada 14/15, el rendimiento de Azmoun bajó aunque el interés de equipos importantes de Europa seguía latente. El ‘Messi iraní’, como se le conoce, jugó poco más de 600 minutos y solo consiguió dos goles con su equipo, lo cual le valió un periodo de cesión con el Rostov. Allí, Azmoun consiguió 13 goles en 36 partidos, asistiendo tres y logrando, al final de la 15/16, que su equipo se clasificara a la ronda previa de Champions League.
Logró quedarse en el Rostov durante la siguiente temporada, disputando 41 encuentros y participando en 15 goles en todas las competencias. Fue una de las figuras de su equipo y, con el final de la temporada, el delantero volvió al Rubin Kazan. Allí jugó la temporada que recién acaba, consiguiendo cinco goles y seis asistencias en 28 encuentros, números algo bajos para lo que venía logrando.
El éxtasis internacional
Su debut con la selección mayor de Irán se dio poco tiempo antes de la Copa del Mundo de Brasil 2014, cuando entró en un partido amistoso contra Montenegro en mayo de dicho año. Sin embargo, el, por entonces, jugador de 19 años se quedó fuera de la lista de 23 de Carlos Queiroz. Su primer gol llegó cinco meses después del Mundial y desde entonces ha marcado 23 anotaciones en tan solo 32 encuentros con la selección.
Es precisamente este record, junto con su desempeño en inferiores, lo que hace que en Irán se tenga tanta esperanza con Azmoun y se espere que en algún futuro el jugador supere al gran Ali Daei. El jugador apodado 'Shahriar', en honor al famoso sultán de ‘Las mil y una noches’, es el máximo goleador histórico de la selección iraní con 109 anotaciones en 149 presencias, lo cual deja un promedio de 0,73 goles. Un promedio muy similar al que tiene Azmoun, pues el joven logra un 0,71.
Azmoun es ya el quinto goleador histórico de la selección iraní, estando a 15 goles del cuarto jugador, Ali Karimi, pero habiendo jugado 95 partidos menos. Esto es similar con los jugadores que le sobrepasan, pues Azmoun ha jugado 55 partidos menos que el jugador más cercano en apariciones de la lista, Bagheri, el segundo anotador.