Los equipos de África no han podido dar el gran salto en las categorías mayores, sin embargo, en competiciones con restricción de edad, los africanos suelen ser un sinodal bastante peligroso por su velocidad, técnica y destreza, principalmente. Uno de esos equipo que ha brillado ha sido Nigeria, el cual ha sido campeón del mundo, como en el caso de la Sub-17 y, también, han obtenido la medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Cabe destacar que Nigeria y Argentina han disputado en dos ocasiones la final olímpica.
Atlanta 1996
Nigeria se clasificó como segundo lugar del grupo D con seis puntos al derrotar a Hungría y Japón, aunque sumó una derrota al caer con Brasil. En la ronda de cuartos de final venció a México dos por cero y, en semifinales, cobró revancha contra los creadores del ‘jogo bonito’ para derrotarlos en tiempos extras cuatro por tres.
Por su parte, Argentina avanzó como primero del sector A con cinco puntos tras conseguir la victoria contra Estados Unidos e igualar ante Portugal y Túnez (ambos a una anotación), por lo que en cuartos de final venció contundentemente a España cuatro por cero y a Portugal dos por cero en la antesala de la final.
Con una de las mejores camadas para la albiceleste, Argentina no pudo retener la ventaja en dos ocasiones y aunado a los errores defensivos propiciaron una de las derrotas más dolorosas del fútbol olímpico. Apenas al tercer minuto de acción, Crespo levantó la cabeza y Claudio López remató para realizar el primero del partido. Después de los primeros minutos, las Águilas Africanas se asentaron en el terreno de juego y empezaron a tener jugadas manifiestas de gol. Producto de ello, al 28’ realizaron un tiro de esquina por la punta de la derecha que el portero argentino se quedó a medio camino y lo aprovechó Celestine Babayaro para empatar el duelo. De nueva cuenta los argentinos retomaron el dominio de la pelota y tras una falta dentro del área a Ortega, Hernán Crespo desde los once pasos anotó el segundo, no obstante, la historia cambiaría 16 minutos antes del final, ya que desde un saque de manos Daniel Amokachi en el área fulminó para marcar el segundo y al minuto 90 cuando parecía que se iban a ir a tiempos extras, hubo un centro en tiro libre en el que dejaron sólo a Emmanuel Amunike quien, en el mano a mano, clareó al arquero para que Nigeria se adjudicase la presea dorada tres por dos ante Argentina.
Beijing 2008
En el grupo A la albiceleste se clasificó de forma invicta y derrotó a equipos favoritos como Holanda y Brasil para instalarse en la gran final. Por su parte, los nigerianos de igual manera fueron líderes de grupo y vencieron a Costa de Marfil y Bélgica para colocarse en esta instancia.
Después de varios intentos Argentina alcanzó el oro olímpico en Atenas 2004 y, para el 2008, de nueva cuenta llegó a la final enfrentando por segunda vez en la historia a Nigeria. Un cotejo que dominó la albiceleste con claras oportunidades, de la mano de Sergio Agüero, Javier Mascherano, Juan Román Riquelme, Ezequiel Garay y Sergio Romero lograron derrotar un gol por cero a las Águilas Africanas, debido a que sus dos más talentosos jugadores aparecieron al minuto 57 cuando Lionel Messi recuperó el balón en media cancha y metió un preciso servicio al espacio para que Ángel Di María llevase la pelota y, ante la salida del guardameta, bombeara la esférica anotando el primero y único gol del juego. En la recta final, Nigeria insistió, pero nunca pudo descifrar el cerrojo de Romero, por lo que Argentina cobró revancha de Atlanta y se adjudicó la medalla de oro en Beijing 2008.