Se acercan las instancias definitivas del mundial y eso es sinónimo de espectáculo, y más cuando se trata de Uruguay, quien a pesar de no tener un juego tan vistoso, o 'jogo bonito' como muchos lo dicen, los charrúas tienen un juego más que efectivo y organizado en defensa, como pocas selecciones en el mundo.

Eso mismo debió pensar la selección de Ghana cuando en 2010 se enfrentó a Uruguay por los cuartos de final del mundial de Sudáfrica. Africanos y sudamericanos se enfrentaban por segunda vez en su historia y primera en mundiales en un encuentro donde ambos lucharían por imponer su estilo de juego, los charrúas con un juego más rocoso aunque con un trio de ataque invidiable con Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Forlán ante un juego más directo como el de Ghana con figuras interesantes en el ataque como Kevin Prince Boateng como la estrella y Asamoah Gyan y Sulley Muntari, se iban a encargar de llevar el peligro a los intermedios de Fernando Muslera.

El encuentro durante los primeros minutos iba a ser de dominio un poco monótono para el conjunto charrúa, apostando a la velocidad de Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Forlán, los tres llevaban peligro y mucho a los dominios de Richard Kingson, guardameta ghanés, quien en los primeros minutos se convertía en la figura del equipo africano con las buenas paradas que estaba realizando a los atacantes sudamericanos.

Luego de 20 minutos de dominio charrúa, Ghana lograba quitarse el dominio con mucha velocidad y contras vertiginosas. La primera oportunidad clara llegaba desde un tiro de esquina que cabeceaba Vorsah que iba ligeramente desviada, pocos minutos después llegaría otra oportunidad con una jugada donde los uruguayos se quedaron pidiendo falta contra Suárez pero que Olegário Benquerença de Portugal no lo veía así. La jugada sería casi toda de Kevin Prince Boateng que hacía un autopase para dejar en el camino a Fucile quien perdió en velocidad, el pase llegaría rastrero a Gyan quien la mandaba por el lado del palo izquierdo que defendía Muslera.

A partir de ese momento ya se había sacudido por completo el dominio charrúa y comenzaban a llevar las riendas del partido, Boateng seguía siendo un puñal para la defensa uruguaya que no sabía como detener tanta velocidad. De ahí se derivó el primer gol del encuentro por parte de Sulley Muntari con un remate de zurda de más de 30 metros que vulneró por completo a Muslera, justo antes de acabar el primer tiempo.

En el segundo tiempo las acciones se iban a igualar en el minuto diez del segundo tiempo gracias a un tiro libre que cobró magistralmente Diego Forlán que fue totalmente imposible para Richard Kingson que a pesar que se estiró lo más que pudo no logró evitar la caída de su arco. Con las acciones igualadas terminó el partido que se iría a tiempo suplementario.

La polémica

En los mundiales nunca están exentos los encuentros con polémica, y este partido no fue la excepción, casi en el epílogo del partido hubo una falta a favor de Ghana en el minuto 120 ya cuando todos pensaban en penales, Pantsil tiró un centro con mucha intensión, Muslera salió en falso y el balón le quedó a Appiah que remató a la portería, quien sacó el balón debajo del arco fue Luis Suárez pero su rechazo quedó para el remate de cabeza a Asamoah iba a gol y nuevamente Luis Suárez la sacó debajo de la línea pero en esta vez con la mano. El árbitro sentenció penal y expulsión. El pena máxima la cobró Gyan para sentenciar el pase a las semifinales, pero su balón se estrelló en el horizontal, por lo que pitó el final y la definición sería por la vía de los penales.

El héroe en la tanda de penales fue el portero charrúa quien le detuvo dos penales a los africanos, John Mensah y Dominic Adiyiah, mientras que por Uruguay falló Maximiliano Pereira quien tiró desviado. Al final el resultado de los penales fue 4-2 a favor de los charrúas que los puso en semifinales ante Holanda.