El Manchester United ejerció de anfitrión ante el Leicester City en la cuarta fecha de la Premier League sumido en un mar de dudas. Los de Ole Gunna Solskjaer habían cosechado dos empates y una engañosa victoria por 4 a 0 frente al Chelsea antes del partido de hoy, por lo que se antojaba necesario un buen resultado  para evitar entrar en otra de las crisis cada vez menos sorprendentes en Old Trafford las últimas campañas. En frente, el conjunto de Leicestershire ocupaba la tercera posición en la tabla y buscaba asaltar el fortín de un presumible rival en la lucha por entrar en el top-six, afianzando así su candidatura a ocupar puestos europeos al finalizar la temporada.

Los red devils contaban con importantes bajas como las de Martial, Pogba y Shaw, solventadas alineando a Young , Andreas Pereira y Matic en su habitual 4-2-3-1. Juan Mata ocupó la posición de mediapunta por segunda jornada consecutiva, y Rashford se situó por delante del asturiano actuando como punta de lanza. Por su parte, el cuadro de Brendan Rodgers se ordenó en un 4-3-3  que contaba con Choudhury en el centro del campo como principal novedad junto a Gray en el extremo derecho.

Rashford adelanta al United

El encuentro arrancó de forma trepidante el cuarto de hora inicial en lo que iba a ser un espejismo de los 75 minutos restantes. En el minuto 2, Kasper Schmeichel tuvo que intervenir para sacar de la escuadra un lanzamiento prodigioso de Andreas Pereira, y dos minutos después fue su homólogo en el cuadro local el que realizó una parada a bocajarro a Maddison que impidió el gol de los foxes. Esta vez sí, en el minuto 6 Rashford logró transformar el penalti que Soyuncu cometió sobre él, subiendo de esta manera al marcador el único tanto de la tarde. Durante el primer acto ningún equipo consiguió manejar el balón con éxito más de dos posesiones seguidas y las imprecisiones se multiplicaban en la parcela central del verde. David De gea se vió obligado a intervenir tan solo una vez por un buen disparo de Chilwell en lo que fue la ocasión más clara hasta el minuto 83.

El paso por los vestuarios no hizo más que acrecentar este ritmo trabado de partido, aunque el Leicester comenzó a tener más el esférico moviéndolo con cierta fluidez gracias al papel que asumió James Maddison en la creación de juego en campo visitante. Sin embargo, el dominio de los de Rodgers era totalmente estéril ya que no se tradujo apenas en ocasiones de peligro. El Manchester United amenazaba con salir al contragolpe pero tampoco lo hacía con acierto.

La plantilla del United es corta

Especialmente preocupante es el escaso fondo de armario del United esta temporada. Alcanzado el minuto 60, llegó la hora de mover el banquillo y Ayoze Pérez y Barnes entraron por Choudhury y Gray en una apuesta del técnico norirlandés por conseguir al menos un punto. En cambio, los sustitutos del Manchester United- no olvidemos que se trata del club más laureado en la era Premier – fueron el joven Chong , Fred y Tuanzebe. Si bien es cierto que la filosofía del club históricamente es la de dar oportunidades a los canteranos, acabar en puestos de Champions League es un objetivo demasiado exigente teniendo en cuenta la diferencia entre el once titular y los suplentes. Paradójicamente el United apenas acusó el esfuerzo realizado y sumó los tres puntos.

Con este triunfo el Manchester United alcanza el cuarto puesto provisionalmente y se tendrá que enfrentar al West Ham el próximo fin de semana no sin antes recibir al Astana el jueves en Europa League. El Leicester City cae hasta la quinta casilla a la espera de los resultados de sus rivales y recibirá al Tottenham dentro de 7 días.

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