Cruel final de temporada para Famalicão en Madeira. El equipo, que necesitaba mejorar o igualar el resultado de Rio Ave para meterse en Europa League, ha concedido un empate (3-3) en un loco partido ante Marítimo. Los de Vila do Conde por su parte ganaron cómodamente a Boavista (0-2) y certifican su pase a competición europea.

Se las prometía muy felices el equipo de Vila Nova, pero muy pronto las cosas se les ponían cuesta arriba. Una falta innecesaria lejos de la frontal se convirtió en el primer gol para los madeirenses. El mozambiqueño Zainadine Júnior disparó potente, el balón tocó en el español Toni Martínez y cambió por completo la trayectoria. Vaná sólo pudo mirar impasible cómo el gol entraba en su portería.

Pese al varapalo de un 1-0 tan tempranero, Famalicão se activó y cogió el mando del partido. Sobre todo gracias a Pedro Gonçalves, el mejor sin duda del encuentro en los primeros compases. Sorprendiendo sobre todo desde la izquierda, tuvo el gol del empate apenas minutos después del tanto inicial, pero su volea con la zurda se estrelló con el poste.

Después de un inicio de partido completamente loco, el partido empezó a coger un ritmo bastante trabado. Bastante culpa tuvo el estado del terreno de juego, convertido en un campo de minas. Resbalones, pérdidas de balón y jugadores teniendo que ser atendidos por los servicios médicos por culpa del césped.

Pese al dominio del partido por parte de Famalicão, los nervios empezaron a llegar. Desde el banquillo, los suplentes comunicaron en el Estádio do Bessa acababa de marcar Mehdi Taremi para Rio Ave. Con esos dos resultados, sería el equipo vilacondense el que se metiera en la fase previa de la Europa League. En uno de esos momentos de precipitación, Marítimo estuvo apunto de poner el 2-0 por mediación de Nanu, pero esta vez Vaná si estuvo atento para repeler el tiro.

Las continuas llegadas de los azulones tuvieron su recompensa terminando el tiempo de descuento, cuando Toni Martínez estuvo inteligente y provocó un claro penalti de Zainadine Júnior. El VAR tardó en verificar si la entrada del africano fue dentro o fuera del área, pero finalmente se señaló la pena máxima. Con sangre fría, Fábio Martins no fallaba y ponía las tablas en el marcador. A un gol se quedaba Famalicão de entrar en competición europea.

Un gol al borde del descanso suele ser todo un golpe psicológico para el equipo que lo encaja. O al menos esa es la premisa, pues los segundos 45 minutos empezaron igual que los primeros. Falta lateral sacada desde la izquierda y René Santos, completamente libre de marca, cabecea directamente a la red. Primer gol del central de Salvador de Bahía con la camisa del Marítimo, que rompía a llorar tras anotar el tanto.

Después de ir a contracorriente durante toda la primera parte, Famalicão veía cómo un nuevo despiste defensivo les ponía por detrás en el marcador. En el Bessa, Rio Ave seguía mandando en el marcador frente a Boavista. Mientras eso no cambiara, a los de Vila Nova sólo les valía remontar.

La primera tentativa para lograr revertir el marcador llegó por medio del más activo, Pedro Gonçalves. Tras un gran pase filtrado al área, el jugador cedido por el Wolverhampton cruzó demasiado el balón y se marchó por muy poco a la izquierda de la portería de Amir. Poco se le podía reprochar al mediapunta de Chaves, en ocasiones muy solo y sin apoyos.

A falta de quince minutos para el final, Anderson perforó la portería local con un trallazo que bien podría haber sido el gol en la jornada en Portugal, pero el colegiado Tiago Martins lo anuló por una clara falta previa a Getterson.

La esperanza llegó en el 86, llegando ya al final del tiempo reglamentario. Un buen cabezazo de Roderick Miranda en el punto de penalti ponía la esperanza para Famalicão. Hacía falta un gol más sí o sí, pues Mehdi Taremi había anotado minutos antes su doblete particular con Rio Ave y certificaba la victoria de los vilacondenses.

Y la locura llegó. Una obra de arte Lameiras en el descuento remontaba el partido y certificaba la remontada de los de Vila Nova. Dos fintas con una tranquilidad pasmosa en el área y un remate seco con la zurda al primer palo ponía el tercero. Se desataba la locura en el banquillo de Famalicão. De la muerte a la resurrección en sólo cuatro minutos.

Y de vuelta a la tumba dos minutos después. Marítimo, que no se jugaba absolutamente nada salvo el dinero de los derechos televisivos por posición en la tabla, empata el partido en el 95. Erivaldo se aprovechaba de un mal despeje de Vaná Alves para fusilar la portería visitante. La locura imperaba en Funchal y el 3-3 a definitivo dio paso al conflicto y a las tanganas. Durante toda la segunda parte, la tensión en el césped era más que notoria y con el tanto local, llegó el baile de las expulsiones. Fábio Martins, Kebi...miembros del cuerpo técnico de uno y otro equipo...empañaron un final de auténtico infarto en Barreiros.

Finalmente, Famalicão ve que su gran temporada como recién ascendido se queda sin el premio de Europa. Una plaza europea que sí que recoge Rio Ave con su victoria a Boavista (0-2). Menuda manera de cerrar la temporada en Madeira. Sin duda, fútbol portugués en estado puro.