Los 1/16 de final de la Europa League dejaron una terrible noticia para el fútbol alemán. TSG Hoffenheim y Bayer Leverkusen cayeron eliminados frente a Molde FK y Young Boys y dejaron huérfana de equipos alemanes la segunda competición europea de clubes más importante.
Ambas eliminaciones resultan sorprendentes por la teórica superioridad de la Bundesliga respecto a la Eliteserien noruega y a la Super League suiza. Sobre el papel, por plantilla, presupuesto y tradición futbolística, TSG Hoffenheim y Bayer Leverkusen eran claros favoritos para clasificarse a los 1/8 de final, pero el fútbol es ese deporte tan especial en el que los pequeños, a veces, se agigantan y derrotan a los grandes.
El Molde supo aprovechar las oportunidades
El cruce Hoffenheim - Molde fue de lo más surrealista, y se puede resumir con algunas estadísticas que muestran la poca puntería que tuvo el equipo alemán y la enorme efectividad del noruego. El TSG Hoffenheim realizó hasta 42 tiros entre los 2 partidos (26 en cada uno), 22 de ellos a puerta (13 en la ida, 9 en la vuelta), y solo consiguió marcar 3 goles. El Molde FK, por otro lado, tuvo suficiente con 11 tiros (8 en la ida, 3 en la vuelta) y solo 6 de ellos a puerta (4/2) para anotar 5 goles. Es decir, el 83.3% de los tiros a puerta del Molde FK fueron gol, mientras que el Hoffenheim solo convirtió en gol un 13,63% de los tiros a puerta realizados. Esta eliminatoria fue un nuevo ejemplo de la importancia que tiene la efectividad en el fútbol. No hace falta ser superior al rival, solo más efectivo.
Linde parando y Ulland Andersen marcando, verdugos del Hoffenheim
El gran héroe del Molde FK fue Andreas Linde. El portero sueco completó una eliminatoria estelar con paradas antológicas tanto en Noruega como en Alemania. Bebou, Dabbur, Baumgartner y Kramaric se estrellaron repetidamente contra el muro Linde, que incluso paró un penalti a Dabbur en la ida. El arquero sueco fue el salvavidas del Molde FK, pero el el verdugo del Hoffenheim fue Eirik Ulland Andersen. El centrocampista noruego tuvo toda la inspiración y puntería que no tuvieron los atacantes del TSG y anotó un gran doblete en el PreZero Arena para clasificar al equipo de Møre og Romsdal a la siguiente ronda.
De eliminatoria encarrilada a pesadilla
El partido de ida, disputado en el Estadio de la Cerámica (Villarreal, España) por los protocolos anti-covid del gobierno noruego, fue una demostración de fe del Molde FK. El Hoffenheim llegó al descanso ganando 1-3, pero lo que parecía una eliminatoria plácida para el equipo de Hoeness, terminó en un inquietante 3-3 final. Dabbur tuvo una oportunidad única de marcar el 1-4 desde el punto de penalti, pero Linde lo paró y dio esperanzas a su equipo. Entre el minuto 70 y el 74, el Molde FK aprovechó la inexplicable desconexión del equipo alemán y, con mayor motivación y acierto, igualó el marcador con 2 zarpazos de Ulland Andersen y Fofana. El propio Andersen, en la vuelta, se encargó de castigar a un Hoffenheim que terminó desquiciado por Andreas Linde y eliminado de la Europa League.
El Bayer salvó los muebles en Berna
El Bayer Leverkusen, por otro lado, protagonizó un guion muy diferente en su eliminatoria, aunque con el mismo final. El equipo de Peter Bosz cayó frente a un Young Boys que no pudo contar con su principal estrella, Jean-Pierre Nsame, en ninguno de los 2 partidos. El conjunto de Berna, gran dominador de la Super League en las últimas 4 temporadas (desde la 2017/18, campeón indiscutible), pasó por encima del Bayer en los primeros 45 minutos de eliminatoria. En el minuto 19', los suizos ya ganaban por 2-0 tras aprovechar 2 jugadas de saque de esquina terriblemente defendidas por los alemanes, y en el 44', Meschack puso el 3-0 superando a Lomb en el mano a mano, completando así un primer tiempo dantesco para el Bayer Leverkusen.
En la segunda parte, la reacción esperada del equipo de la aspirina se produjo rápidamente. Patrik Schick metió de nuevo al Bayer en la eliminatoria con dos cabezazos en 3 minutos (49', 52'), y en el 68', Moussa Diaby superó por arriba la salida de von Ballmoos para igualar el marcador. El dramático 3-0 se había convertido en un esperanzador 3-3, pero al borde del final (89'), Siebatcheu aprovechó el rechace de un tiro de Gaudino desviado por Lomb al poste y, sin portero, marcó su doblete personal y dio la victoria al Young Boys (4-3).
El Young Boys castigó los errores del Bayer
En el partido de vuelta, al Bayer Leverkusen le valía un 1-0 para clasificarse, pero los de Peter Bosz no fueron superiores al Young Boys y los suizos castigaron los errores locales para sentenciar la eliminatoria. Tras un primer tiempo sin ocasiones claras, el equipo de Berna se adelantó en el marcador en el minuto 47 aprovechando un grave error de Niklas Lomb. El portero alemán no acertó al blocar un inofensivo centro lateral de Meschack, dejó el balón muerto en el área y apareció Siebatcheu para marcar a placer el 0-1.
El 0-1 hizo mucho daño al Bayer Leverkusen, que fue incapaz de reaccionar como sí hizo en Berna. El conjunto de Renania del Norte-Westfalia necesitaba 2 goles para pasar de ronda, pero ni Bailey, ni Alario ni Schick estuvieron acertados. El Young Boys amenazaba con sentenciar al contragolpe, y un tiro libre de Spielmann al palo fue el preludio del 0-2, que llegaría 3 minutos después (86') cuando Fassnacht superaró a Lomb con una definición picada llena de clase después de un contragolpe letal.
El fútbol alemán, K.O en la Europa League
El fútbol alemán queda muy tocado después de la ronda de 1/16 de final de la Europa League. No habrá representación de la Bundesliga entre los 16 mejores equipos de la competición. Bayer Leverkusen y TSG Hoffenheim, además, cayeron dejando mala imagen, llegando al final de las eliminatorias sin opciones ante equipos teóricamente inferiores. Por otro lado, el Young Boys y el Molde FK fueron, junto a Granada y Slavia Praga (apearon a Napoli y Leicester) las grandes sorpresas de los 1/16 de final y siguen adelante en la Europa League, y con derecho a soñar.