Este lunes 15 de Marzo se ha disputado el partido que cerraba la jornada número 28 de esta edición de la Premier League Wolves-Liverpool. Una Premier League que a día de hoy está liderada por el City de Pep Guardiola con 14 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado que es ahora mismo el otro equipo de Manchester, el Manchester United. Ganar la competición liguera para los de Anfield es ya casi misión imposible, pero su objetivo actual es entrar en los puestos clasificatorios de la UEFA Champions League, de los cuales en estos momentos están fuera.

Situación antes del encuentro

El Wolverhampton llegaba al partido en la decimotercera posición de la tabla clasificatoria a ocho puntos de sus rivales y con una dinámica en las últimas jornadas que no gustaba mucho a su entrenador Nuno, el portugués tenía mucho en juego en este partido, ya que cada vez los encuentros son más complicados y la tabla se ajusta más. Por consiguiente el cuadro amarillo debía hacer los deberes antes de llevarse algún susto a final de temporada. Las lesiones de Raúl Jiménez, Daniel Podence y Fernando Marçal siguen pasando factura a un equipo que no se cruza con la victoria desde el pasado 19 de Febrero en casa ante el Leeds de Bielsa.

Por otro lado el Liverpool se situaba en la octava posición de la tabla y su situación va cada vez a peor, las derrotas en casa ante equipos como Chelsea, Fulham o Everton son las causantes del mal trago por el que está pasando la plantilla liverpuliana. Los puntos cada día van siendo más necesarios y la presión sobre el pecho de Klopp aumenta conforme pasan los días, pero el equipo hoy visitante iba a intentar poner fin a esta pesadilla empezando por ganar este partido para así adelantar al Tottenham en la clasificación e igualar al Everton en puntos aunque situándose detrás de ellos a consecuencia del Gol Average. El máximo anotador de este equipo (Mohamed Salah) quiere saciar su sed de victorias ante un Wolves que se tambalea. 

Adama realizando un regate / Foto: Wolves
Adama realizando un regate / Foto: Wolves

Las lesiones siguen estando presentes en la plantilla, pero el central holandés Virgil Van Dijk y su compañero en la zaga Joe Gomez ya entrenan en el gimnasio en solitario para volver lo antes posible a los terrenos de juego.

Oportunidades pero carencias de cara a gol

Las alineaciones no sorprendían a nadie y no había cambios drásticos respecto a otros partidos en cuanto a lo táctico. Saltaban los equipos al campo, un Molineux Stadium sin público, pero el ambiente en los hogares de los aficionados estaba al nivel de lo previsto, como se pudo ver en las redes sociales.

El equipo local quiso homenajear a Graham Hughes dejando una ensaladera con el escudo del Wolves cerca de un córner del estadio, después de esto se hizo como ya es costumbre el homenaje a las víctimas del racismo y siguen manteniendo su mensaje, Black Lives Matter.

El Liverpool comenzó el partido atacando por la banda izquierda, colgando varios centros que continuamente eran rechazados por la zaga local, poco después Adama golpeó hacia la portería de Alisson sin mucho acierto.

Corría el cronómetro y el encuentro entraba en sus primeros 15 minutos. Los chicos de Nuno se hacían con el control de la pelota y tenían ocasiones. También la tuvo Sadio Mané que desperdició un mano a mano ante Rui Patricio. Seguían llegando las ocasiones para ambos equipos, pero poco a poco la balanza de la posesión se iba decantando hacia los jugadores de Klopp.

Celebración del 0-1 / Foto: Liverpool FC
Celebración del 0-1 / Foto: Liverpool FC

Justo antes de acabar la primera mitad, el Liverpool se adelantaba en el luminoso, tras un contrataque desde el centro del campo con Mané, Salah y D. Jota como protagonistas iba a aparecer el gol. Sadio Mané pone un pase fantástico a D. Jota que no se lo piensa y golpea la pelota con firmeza y se le escapa a Rui Patricio. Finalmente el balón acaba entre los tres palos y el Liverpool se adelanta en el marcador.

Muchas ocasiones y mucha verticalidad a ambos lados del campo, esto permitía que los laterales de ambos equipos pudieran tener protagonismo a la hora de poner centros peligrosos. Con el partido totalmente roto, sin posiciones específicas a la hora de ordenarse en el terreno de juego y las tantas oportunidades que llegaban por los dos costados , llegaba el final de la primera mitad.

Uno de los problemas que tanto suena en boca de los seguidores del Wolves es la ausencia de goles. Este tópico se mostró en esta primera mitad, por falta de puntería o mala suerte, el Wolves no fue capaz de materializar sus oportunidades a pesar de tenerlas. 

Una segunda mitad sin goles

La segunda mitad empezaba polémica con una entrada violenta de Boly que a pesar de su brutalidad no acabó en nada más que una infracción como cualquier otra.

No cesaba el nivel frenético que estaba mostrando este partido, por consiguiente el cansancio se dejaba ver y las jugadas después de la hora de juego bajaban en cuanto a intensidad, pero ese no iba a ser el motivo por el cual el partido iba a dejar de ser interesante. Al contrario, en el encuentro subían las pulsaciones de ambos equipos ya que estaban obligados a ganar o por lo menos a puntuar para no llevarse sorpresas a final de temporada o quien sabe si poder soñar de nuevo con los puestos europeos.

Restaban solamente 15 minutos y el partido se iba relajando poco a poco, la presión de los dos cuadros bajaba su nivel y el acoso de los visitantes se fue desvaneciendo. Nuno introdujo dos cambios en la búsqueda del gol que les diera el empate.

Rui Patricio Conmocionado

Mohamed Salah conseguía batir de nuevo a Rui Patricio pero esta vez lo hacía en fuera de juego y el tanto no subió al luminoso. Tras esta jugada el portero luso quedó conmocionado por el golpe recibido del egipcio. Tuvieron que entrar las asistencias médicas e hizo falta la camilla para sacar al guardameta del terreno de juego. En su lugar entró el portero suplente Ruddy.

Rui Patricio / Foto: Wolves
Rui Patricio / Foto: Wolves

Las iba a tener el Wolves antes de terminar el partido, pero el portero brasileño del Liverpool lo evitó con dos grandes paradas. El partido se demoró hasta el minuto 108 ya que el meta local tuvo que ser atendido durante 10 minutos.

Finalmente el partido acabó 0-1 a favor del Liverpool que a partir de este partido se propone no perder ni un solo punto en lo que resta de liga. Por otro lado el Wolves sigue a nueve puntos del descenso, todavía no peligra el descenso, pero su entrenador no quiere acercarse más a estas posiciones.

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