Si hay dos equipos con mística en la UEFA Champions League, sin dudas, son el Liverpool y el Real Madrid. Por un lado, el conjunto español, el que levantó la orejona en más ocasiones, 13, ante otro que suma seis estrellas, lo que lo ubica como tercer máximo ganador junto al Bayern y el equipo inglés que más veces la ganó. 

Muchas noches mágicas de Champions se vivieron en Anfield. Un estadio único, difícil para los rivales, con una fuerza inigualable, pero con la fortaleza de los aficionados, como principal característica. Pero, a pesar de no estar su gente, ¿qué deberá pensar Jurgen Klopp para revertir el 3-1 en España?, ¿Cuál es su mayor preocupación?, ¿Dónde estará la clave? Eso es lo que intentaremos analizar desde VAVEL.com. 

La formación del Liverpool

Para entender el funcionamiento que van a tener los Reds en este encuentro, primero hay que saber cuales serán los once que elegirá Klopp para este encuentro. 

Alisson en la portería; Trent Alexander-Arnold en el lateral derecho y Andrew Robertson en el izquierdo, mientras que Ozan Kabak y Nathaniel Phillips conformarán la zaga central, formando una línea de cuatro defensores. El mediocampo es la duda, Fabinho sería uno de los integrantes de los tres del medio, siendo el nexo y primer pase entre los defensores y los mediocampistas. Un poco más adelantados, podrían estar Thiago Alcántara, que en el encuentro de ida ingresó en la segunda mitad y le dio mayor movilidad y peso en el ataque; junto con Georginio Wijnaldum.

En el tridente ofensivo, Klopp se inclinaría por el sacrificio y capacidad goleadora de Diogo Jota, por sobre Roberto Firmino, apostando así al gran nivel que supo mostrar el ex 'Wolves'.  En los extremos, la fórmula conocida de Sadio Mané y Mohamed Salah para intentar romper la defensa de un Madrid diezmado por las lesiones.

El tridente Salah, Firmino, Mané. Foto: Premier League.
El tridente Salah, Firmino, Mané. Foto: Premier League.

¿Qué tiene que aprovechar el Liverpool?

En caso de utilizar este tridente, ante la baja de Lucas Vázquez que salió lesionado ante el Barcelona, pero con el ingreso de Álvaro Odriozola por ese sector, le permitió al equipo Culé sacar provecho de las ventajas del lateral a tal punto que llegó el gol del descuento. Es ahí donde Mané o Jota, dependiendo quién juegue, pueden sacar provecho. 

Una de las cosas que faltó a los Reds en el partido de ida, fue mayor predisposición y peso ofensivo. Se notó la falta de Firmino se retrase para adelantar la línea defensiva del Madrid y así tanto Salah o Mané aprovechar el espacio libre. Pero, primero, uno de los que es de los mejores tridente ofensivos, debe mejorar la efectividad. Liverpool genera, pero no está convirtiendo como en años anteriores donde los tres juntos parecían imparables para los defensas.

En el partido de ida, en especial en el primer tiempo, la presión del equipo español fue asfixiante. Los ingleses no llegaron a la portería defendida por Courtouis, con un mediocampo que parecía perdido y que no lograba conectar con sus tres ofensivos. Cosa que cambió con la entrada de Thiago. 

En la previa, sabiendo que tiene que revertir el resultado y en su casa, el equipo de Klopp tendrá la obligación, y sabe como hacerlo, de adueñarse del partido. Deberá ser rápido, más directo y jugar con balones largos de Fabinho o Thiago, pases filtrados del ex Bayern y utilizar los laterales, tanto Alexander-Arnold como Robertson adelantarse para lanzar centros o asociarse a los extremos para tener superioridad numérica en el área rival.  

¿De qué debe cuidarse?

Los puntos bajos de este Liverpool empiezan por su columna vertebral. Alisson, que no está en su mejor momento. Fallas en su salida con los pies, dudas a la hora de salir a anticipar algún centro, hasta no es tan gravitante en sus salvadas como lo era hace sólo unos meses atrás. 

Cuando más sacó provecho el Madrid, fue en la salida de los Reds. El Real Madrid presionaba siempre, y en su gran mayoría ganaba esos duelos, lo intentó por el sector derecho, ante su arquero y ante Wijnaldum. 

Los de Zidane utilizaban el balón largo de Toni Kroos, Luka Modric y Casemiro, salteando las líneas para Benzema, que jugaba entre Kabak y Phillips, dejando espacio para que Asensio y Vinicius queden frente a Alisson. 

Además, Vinicius y Asensio jugaron siempre mano a mano frente a los laterales, que no podían frenar su velocidad y no los dejaban atacar, lo que disminuía el ataque del Liverpool, ya que el inglés y el escoses son dos puntos fuertes del equipo de Klopp.  

De todas formas, a menos de 24 horas del partido, muchas son las especulaciones y pocas las certezas. La única, que el Liverpool no está en su mejor momento futbolístico y que deberá dar vuelta un 3-1 ante el Madrid en su casa, en Anfield, lugar que fue testigo de muchas hazaña, lo que le da una esperanza de soñar con una más, mañana por la noche. 

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