Los Blues eliminan en semifinales de la FA CUP al Manchester City en un partido marcado por las pizarras y el dominio de las áreas. La idea de Tuchel se impuso por su capacidad para cargar de previsibilidad las posesiones de Guardiola y desproveerlas de ritmo. Con área, centro del campo y contexto dominados, el Chelsea aguardó hasta encontrar la oportunidad de despegar hacia la portería de Steffen y abrazar el gol. El fuego ofensivo que prometían las dinámicas de cada uno quedó sustituido por la clarividencia con la que Tuchel logró imponerse frente al equipo y entrenador más sobresalientes de las Islas. 

Tuchel continuista, Guardiola vanguardista

Tuchel propondría una alineación reconocible, con Kepa adoptando protagonismo copero, Chilwell y James asentados en los carriles, mientras que Ziyech sentaba a Havertz para insuflar cierta seguridad a las posesiones blues. En el Manchester City, 4-2-3-1 donde el posicionamiento sería más rígido que de costumbre. Además, hasta ocho futbolistas distintos entrarían en el once respecto al que eliminó al Borussia Dortmund el miércoles.

FOTO: La pizarra del míster - elaboración propia
FOTO: La pizarra del míster - elaboración propia

El planteamiento muere en el ataque

La magnitud colectiva y competitiva que Tuchel ha impreso permitió al Chelsea salir predispuesto a aguantarle la mirada al lobo. Bajo esa autoconfianza, logró pintar los primeros minutos con una tonalidad azul más oscura. Werner, Mount y Ziyech torpedeaban la salida sky blue ejerciendo una agresiva posesión sobre los lanzadores --Cancelo, Rodri y Rúben--. Sin embargo, su única proyección nació en un fuera de juego de Werner que había finiquitado el extemo marroquí. Las vigilancias de Fernandinho y Rodri de los pasillos centrales permitía al City vivir 'cómodo' en la incomodidad que le planteaban los Blues.

Werner tratando de superar a Rúben Dias / FOTO: Chelsea FC
Werner tratando de superar a Rúben Dias / FOTO: Chelsea FC

Aunque Steffen presenciase la primera mitad sin tareas laboriosas, el Manchester City fue incapaz de progresar en campo contrario ni de encontrar a Kevin de Bruyne -acechado por Kanté- en escenarios anexos al área rival. Sin espacios ni conexiones, los primeros 45 minutos se desarrollaron bajo la horizontalidad y la lentitud. Que el primer córner para los de Guardiola llegase en el minuto 42 y su segundo disparo en el 44, manifiesta la abundancia de ideas sin balón y la insuficiencia de las mismas sin él.

Doble desgracia en Manchester

Si la primera mitad finalizó sin un ápice de emoción, la segunda arrancaría con un acontecimiento trágico para el Manchester City. Kevin de Bruyne se echaría al suelo lesionado, doliéndose de su tobillo derecho cuando las circunstancias más le claman. La entrada de Foden no impediría el varapalo emocional que azotaría al City, atrapado en su propia posesión. El Chelsea se engrandecería en su papel como protagonista -con balón- y como secundario -sin él- progresando en ambos escenarios con agilidad. 

El inexistente ritmo competitivo y el escaso peso que había tenido en el partido, pudo provocarle a Steffen el apagón mental que sufrió en el 55. El arquero norteamericano salió en falso en el primer contragolpe del Chelsea, proyectado por Werner y rematado por Ziyech a portería vacía. La duda ahogó a Steffen para salir, quedándose a medio camino y regalando el primer gol a los Blues. Por segunda vez en el partido, primera válida, el Chelsea pudo acometer su plan ofensivo.

Minutos después, la pájara sumergió a Rúben Dias en un error de cálculo a la hora de despejar. Ziyech tuvo en sus botas el 2-0, pero esta vez Steffen se redimió deteniendo con los pies la que hubiese sido la remachada final. El Chelsea continuaría lidiando con categoría todas las situaciones que el City le planteaba. Como elemento salvavidas Gündogan pisaría campo. Thiago Silva también se caería del tablero con molestias en la zona lumbar, le suplió Zouma.

El centrocampista alemán, junto a Foden, aportaría cierta velocidad y altura al juego sky blue, que poco a poco iría sumando pasos hacia delante hasta contar, a cuenta gotas, con insuficientes oportunidades en el tramo final. Con dos únicos disparos a puerta Rodri en la segunda mitad, el City caería eliminado siendo incapaz de meterle mano a un Chelsea dibujado de forma brillante.

Kanté dinamitó cada posesión del City / FOTO: Chelsea FC
Kanté dinamitó cada posesión del City / FOTO: Chelsea FC

El Chelsea alcanza su vigésimo quinta final de FA CUP firmando un partido sobrio y atenuante en los escenarios mental y físico. Las retinas de los aficionados no guardarán el encuentro por su fútbol, pero sí que quizá por su relevancia futura, porque el megaproyecto de Abramovic --y ahora Tuchel-- huele su primer metal.