Ni Chelsea ni Brighton & Hove Albion pudieron decantar la balanza en Stamford Bridge, en un encuentro marcado por la falta de efectividad de ambos equipos y como no, condicionado por la salida del Chelsea de la Superliga. Los hombres de Thomas Tuchel, superiores en la creación de juego, no tuvieron el lucimiento necesario para hacer gol, como tampoco lo tuvo el cuadro de Graham Potter, que no cesó en sus asedios a la portería local.

Ya en la previa, se sentaron las bases de lo que iba a ser un partido condicionado por la enorme polémica levantada por la Superliga, algo que a solo dos días de su creación, ya ha supuesto un hito histórico en el mundo del fútbol. Con un mensaje bien claro, “RIP Football” (RIP fútbol), los aficionados ‘Blues’ se movilizaron en la ciudad de Londres en contra de la competición presidida por Florentino Pérez y de la que, por supuesto, el equipo presidido por Román Abramóvich forma parte. O quizá podamos decir “formaba”, porque a escasos momentos del inicio de un encuentro que hubo de retrasarse en Stamford Bridge, donde se recibía al Brighton & Hove Albion, se hacía oficial la desvinculación del Chelsea  de la Superliga, a quien acompañaría en la misma decisión el Manchester City. 

Aficionados del Chelsea rechazan la Superliga en la previa frente al Brighton |  Foto: Standard Sport
Aficionados del Chelsea rechazan la Superliga en la previa frente al Brighton | Foto: Standard Sport

Puestos a hablar del encuentro, las pérdidas de balón en tres cuartos de campo condenaban a un Brighton que concedía a sus oponentes el control absoluto de las jugadas de ataque en el primer tiempo. Con alguna que otra ocasión anulada por errores de ejecución o las oportunas atajadas de Robert Sánchez, el cuadro de Thomas Tuchel desaprovechó las oportunidades que se le brindaron. Por su parte, los ‘Seagulls’ solo pudieron sacar un córner, el único visto en los primeros 45 minutos.

Los hombres de Graham Potter aparentaban tener poco que ofrecer hasta el último cuarto de partido, pero el Chelsea, exclusivo dominador de la posesión del encuentro, no se encontraba cómodo sobre el campo. Parecía tener ideas más evidentes el conjunto visitante, que a expensas de su escasa aportación a la creación de juego, tenía claras sus estrategias tanto en lo defensivo, como en lo ofensivo. Prueba de ello fue el efecto que produjo la presión sobre Jorginho, que ahogaba la salida de balón de los pupilos de Tuchel. 

Con el control del juego, pero carentes de ingenio, el Chelsea rogaba algún gesto que pudiera cambiar la sintonía del partido. El ingreso de Werner, Hudson-Odoi y Giroud auspiciaba la victoria que buscaban. Nada más lejos de la realidad, porque los cambios poco pudieron aportar. 

La efectividad brilló por su ausencia

Al mínimo despiste, las ‘gaviotas’ de Potter probaban a un Kepa que repetía titularidad tras la victoria frente al Manchester City. En el 77’ tuvieron la más clara del partido en los pies de Lallana. El ex del Liverpool desaprovechó una ocasión que habría sido determinante, mandando el balón muy desviado de la portería. A tan solo unos minutos, Danny Welbeck no llegó a cuajar una doble ocasión que venía de una pérdida de Jorginho en zona comprometida. Primero el palo y luego Kepa, prohibieron que el balón perforara la portería. El resto de las acometidas del equipo visitante se traducían en tiros discretos de Yves Bissouma que marchaban lejos de la portería del cancerbero español. No obstante, el Brighton tuvo las más claras del encuentro y lograron intimidar al tímido Chelsea que se vio en Stamford Bridge. 

Siete disparos para los locales (cuatro), frente a once (tres a puerta) para el Brighton, con una notable diferencia de posesión favorable a los primeros, que ponía en compromiso al cuadro ‘Blue’. Desorientado, despistado y desanimado, el dominio de balón del Chelsea no sirvió para ganar, como tampoco lo hizo el gran desempeño, pero inefectivo, del Brighton & Hove Albion. Sin embargo, ambos equipos se repartieron un apetitoso punto que los mantiene inmóviles en la clasificación; más favorable para los de Tuchel, que se mantienen en puestos de Champions, pero satisfactorio para los ‘Seagulls’, que se mantienen en zona segura, cada vez más cerca de la salvación.