El equipo neoyorkino entró al partido sin querer dejar nada en el aire. Contuvo las posibles acometidas del equipo rival manteniendo el control del balón, llevando la iniciativa y tratando de llegar con peligro sobre la portería de su rival. Esta insistencia hizo que en una de las primeras acciones, a balón parado, los locales aprovecharon la debilidad de su rival en defensa y en un desajuste permitieron a Medina recoger la pelota en la línea de gol y marcar a placer el primero de la tarde.

Este demoledor inicio de los locales provocó que FC Cincinnati tuviese que entrar en el partido con un gol en contra y con todas las dificultades que eso conllevaba. Tuvo que buscar una variante en su juego ya que intentó sacar el balón jugado desde la defensa, pero la presión en zona de creación de los neoyorkinos provocó que tuviesen que buscar desplazamientos en largo sin apenas peligro. Solo hubo un acercamiento con peligro por un error de Parks en la salida de balón que no fue aprovechada por Cruz en un mano a mano con el portero.

Durante muchos minutos el partido se mantuvo muy disputado con la pelota cambiando de control de uno a otro equipo en el centro del campo, dejando solo en acciones a balón parado la única manera que tuvieron ambos equipos en generar algún acercamiento sobre la portería. Para poder ver la primera ocasión clara de peligro tuvo que esperar hasta los últimos diez minutos en donde una contra de Cincinnati terminó con un disparo de Harris que rechazó en Chanot, propiciando que Johnson tuviese que esforzarse para mandar la pelota a saque de esquina.

Unos minutos después FC Cincinnati volvió a toparse con el guardameta local quien nuevamente desbarató una nueva ocasión al “volar” para salvar una pelota que se dirigía a la escuadra. El argentino Barreal, uno de los jugadores más activos del equipo visitante fue el autor de la ocasión. Esta fue la última llegada para los dos equipos ya que, hasta el pitido final, ambos equipos prefirieron guardarse y no cometer errores que concedieran un gol.

Con el inicio de la segunda parte, New York City FC volvió a ser el primer equipo en avisar sobre una de las porterías, aunque en esta ocasión solo se quedó en eso, un aviso. El protagonista volvió a ser el protagonista de la ocasión al recoger un balón en el interior del área, pero su disparo fue rechazado en esta ocasión por un guardameta visitante inspirado y muy rápido en la reacción.

Pero unos minutos después, el equipo local no perdonó en la siguiente ocasión que tuvo gracias a un saque de esquina. Chanot se elevó por encima de su marcador y aprovechando un fallo en la salida del portero, cabeceó la pelota al fondo de la red, colocando el segundo gol en el luminoso. Pero sin tiempo para digerir este tanto, los neoyorkinos volvieron a golpear a su rival gracias a un magistral libre directo que ejecutó Thórarinsson con un disparo pegado al palo.

Estos dos goles casi consecutivos cambiaron por completo el desarrollo del encuentro ya que dejaron noqueado a un conjunto visitante que se vio con el control de la pelota, sin ideas y con tres goles en contra. Con FC Cincinnati fuera del partido, un saque de esquina de los locales volvió a convertirse en un gol que dejó un cuarto y definitivo gol que encarrilaba el resultado para los neoyorkinos, eso sí, con parte de suerte. El balón pasado al segundo palo fue recibido por Castellanos que disparó a puerta de manera defectuosa, pero la suerte hizo que el balón rebotase en la rodilla de Hagglund para introducirse en el interior de la portería.

FC Cincinnati consiguió mostrar una respuesta a estos minutos de control total de los neoyorkinos, teniendo una doble ocasión en la que nuevamente se toparon con un Johnson esplendido que, a bocajarro, detuvo dos disparos que estuvieron cerca de finalizar en gol.

En los siguientes minutos el partido bajó de ritmo con New York City FC teniendo mucha tranquilidad con el control de la pelota y sin apenas ver como su portería se ponía en peligro. Eran ellos, sin embargo, los que fueron poco a poco acercándose a la portería de su rival con muchos acercamientos hasta que, en los minutos finales, un nuevo zarpazo colocó en el marcador un resultado redondo con el quinto gol. Jesús Medina mostró su candidatura a jugador de la semana al recoger un saque de esquina en corto y desde el lateral del área colocó la pelota en el fondo de la red con un precioso disparo por encima del portero, haciendo imposible su estirada.

FC Cincinnati era un equipo vendido. No tenía manera de superar la vorágine ofensiva que se les estaba viniendo encima con unos neoyorkinos desatados que aún tuvieron un par de ocasiones que pudieron haber aumentado el marcador. Fue Castellanos quien tuvo la oportunidad de haber conseguido anotar un doblete, pero la suerte no estaba en esta ocasión de su parte.

Así, el partido llegó al final del tiempo reglamentario con el abultado marcador de cinco goles de diferencia para los neoyorkinos, quienes aprovecharon a la perfección las ocasiones que tuvieron ante un equipo que no existió sobre el terreno de juego.