Las nuevas generaciones recién empiezan a irrumpir en los mejores equipos del mundo, llegando a substituir a algunas de las piezas claves del equipo, uno de los casos más sonados, es el de Mason Greenwood, un delantero, que tras no poder competir con su competencia, pasó a jugar de volante derecho, y que gracias al estilo de juego de Solskjær, caracterizado por la formación 4-2-3-1, ha conseguido ganarse un puesto como titular en el equipo, llegando a disputar 28 partidos, anotando 5 goles y repartiendo 2 asistencias.  

Durante su etapa de formación, se desempeñaba en la posición de delantero, y se caracterizaba por su instinto goleador y su gran técnica, que sigue manteniendo hoy en día, a la hora de definir frente a la portería. Es un jugador muy veloz, que adora encarar portería, y que, debido a su cambio de posición, su influencia en esa banda ha sido de vital importancia para que el United se sitúe en la segunda posición de la Premier League. 

Su calidad innata para buscar el disparo desde la frontal del área es de vital importancia para el United, ya que, debido a ser ambidiestro, siempre consigue fijar disparo entre los tres palos, siendo una de las mayores amenazas ofensivas del United. 

Es un jugador muy joven, y que aún tiene tiempo para definirse como futbolista, tanto para confirmarse como un veloz extremo, o como un feroz delantero. Al mismo tiempo, también ha de solucionar algunos errores que suele cometer, el más fácil de ver, es que Mason llega a ser ciertamente previsible, y es que siempre tiende a encarar área, y al realizar muy pocos desmarques para buscar romper filas, para crear espacios o alejarse de la marca, no suele encontrar el espacio por su propio pie, y termina perdiendo el balón, o buscando un pase atrás. Posee muy poca movilidad para un jugador tan letal.  

Finalmente, quería recalcar un aspecto que ha mejorado mucho, y es que, en jugadores jóvenes, la toma de decisiones suele ser un aspecto negativo, pero para Mason, salvo con los regates, la toma de decisiones es algo que se le da muy bien. Su velocidad con balón, y su gran visión de juego, le permiten saber soltar el balón en el momento justo, para no retenerlo demasiado, y perder el esférico.