Si por algo está destacando esta Eurocopa, es por su cantidad de acciones accidentadas. Tras el tremendo susto de Eriksen durante el Dinamarca-Finlandia, el segundo susto del día llegó tras el choque entre Castagne y Kuzyayev.
En el minuto 24, ambos jugadores disputaron un balón aéreo, impactando cabeza contra cabeza con todas sus fuerzas. El colegiado, Mateu Lahoz, paró rápidamente el partido y ordenó la entrada de las asistencias, consciente de lo fuerte que había sido el impacto. Tras recibir un vendaje, Kuzyayev pudo incluso volver al terreno de juego, pero Castagne se retiró con visibles signos de dolor y una bolsa de hielo en la zona inflamada del que sería su primer y único partido en esta Eurocopa.
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Meunier, un sustituto de lujo
El jugador que le dio cambio fue Thomas Meunier. El futbolista del Borussia Dortmund, consciente de lo caro que está el puesto en esta selección belga, cuajó un partido tremendo. Muy seguro atrás y más que participativo en ataque: gol y asistencia.
La realidad es que el estatus de Thomas Meunier en la selección de Bélgica ha ido de más a menos en los últimos años. En el último gran torneo de selecciones (Mundial de Rusia 2018), el por aquel entonces jugador del PSG fue titular en el 11 de Roberto Martínez, y con un gran rendimiento. El lateral de Dortmund es consciente de que está ante una oportunidad de oro para dar un puñetazo encima de la mesa y recuperar la titularidad en las grandes citas.
Nunca es una buena noticia la lesión de un jugador (y mucho menos titular) pero, dentro de lo malo, Roberto Martínez tiene otro jugador top para disputar lo que resta de campeonato.