"El fútbol es un juego en el que 22 hombres persiguen una pelota y al final siempre gana Alemania", decía Gary Lineker. En los últimos años Alemania fue despojada de la distinción continental, pero cuando el contexto pedía un paso al frente, lo dio para aniquilar a la defensora del trono europeo. Los conceptos de moda del nuevo fútbol (presión, intensidad y verticalidad) los escenificó recordando a sus mejores tiempos, aquellos en los que su sola presencia aterraba. Los antecedentes la situaban como tercera en el grupo más mortífero de la EURO, pero el fútbol esperaba algo más, y ella respondió como mejor sabe hacerlo, aplastando.

Alemania sugiere, Portugal sobrevive

El empate entre Hungría y Francia cambió los esquemas del grupo, pero no las voraces aspiraciones de Alemania y Portugal, que confiaron en sus principales hombres para protagonizar el espectáculo que presenciaría el Allianz Arena. Los germanos se desmelenaron desde el inicio, jugando con la agresividad y el riesgo que despierta el cuerpo cuando vive en el alambre. Proponían ritmo, juego y ocasiones desde triangulaciones que encontraban a Gosens irrumpiendo en el segundo palo. La espalda de Semedo fue su zona de recreo para marcar, asistir e incidir. Su primer gol llegó con un estético remate que no subió al marcador por fuera de juego de Gnabry, aunque su impacto fue una y otra vez el argumento de Alemania para atacar hasta el 1-4.

Portugal firmó un contragolpe soberbio para poner el 0-1 / FOTO: UEFA
Portugal firmó un contragolpe soberbio para poner el 0-1 / FOTO: UEFA

El desenfreno alemán desbordó a Portugal, que resistía los asedios sobre Pepe y Rúben Dias. El riesgo de jugar alto, rápido y elevando a los carrileros como si fuesen delanteros, abrió una puerta a Portugal en medio del bombardeo. Cristiano despejó, Bernardo manejó la carrera y conectó con un Diogo Jota encarando para dejar el gol en bandeja a Cristiano, que remató a placer el ataque que él mismo inició. Rápido, sencillo, eficaz y mortal. Portugal golpeaba en una acción de las que hacen soñar a Fernando Santos y Cristiano Ronaldo hincaba por primera vez el diente a Alemania.

Solo mojó Havertz, pero el tridente fue un arsenal de recursos / FOTO: UEFA
Solo mojó Havertz, pero el tridente fue un arsenal de recursos / FOTO: UEFA

Gosens desorcha el tapón

Alemania no cesó, sino que siguió presionando hasta que el hundimiento de líneas generase el 1-1.  El guion alemán marcaba un rumbo fijo, concentrar juego en derecha para girar a Portugal y machacar en la izquierda. En esas líneas, Kroos se encargó de dirigir, Kimmich de generar, Gosens de romper, Müller de juguetear y Havertz de rematar. El tarro se destapó con el tanto de Rúben Dias en propia puerta, que remató el centro de Gosens dirigido hacia el goleador que decidió la última Champions, Kai Havertz. Tardó 35 minutos La Mannschaft en tumbar la resistencia lusa, pero tras la caída del primer bastión, llegó la tromba que Gosens y Kimmich desencadenaron.

Havertz fue el ejecutor de Portugal / FOTO: UEFA
Havertz fue el ejecutor de Portugal / FOTO: UEFA

Tres minutos después, otra triangulación dejó a Havertz pinchándola sin acierto, a Kimmich salvándola en línea de fondo, y a Guerreiro rematando en propia puerta cuando Gnabry se relamía. El tesón cambió el marcador y la atmósfera que acogía a Alemania. La cascada de ocasiones se cerró en el segundo tiempo, pero el cuadro germano tenía aquello que llevaba años buscando, la confianza atronadora en su juego.

Fernando Santos sacó a Bernardo Silva por Renato Sanches en busca del despliegue que lo sacase del atropello, pero en el minuto 60, Joaquim Löw lo había sentenciado. En el minuto 50, el trazo de derecha a izquierda volvió a encontrar en Gosens al asistente de Havertz, y diez minutos después, el ferviente llegador del Atalanta cerraría su exhibición rematando el centro de Kimmich. 

Müller y Gosens celebran el 1-4 / FOTO: UEFA
Müller y Gosens celebran el 1-4 / FOTO: UEFA

Alemania era más comedida para acelerar las jugadas y desarrollarlas, jugando con los esfuerzos y la ventaja para dejar a Portugal la iniciativa. Los cambios se sucedieron a ambos lados, y solo la desmedida ambición de Cristiano y la frescura de Renato empujaron a Portugal en busca de la gesta. A 25 minutos Diogo Jota maquilló el marcador tras un centro-rescate de Cristiano, que se lanzaba a cada balón convencido por su fe. Los germanos manejaban las embestidas mientras buscaban la manita, pero ni una ni otra se produjeron en un final que pudo haber cambiado si el latigazo de Renato Sanches no hubiese besado el travesaño.

Gosens, MVP del encuentro / FOTO: UEFA
Gosens, MVP del encuentro / FOTO: UEFA

Alemania aprieta el grupo con una exhibición coral en la que desnudó a Portugal y que la hace depender de sí misma para clasificarse. Hungría espera tras su subidón. A Portugal le queda lamerse las heridas y trabajar en el reto que representa Francia y que marcará su travesía.