Inglaterra y la República Checa se jugaban el liderato, pero tras lo acontecido en Wembley y Glasgow, Croacia se ha colado como segunda y los checos como terceros. Como en el resto de encuentros de la fase de grupos, los Three Lions jugaron con el freno de mano echado, concentrando la búsqueda de la victoria en el primer tiempo y resguardando la ventaja en el segundo. El equipo dio una de cal y otra de arena, en la línea de su tránsito europeo, dejando una sensación final agridulce y cierta incertidumbre, porque el techo de Inglaterra aún no está, pero se le espera.

La libertad del frente

El 4-2-3-1 fue el esquema dominante, pero iba permutando en el primer tiempo con un 3-4-2-1 donde Kalvin-Phillips o Walker partían como central diestro en salida. Dependiendo de la posición de Walker, Saka se posicionaba como carrilero o por dentro. Iniciara desde donde iniciase, su influencia fue abrumadora. Southgate solventó la desconexión entre sus cuatro jinetes del frente presente en los dos partidos previos, dotándoles de espacios y roles líquidos, pero principalmente desencadenándolos. Inglaterra dominó (gustándose) el primer tiempo, encadenando minutos convincentes a partir de su ataque. Kane regresó del desconcierto y volvió a parecerse al futbolista móvil, asociativo y dinamizador que alimenta y se alimenta de los que le rodean.

Sterling rematando para poner el 0-1 / FOTO: UEFA
Sterling rematando para poner el 0-1 / FOTO: UEFA

Sterling volvió a marcar. Dibujó combinaciones con Kane, Grealish y Saka, pero se desactivó en el segundo tiempo. Decisivo de cara a puerta, favorecido por el desarrollo de su alrededor, pero sin la incidencia en el juego que acostumbra. Fue potenciado por Jack Grealish, tanto en la acción del gol (asistencia) como en el transcurso del juego. El del Aston Villa manejó al equipo surgiendo entre líneas, encontrando pases, descubriendo espacios, hilando asociaciones y dinamizando el ataque. Su comparecencia en las jugadas se traducía en lucidez, pero quien hizo más y mejor las 'cosas'  fue Bukayo Saka.

Grealish centrando para el 0-1 / FOTO: UEFA
Grealish centrando para el 0-1 / FOTO: UEFA

Saka explotando

El faro del Arsenal lo fue de Inglaterra. A sus 19 años y a 22 de junio, el techo de cristal a nivel de selecciones lo ha hecho estallar. Partió liberado con el flanco derecho como autopista de recreo y desde ahí se dedicó a desbordar, conducir y acercar a Inglaterra al área. Con su poderoso cambio de ritmo simplificó las jugadas, aportó amplitud y ritmo a una selección monótona que por fin encontró (en parte gracias a él) un escenario en el que poder correr con espacios.

Su mapa de calor escenifica como una y otra vez arrancaba para, desde el regate, eliminar a checos de la presión. Su verticalidad reactivaba al resto, pero también desplegó su capacidad para asentar al equipo en campo contrario. Con una madurez insultante, Saka presentó candidatura al once titular llevándose el MVP del encuentro y manifestando como el arsenal de recursos que maneja es la llave para mejorar las carencias del equipo.

Bukayo Saka, MVP del encuentro / FOTO: England
Bukayo Saka, MVP del encuentro / FOTO: England

Hueso checo

La República Checa no faltó a su cita con el sacrificio. Nutrida por la presión en bloque, equilibró el encuentro hasta dejarlo en el limbo durante todo el segundo tiempo. Los checos saltaban voraces al corte y coordinados a los apoyos, dificultando la progresión e instalación de Inglaterra en campo contrario. El balón se iría trabando hasta hacerse prisionero de una medular embarullada que terminaría por satisfacer a una Inglaterra con los deberes hechos. Los ingleses no encontraban la forma de hincar el diente y sin que nadie propusiese ni se atreviese, se volvió a apostar por no encajar. Los Three Lions volvieron a conformarse con la mitad para dejar por tercer partido consecutivo la portería a cero, siendo la primera vez en su historia que logran el billete a octavos sin conceder un solo tanto en la fase de grupos.

Kane estuvo permanentemente vigilado / FOTO: UEFA
Kane estuvo permanentemente vigilado / FOTO: UEFA