Finlandia salió en esta tercera jornada con un plan muy evidente aguantar todo lo posible a Bélgica para llevarse algún resultado positivo del Estadio Kretovski, ya que comenzó la jornada en tercer lugar con tres puntos, empatado con Rusia, si hubiera conseguido un empate, el conjunto finlandés se hubiera metido en la siguiente fase. Las intenciones de los de Kanerva era muy clara, y así lo demostró su alineación, 3-5-2,  con Pukki y Pohjanpalo como delanteros y los tres centrales que lleva jugando todo el torneo, Toivio, Arajuuri y O'Shaughnessy, con la intención de encerrarse atrás y aguantar las llegadas de los belgas y salir en alguna contra para poder dar un susto al guardameta belga.

Por su parte, el conjunto de Roberto Martínez salió con un 3-4-3, con las novedad de la titularidad de Hazard y de Trossard, como carrilero derecho. Además, volvió a jugar De Bruyne, haciendo un partido espectacular, y Lukaku que sigue a lo suyo, el cual anotó y se colocó entre los máximos goleadores del torneo junto a Cristiano, Wijnaldum, y Schick, todos con tres tantos.

El comienzo del encuentro fue con posesión clara de los belgas, que cogieron las riendas del encuentro, ya que los finlandeses se metieron atrás para poder buscar una contra. La primera mitad fue un monólogo del cuadro de Roberto Martínez que tuvo varias ocasiones claras para anotar gol mediante Lukaku y Doku, pero al descanso se fueron con el 0-0 en el marcador. En la segunda parte, Bélgica le metió más ritmo al encuentro y siguió acechando a la portería de Hradecky, que en el minuto 65 se llevaría un susto, ya que Lukaku anotó el primero para los belgas, pero estaba en posición de fuera de juego, por lo que el VAR anuló el gol del delantero del Inter de Milán. Minutos más tarde, Hradecky se metería en propia y Lukaku sentenciaría el encuentro, mandando a Finlandia como tercera de grupo, la cual tiene muy difícil su pase, ya que de momento es la segunda pero tercera de la Eurocopa.