En la previa de este partido se avisó que sería un duelo lleno de emociones y de un maravilloso fútbol, ​​donde ambos conjuntos iban a salir a matar por el sueño de lograr llegar a las semifinales. No obstante, los conjuntos prefirieron no arriesgarse en los 90 minutos y decidieron definirlo en la tanda de penales.

El arranque del encuentro fue tal como mencionó con anterioridad. Unos primeros minutos bastante intensos por ambos equipos , donde trataron dominar desde el inicio. Los uruguayos utilizaron la subida de sus laterales para los avances ofensivos y tuvieron algunos aciertos con esta estrategia. Por el otro lado, los colombianos tuvieron algunas oportunidades de balón parado tanto de córner como de tiro libre, pero ninguna de ellas fue de peligro.

Con respecto a la táctica de presión, los dirigidos por el maestro Tabárez eran los que mayor presión realizaban con el objetivo de achicarles el campo a sus rivales y así provocar el pelotazo por parte de Ospina y así evitar el armado de juego desde abajo. Los de Reinaldo Rueda hicieron lo contrario. Dejaban avanzar a los defensores contrarios hasta la mitad de cancha ya partir de ahí es donde se veía la presión personal de la tricolor hacía los celestes.

Posteriormente a estas ciertas ocasiones, el juego entró en una zona de tranquilidad donde ninguno de las selecciones quiso arriesgar de más y por eso, el encuentro estuvo bastante trabado donde nada más se disputaban el control del esférico y no hubo oportunidades de peligro en ninguno de los dos arcos. Del lado de Uruguay, Matías Viña fue quien demostró querer romper con el muro defensivo de la tricolor y por el lado de Colombia, Luís Díaz fue quien quiso hacer lo mismo. Ambos jugadores utilizaron sus habilidades físicas para querer penetrar las defensas rivales o con algunas ocasiones de centros, las cuales, no tuvieron contacto con sus compatriotas.

Alrededor de los 30 minutos, el partido comenzó a tornarse mucho más emocionante. Ambos conjuntos dejaron atrás ese pensamiento de no arriesgarse y comenzaron a generar bastantes ocasiones de riesgo. Duván Zapata fue la clave colombiana para generar dicho peligro. El delantero recibía la pelota y era él el que se peleaba con los defensores uruguayos con el objetivo de generar algún remate al arco. Caso contrario fue el de Uruguay. Los celestes generaron oportunidades mediante el juego combinado entre los mediocampistas y sus delanteros de referencia, Suárez y Cavani.

Ya en los últimos minutos, el encuentro no varió mucho. Las dos selecciones continuaron con sus estrategias de presión y tuvieron alguna que otra acción ofensiva, pero ninguna de ellas finalizó dentro del arco y es por eso que se fueron al descanso con el marcador en 0.

Los primeros minutos del segundo tiempo fueron un calco del primer tiempo. Mucha intensidad a la hora de atacar y con muchísimas más ocasiones de gol que en el tiempo anterior. Uruguay estuvo mucho más cerca de convertir tanto, pero se encontraron con el arquero colombiano que desvío varias pelotas. Federico Valverde fue el comandante de estos ataques. El mediocampista del Real Madrid distribuyó y organizó muy bien las acciones ofensivas de su selección y es por él que los uruguayos tuvieron superioridad sobre los contrarios. Sin embargo, ni una ni otra selección lograron cambiar el 0.

Todo esto provocó que los directores técnicos buscaran soluciones en sus respectivos bancos de suplentes. Estas variantes cambiaron el rumbo del partido. Los colombianos comenzaron a ser mucho más superiores que su rival y fue Duván Zapata quien tuvo una de las ocasiones más importante del encuentro al cabecear el esférico, pero nuevamente Muslera fue quien le niega la oportunidad al delantero.

A falta de 15 minutos para el final, los jugadores cayeron nuevamente en ese juego de no ir a buscar el resultado y tratar de no arriesgar por el miedo de que le marcaran. Hubo una serie de acercamientos para cada una de las selecciones, pero ninguna puso a temblar a los arqueros Ospina y Muslera y es por eso que de nuevo el marcador terminó en 0 y se fueron a los penales.

Finalmente, y desde los 11 pasos , Colombia se quedó con el triunfo tras una actuación increíble de su arquero Ospina al atajarle los remates a José María Giménez y al lateral Matías Viña. Con este resultado, los colombianos pasaron una semifinal y esperan a su rival.