Cualquiera podría haber sido vencedor, pero la taquicardia que suscitan los once metros dejó a Italia como campeona. Nadie en la historia de las Eurocopas había vencido en dos tandas consecutivas hasta la Azzurra. El punto de penalti ha marcado los últimos pasos de la travesía que inició hace tres años cuando tocó la irrelevancia tras caer en la repesca y quedarse sin participar en el Mundial 2018. Desde entonces, la reconstrucción se ha ido edificando hasta llegar a Wembley. Primero en semifinales, donde fueron martirizados por España en un ejercicio de resistencia; y después en la final, desquitándose de las riendas inglesas para desde su bravura llegar a la tanda, la gestora de las emociones. Los penaltis la han hecho madurar en el sufrimiento y reinar en la incertidumbre.

Kane, a medio camino

Inglaterra salió con un 3-4-2-1 donde Harry Kane fue el elemento disruptor. El delantero del Tottenham se movió lejos de zona, lejos del yugo de Bonucci y Chiellini para recibir liberado, pensar, crear y poner a jugar a los suyos. Su obra arrancó en el minuto 2 con el gol de Shaw, donde descendió en izquierda para atraer y después lanzar a la derecha, el lado débil italiano, desde donde Trippier centró hacia el carrilero. Kane inició e ideó la jugada que culminó arrastrando Di Lorenzo en el área para que Shaw irrumpiese libre de marca. El capitán replicó el 'cargar en derecha para descargar en izquierda' en un primer tiempo desarrollado bajo su mando. Sus apariciones en medio campo daban superioridad y sus movimientos alimentaban a Sterling y Mount, que aceleraban el juego en los pasillos interiores dando vuelo a Trippier y Shaw.

Shaw celebra el 0-1 / FOTO: UEFA
Shaw celebra el 0-1 / FOTO: UEFA

La imaginación de Harry Kane dio poderío a la pizarra de Southgate, resguardada en la línea de presión que Rice y Kalvin Phillips componían. Los dos centrocampistas han sido la intensidad, el rigor, la seguridad y la omnipresencia en medio campo. Con pelota no crean escuela, sino que es sin ella cuando ofrecen garantías corrigiendo, tapando y encontrando los espacios que atacar. En la EURO su presencia y jerarquía ha sido decisiva para el desempeño inglés, y en la final, volvieron a imponerse como dos bastiones.

Kalvin Phillips controlando el balón / FOTO: UEFA
Kalvin Phillips controlando el balón / FOTO: UEFA

Sin embargo, Italia logró avivar su juego tras el descanso, fruto de la cesión de metros de Inglaterra y del intervencionismo de Mancini. El 9 se fue disipando porque él vive mejor lejos del área, pero no a una distancia que lo convierta en intrascendente. Los Three Lions cedieron y la Azzurra cogió el testigo.

El intervencionismo de Mancini

Italia se vio por primera vez en la EURO 2020 por debajo en el marcador. Su bloque medio favoreció las cosas a una Inglaterra que agitaba por dentro y revolucionaba por fuera. Como contra España, le costó defender la acumulación por dentro al perder la superioridad. Además, con Inmobile y Emerson restando más que sumando, sin el peso de su medio campo, y por ende, sin recursos e ideas, apareció Chiesa para abanderar la remontada. El futbolista de la Juve es un cañón competitivo que se lanza con tanta determinación como acierto hacia el área contraria. Imparable arrancando, aparecía en varias alturas para servir de apoyo o de salida, inventándose situaciones por pura voluntad y calidad. Obligó a Pickford a lucirse y a Inglaterra a doblar esfuerzos para intentar contenerle desde derecha o desde izquierda. Pasó al costado zurdo tras el descanso, reforzando 'el lado fuerte' de Italia para que Insigne fuese la referencia. Con Berardi estirando, Verratti con el timón y él dinamizando, Italia volvió a dominar. Solo una lesión muscular pudo frenar la arrolladora personalidad con la que Chiesa selló las bases de la victoria.

Chiesa supera a Rice en una carrera / FOTO: UEFA
Chiesa supera a Rice en una carrera / FOTO: UEFA

El equipo fue creciendo tras el ajuste de Mancini hasta encontrar en una jugada 'sucia' el gol. Bonucci empujó el tanto que terminó de encerrar a Inglaterra en su morada. Jorginho y Verratti encontraron su espacio para filtrar pases verticales que agrietaban a los Three Lions y que activaban el mecanismo de la Azzurra. La falta de iniciativa, la presión rival y el miedo a perder dejaron a Inglaterra cohibida y satisfecha con el paso a la prórroga, aunque en 96 minutos su bagaje quedase en cuatro remates, de los cuales fueron dos de Shaw, uno de Stones y uno de Maguire. ¿La culpa? Tanto de la propia Inglaterra como de dos mastodontes que han vencido en su batalla al reloj. Bonucci y Chiellini mostraron como el arte de defender no entiende de edades sino de la cualidad de sus intérpretes.

Chiellini y Bonucci celebran el 1-1 / FOTO: UEFA
Chiellini y Bonucci celebran el 1-1 / FOTO: UEFA

Prórroga insípida y penaltis frenéticos

Southgate solo había hecho dos cambios hasta la prórroga (Henderson y Saka) a pesar de su equipo pidiese a gritos cambios, frescura y clarividencia. La gestión de su talento ha sido uno de los grandes acertijos del torneo, pero su insistencia en su núcleo duro fue parte de su derrota. Dio entrada a Grealish, pero sin un planteamiento que lo motivase, Inglaterra no encontró ni un ápice de lucidez. El temor a perder pesó tanto en las dos selecciones, que ninguna se atrevió a ganar del todo, aunque Italia pusiese más fe en lo que hacía. A dos minutos, Sancho y Rashford, con la etiqueta de especialistas, salieron para lanzar.

Saka siendo consolado por Kane / FOTO: UEFA
Saka siendo consolado por Kane / FOTO: UEFA

El fútbol, caprichoso y oportunista, volvió a dejar en evidencia esta clase de cambios. Los dos fallaron frente a la grandeza de Donnarumma, que detuvo de un plumazo tres penaltis, el último a Saka, que con 19 años fue llevado a ostentar una responsabilidad desproporcionada. Pickford mantuvo con aire a Inglaterra deteniendo a Belotti y a Jorginho su respectivo lanzamiento, dando a la tanda el desenlace en forma frenesí que pedía esta EURO. Finalmente, el héroe fue el joven guardameta italiano, elegido MVP del torneo.

Donnarumma detuvo tres penaltis / FOTO: UEFA
Donnarumma detuvo tres penaltis / FOTO: UEFA

Italia se proclama campeona de Europa, bajo la certeza de un veinteareño bajo palos, el servicio de Bonucci y Chiellini, el arrojo de Chiesa, el sentido de Jorginho y Verratti y las directrices de Mancini.

Italia festeja su título / FOTO: UEFA
Italia festeja su título / FOTO: UEFA