La jornada 6 de la Premier League abrió el telón con uno de los duelos más determinantes para la lucha del título. El Manchester City, que dominó durante todo el encuentro a nivel táctico y en el césped, asaltó en Stamford Bridge a un Chelsea que no tiró a puerta, fruto de la gran labor defensiva de los skyblues.
Thomas Tuchel apostó por prescindir de los mediapuntas para cerrar los pasillos interiores al City. Jugadores como Mendy volvieron al once y otros como Werner tenían la oportunidad de romper los espacios con su agilidad a la espalda. Los blues salieron con Mendy; Reece James, Azpilicueta (c), Christensen, Rüdiger, Marcos Alonso; Kanté, Jorginho, Kovačić; Lukaku, Werner.
Por su parte, el técnico de Sampedor no reservó nada y recompensó el gran trabajo de Bernardo Silva con la titularidad, cuyas últimas actuaciones están siendo muy positivas. Los citizens saltaron al campo con Ederson; Walker, Rúben Dias (c), Laporte, Cancelo; Rodri, De Bruyne, Foden; Gabriel Jesus, Bernardo Silva, Grealish.
La superioridad del City en la primera mitad
El Chelsea comenzó a sufrir desde el inicio con la presión adelantada que ejerció el Manchester City. Sin embargo, los chicos de Tuchel se encontraban en un contexto cómodo en su bloque bajo, cediendo el balón e impidiendo avanzar por zonas interiores a los skyblues. Sin embargo, las cosas se empezaron a complicar en el minuto 28 con la lesión de Reece James, que tuvo que ser sustituido por Thiago Silva debido a una molestia en su tobillo.
Guardiola estudió cómo bloquear al Chelsea. Implantó un cerrojo sobre Jorginho y dejó a Rúben Dias la tarea de desconectar a Lukaku. Por su parte, el City seguía siendo el dueño del balón y encontró su principal recurso para asustar a Mendy en Kevin De Bruyne, que avisó un par de veces antes del descanso con sus disparos desde el balcón del área.
La imprecisión de la dupla atacante del Chelsea contrastó con una sólida zaga que no se fracturó en la primera mitad bloqueando todos los intentos laterales. El City no contemplaba otra opción debido a la imposibilidad de avanzar por los pasillos interiores con la presencia de Jorginho, Kanté y Kovačić en el centro del campo.
Gabriel Jesus recompensa la insistencia
El guion inicial de la segunda mitad no tuvo cambios con respecto a la primera. La intensidad seguía viva, con un City cuya insistencia fue recompensada en el 53' cuando Gabriel Jesus pudo romper el empate tras recoger un balón que quedó en el punto de penalti.
El brasileño gambeteó en el área sobre tres rivales y colocó el balón en el poste derecho de Mendy con un disparo que detuvo el tiempo en Stamford Bridge. Como una secuencia que avanza olvidando el resto.
El choque enloqueció tras el tanto 'citizen'
El Chelsea dio un giro de tuerca a su planteamiento y reaccionó de forma más agresiva y vertical al gol en contra. Tuchel adelantó el bloque intensificando las ocasiones en ambos lados. Esto lo aprovecharon los de Guardiola con las oportunidades de Grealish, que estuvo cerca de doblegar la ventaja con un latigazo que rozó el palo, y Gabriel Jesus, minutos después, aprovechando de nuevo un rechace de Mendy que despejó Thiago Silva en la línea.
Lo más cerca del gol que estuvieron los blues llegó con el tanto anulado de Lukaku a pase de Havertz, que entró removiendo los recuerdos de la última final de Champions. Sin embargo, las ocasiones seguían lloviendo desde el otro bando con un Mendy salvador para el Chelsea. El senegalés fue el verdugo de un Jack Grealish que no estuvo acertado de cara a puerta.
Con la desorganización del bloque del Chelsea abriendo aguas en la defensa, Guardiola decidió introducir en los minutos finales a Mahrez y Sterling para revolucionar el cansancio acumulado de los blues con su desborde. Aun así, el encuentro finalizó con la victoria del Manchester City que se tomó su revancha frente a un Chelsea que pecó de mordiente arriba.
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