Luego de superar por 5-0 a Andorra en la última jornada, Inglaterra llegaba a este partido con la posibilidad de dejar prácticamente sentenciada su clasificación al próximo Mundial de Qatar 2022, especialmente ante una Hungría que no participa de la máxima cita internacional desde México 1986.

Consciente de la importancia de este encuentro, Gareth Southgate alineó a su mejor once posible, sin guardar ningún nombre, incluyendo desde el inicio a Jack Grealish, Harry Kane y Raheem Sterling, además del joven Mason Mount, del Chelsea.

Llegado el momento del pitido inicial, todos esperaban ver qué pasaría con la parcialidad húngara, que en la pasada UEFA Euro 2020 desaprobó el ya tradicional reclamo contra el racismo que realizan los futbolistas ingleses antes de comenzar el encuentro. En esta ocasión, los futbolistas de Hungría señalaron el logo de ‘Respect’ que la UEFA presenta en las mangas de cada camiseta, pero sus aficionados comenzaron a abuchear este gesto.

La protesta de los ingleses contra el racismo | Foto: UEFA
La protesta de los ingleses contra el racismo | Foto: UEFA

Curiosamente, Hungría sufrió una sanción por parte de la UEFA debido al último choque entre estos dos equipos y los incidentes que hubo con la parcialidad húngara. En esta ocasión, nuevamente fueron protagonistas en medio de una pelea contra la Policía de Londres.

Tras la polémica, llegó el partido

Pasados esos incidentes, el partido comenzó con la primera chance para Inglaterra, un buen centro de Luke Shaw que Harry Kane desvió. Sin embargo, el defensor del Manchester United echaría por tierra el gran inicio de su equipo cuando, en busca de rechazar un balón dentro del área inglesa, levantó demasiado su pie y golpeó en el rostro a Loic Nego. El árbitro sancionó penalti y Sallai lo cambió por gol.

Había sorpresa en el Wembley Stadium con esa derrota parcial de los locales, pero Inglaterra conseguiría la igualdad a pocos minutos del cierre de la primera mitad. John Stones apareció para marcar el centro de Phil Foden y volver a anotar con la camiseta de los ‘Three Lions’ desde aquel doblete ante Panamá en el Mundial de Rusia 2018.

Los dueños de casa tranquilamente pudieron dar vuelta el resultado en las siguientes jugadas, con Jack Grealish y Raheem Sterling teniendo varias chances para esto, pero fallando a la hora de la definición. La más clara fue nuevamente de John Stones, con un remate de cabeza que se marchó casi rozando el poste derecho de Gulacsi.

Southgate decidió mover un poco el banquillo y enviar a Bukayo Saka para revolucionar un poco por la banda. El jugador del Arsenal logró buenas combinaciones con Harry Kane y una asistencia para Raheem Sterling, que obligó a una sensacional intervención del portero rival. Unos minutos más tarde, el propio delantero del Tottenham falló su ocasión, antes de ser sustituido por Tammy Abraham, de buen presente en Roma.

Pasaron y pasaron los minutos, Inglaterra tuvo sus chances, pero no logró capitalizarlas y el marcador acabó en empate. Concluido el encuentro, el propio John Stones reconoció estar “muy decepcionados con nuestra actuación. Pusimos la vara muy alta y hemos intentado recrear nuestras grandes actuaciones, pero hoy no fue una de esas noches. Estamos decepcionados, pero mostramos carácter y resiliencia para recuperarnos del 1-0 en contra. Hay mucho por mejorar, de esto se trata el fútbol”.

De esta forma, el equipo de Southgate definirá su clasificación al próximo Mundial en la siguiente doble jornada de Eliminatorias UEFA con dos partidos presumiblemente sencillos, ya que recibirán a Albania y luego viajarán a San Marino, que perdió los ocho encuentros y acumula un solo gol a favor y 32 en contra.

Por su parte, Hungría intentará cerrar su participación lo más alto posible, recibiendo a San Marino y luego viajando a Polonia en un duelo que puede ser muy importante, ya que los de Lewandowski y compañía buscan alcanzar los playoff.