El 2022 comenzó en la Premier League con un gran partido entre Liverpool y Chelsea, dos equipos que buscan darle pelea al Manchester City para quedarse con el trofeo de campeón esta temporada.
No sólo era un partido importante por el duelo entre dos equipos importantes de Inglaterra, sino por el contexto externo que padecen ambos equipo. El más importante: el conflicto entre Thomas Tuchel y Romelu Lukaku.
El delantero belga brindó una entrevista a medios italianos, donde se manifestó del cambio de sistema por parte del entrenador alemán y se sentía incómodo con el mismo, por eso no descartaba una vuelta al Inter. Esto provocó que el ex PSG lo dejara afuera de la nómina de este duelo tan importante.
Por el lado del Liverpool le toca padecer el brote de casos de Covid que padecen los equipos ingleses. Empezando por su entrenador, Jürgen Klopp; el portero Alisson, Joel Matip y Roberto Firmino, piezas claves en el funcionamiento del equipo. Más lesionados como Thiago, Divock Origi y sin la posibilidad de contar con Andrew Robertson.
No hay posibilidad de empates para ninguno de los dos si quieren seguir en la pelea, más allá de los problemas externos que, al momento del inicio del juego. El escenario era Londres, Stamford Bridge.
Primer tiempo de alto vuelo
Y lejos de desilusionar, el partido comenzó de alto vuelo. En apenas cinco minutos, Christian Pulisic tuvo la oportunidad de marcar el primer gol del encuentro, pero que, sin embargo, la reacción rápida y salvadora del joven portero Caoimhín Kelleher, con su mano le sacó el balón del pie y la posibilidad de anotar el primer tanto del partido.
En la respuesta rápida, un balón largo de Diogo Jota para Mané, enganchó ante la salida de Edouard Mendy y marcó el primer tanto del partido para darle la ventaja al Liverpool. A pesar de la venta del equipo de Klopp, el encuentro continuaba siendo intenso, presión por parte de ambos, y peligro para ambos porteros.
De todas formas, el equipo Red consiguió el segundo gol de la ventaja por parte de su mayor figura, Mohamed Salah, que volvió a recibir un balón largo de Trent-Alexander-Arnold, el egipcio encontró su espacio y, cuando parecía que iba a tirar el centro, sacó un remate al poste de Mendy y marcó el segundo tanto del encuentro.
Y, cuando todo parecía que era todo en favor del equipo visitante, el dueño de casa comenzó a reaparecer. A los 40 minutos del primer tiempo, desde un saque de esquina, Caoimhín Kelleher, logra desviar ese balón, pero en el rebote le queda para Mateo Kovačić que no dudó y sacó un excelente disparo para dejar sin posibilidades al portero juvenil y marcar el descuento.
Pocos minutos más tarde de su reacción, un error en la salida de la visita, Salah no logra contener lo que permite realizar un contraataque veloz para los Blues, con una asistenci de N'Golo Kanté le permitió quedar sólo ante el portero a Christian Pulisic y puso el 2-2 en el cierre de la primera parte.
Sin diferencias en el segundo tiempo
Lejos de conformarse con la igualdad, tanto Liverpool como Chelsea fueron en búsqueda del gol del triunfo, a pesar de que no lo pudieron conseguir. La intensidad y la presión con la que se jugó en el primer tiempo, se mantuvo en el segundo, más allá de que la puntería no se hizo presente.
Tanto Diogo Jota como Salah quedaron dos veces sólos mano a mano en el sector izquierdo frente a Mendy, pero ambos remates cruzados se fueron apenas desviados. La clave en el Liverpool paraceía estar en los balones largos para quedar ante el portero.
El Chelsea intentó por todos lados vencer la valla de los de Klopp, pero los caminos conducían lejos de la portería y, sino, el que aparecía era el juvenil Kelleher para brindar la seguridad bajo los tres palos en reemplazo de Alisson.
Sin tiempo para más, tanto Liverpool y Chelsea sumaron una unidad, por lo que cada vez están más lejos del City que sí pudo ganar de forma agónica ante el Arsenal. Los de Tuchel son escoltas con 43 puntos, a 10 del líder, mientas que los Reds se encuentras terceros con 42 puntos, a pesar de que tienen un partido menos.