La figura de capitán es el mayor estandarte que posee una plantilla. Mucho más que la estrella, incluso más que el entrenador. Y en un club que ha ido en auge como el Chelsea sobresale precisamente por esta difícil tarea. El afán de César Azpilicueta, siempre detrás de cámara, siempre infravalorado, ha sido una de las guindas que ha coronado el pastel blue esta última década. ''Con 11 Azpilicuetas podríamos ganar la Champions'', decía José Mourinho. No lo pudo explicar de mejor forma. 

Sin embargo, la sanción a Roman Abramovich, expropietario del Chelsea, ha incendiado el entorno de aquellos jugadores que quedan libres en junio. Entre ellos se sitúa el protagonista de este artículo, y es que el navarro, vinculado a equipos en España como el Barça o el Atlético de Madrid, tiene la posibilidad de ampliar su contrato sin su propia aprobación.

Los pasos previos a Londres

Azpilicueta debutó en LaLiga española con apenas 17 años. Lo hizo en un escenario como el Santiago Bernabéu, delante de todo un Real Madrid el 8 de abril de 2007. No obstante, Ziganda ya le había dado minutos en Copa del Rey. 

Ya en 2010 alcanzó los 100 partidos con Osasuna, sin haber cumplido los 21 años. Todo esto llamó la atención de un Olympique de Marsella que ese mismo año se llevó los servicios de un joven jugador, incansable y guerrero. Seis millones de euros que, en su momento, podían parecer mucho por un futbolista procedente de Navarra. En Francia levantó sus primeros títulos como profesional: dos Supercopas (2010 y 2011) y dos Copas de la Liga (2011 y 2012).

Sin embargo, esta historia no es un camino de color rosa. Uno de los mayores temores de un futbolista marcó un punto de inflexión en la carrera del navarro. Azpilicueta se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un encuentro ante el Montpellier. Seis meses de baja, un calvario del cual salió más fuerte que nunca.

Hay que tener mucha fuerza de voluntad para convertirte en uno de los mejores laterales del mundo tras salir de una lesión de dicha magnitud. 

Azpilicueta debutó en el Santiago Bernabéu / Foto: Getty Images
Azpilicueta debutó en el Santiago Bernabéu / Foto: Getty Images

La llegada al Spanish Chelsea

César Azpilicueta llegó al conjunto londinense el 24 de agosto de 2012 por nueve millones de euros, en un verano movido en lo que a fichajes se refiere tras la reciente Champions League conseguida frente al Bayern Múnich. Una etapa de transición en la que Didier Drogba salió y Frank Lampard se encontraba en el epílogo de su carrera, mientras que otras leyendas como Azpilicueta o Eden Hazard comenzaron a forjarse. 

El canterano de Osasuna vivió una década mágica en Londres. Nueve títulos en total, sale a casi uno por temporada. 2x Premier League (2014/15, 2016/17), 2x Europa League (2012/13, 2018/19), 1x Carabao Cup (2015), 1x FA Cup (2017/18), 1x Champions League (2020/21), 1x Supercopa Europa (2021/22), 1x Mundial de Clubes (2022). 

10 años le han concedido un hueco en la historia del Chelsea. 464 partidos, 16 goles y 56 asistencias que se traducen, más allá de los datos, en la figura de un jugador que quedará en el recuerdo de todo aficionado blue

Hazard y Azpilicueta llegaron en 2012 al Chelsea / Foto: Gettty Images
Hazard y Azpilicueta llegaron en 2012 al Chelsea / Foto: Gettty Images

¿Hay realmente oportunidad para salir?

La sanción a Abramovich no solo ha congelado sus activos, sino que sus jugadores también se han visto afectados. César Azpilicueta, Andreas Christensen o Antonio Rüdiger finalizan contrato en junio de 2022 y actualmente quedará por resolver si estas sanciones afectarán también al futuro de estos defensas. 

En el caso del central y capitán del conjunto londinense, objetivo principal del Barça de cara a la próxima campaña, el Chelsea tenía una opción en su contrato por la que podía alargar su vinculación una temporada más si llegaba a disputar un número determinado de partidos. En consecuencia, Azpilicueta podría seguir siendo jugador del Chelsea si se aplica dicha cláusula unilateral de renovación, pero el factor importante aquí es que esta no requiere del consentimiento del jugador para aceptarla. Por tanto, el futuro del navarro no dependería necesariamente de él mismo, algo extraño. 

Lo que está claro es que el canterano de Osasuna tiene la intención de permanecer en Londres, pero la situación se ha demorado hasta el punto de iniciar conversaciones con el Barça. Y es que vive un momento muy dulce pese a cumplir 33 años en agosto. Es el cuarto jugador con más minutos de la plantilla y, además, una gran variante para Thomas Tuchel como parche en defensa. 

Azpilicueta, ¿rumbo a Barcelona? / Foto: Getty Images
Azpilicueta, ¿rumbo a Barcelona? / Foto: Getty Images
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