Tras el triunfo por 2-0 del Borussia Dortmund en la apertura de esta 29ª jornada de la Bundesliga, el Bayern Múnich saltaba al campo de juego del Allianz Arena para recuperar el terreno perdido y continuar su camino hacia un nuevo título de liga.
Julian Nagelsmann apostó por el tradicional 4-2-3-1 con Neuer en portería; Pavard, Nianzou, Upamecano y Richard en la línea defensiva; un doble mediocampo central con Kimmich y Goretzka, dejando a Thomas Müller más adelantado, el inoxidable Robert Lewandowski como delantero y el aporte en bandas de Gnabry y Leroy Sané.
Del otro lado, Markus Weinzieri buscó contrarrestar con un 4-4-2 clásico, intentando mantener a raya las embestidas del Bayern Múnich y conseguir así la sorpresa como hace solo unos meses atrás, el pasado 19 de noviembre, cuando en el WWK Arena, el Augsburgo rompió con cualquier pronóstico y venció 2-1 a los dirigidos por Nagelsmann.
Un inicio muy luchado
Los primeros minutos en el Allianz Arena entregaron un partido muy detenido por las constantes faltas que se daban, especialmente del lado del Augsburgo, que intentaba cortar rápidamente con las conexiones del local. Apenas pasado el primer cuarto de hora, llegó la primera chance clara para el Bayern Múnich, con un remate de Joshua Kimmich que se perdió muy cerca del poste derecho.
Sin embargo, el Augsburgo también tendría su oportunidad de abrir el marcador. Rubén Vargas probó suerte con un remate desde afuera del área, el cual se marchó alto y desviado, lejos de la portería defendida por Manuel Neuer. De ahí en adelante, poco hubo para rescatar durante el resto del primer tiempo, nuevamente con muchas interrupciones y apenas tímidas aproximaciones hacia ambas áreas.
En marcha el complemento, Nagelsmann decidió darle otro aire al ataque bávaro con Jamal Musiala reemplazando a Serge Gnabry. Los locales comenzaron a ganar en el espacio aéreo, con dos chances consecutivas para inaugurar el tanteador por esa vía. Sin embargo, la leve diferencia que mostraba el Bayern Múnich no lograba traducirse en el marcador y las aproximaciones de los visitantes lucían cada vez más peligrosas como para repetir la sorpresa del duelo de la primera ronda.
Llega el esperado gol
Los minutos pasaban y pasaban, el último cuarto de hora se aproximaba y, cuando todo hacía pensar que el resultado quedaría en un discreto empate, apareció el que nunca falta: Robert Lewandowski. Un centro desde la izquierda acabaría en una revisión del VAR por supuesta mano, convalidada por el árbitro del encuentro, quien sancionó penalti a favor del Bayern Múnich, a solo diez minutos del final.
Como no podía ser de otra manera, el delantero polaco fue quien se encargó de ejecutar la pena máxima, cambiándola por gol y dándole al local la ventaja que se convertiría en el resultado final. Poco quedó para agregar en los minutos finales y el conjunto de Julian Nagelsmann se quedó con tres puntos que debió sudar más de la cuenta para conseguirlos, aunque logró quitarse la espina de aquel 2-1 en contra en la primera rueda.
De esta manera, el Bayern Múnich se mantiene en la primera posición, a 9 puntos del Borussia Dortmund, su escolta inmediato y único con alguna chance de disputarle el liderazgo de la Bundesliga. El FC Augsburgo, por su parte, queda en el 14º escalón de la tabla, con 32 unidades, intentando asomar la cabeza de la zona de descenso, donde se encuentran comprometidos otros equipos como el Stuttgart, Arminia Bielefeld, Hertha Berlin y el prácticamente descendido Greuther Fürth.
Los dirigidos por Nagelsmann volverán a saltar al campo de juego el próximo martes 12 de abril, también en el Allianz Arena, donde estarán recibiendo al Villarreal por la vuelta de los cuartos de final de la UEFA Champions League. Vale recordar que el conjunto español logró una ventaja de 1-0 en la ida, por lo que se puede esperar un partido emocionante, donde los bávaros buscarán revertir ese resultado y alcanzar las semifinales.