No hubo suerte en Champions
Aunque de los dieciséis equipos que participaron en los octavos de la Champions League, había tres italianos, ninguno de ellos consiguieron clasificar a cuartos. La Lazio tuvo un mínimo de esperanza cuando le ganaron en Italia al Bayern de Múnich, sin embargo la alegría les duró poco ya que en el encuentro en el Allianz Arena fueron aplastados por Harry Kane y compañía por tres goles a cero. El Nápoles tuvo la suerte de que el FC Barcelona estuvo fallón en el Diego Armando Maradona y el choque finalizó con empate a uno. En la vuelta en España los de Xavi Hernández jugaron un fútbol muy serio se llevaron la eliminatoria con un 4-2 en el global. El partido más ajustado para un club italiano fue sin duda el Atlético de Madrid-Inter de Milán. En la ida los del Pipo Inzaghi supieron convertir sus ocasiones y se fueron al Cívitas Metropolitano con una ventaja de uno a cero. El equipo neroazurri tenía todo a favor para clasificarse a los cuartos y más con el 0-1 de Federico Di Marco, sin embargo el equipo colchonero en su estadio es duro y consiguieron forzar la prórroga con goles de Antoine Griezmann y Memphis Depay, y finalmente se llevaron la eliminatoria en la tanda de penaltis, con un Jan Oblak fantástico que detuvo dos de las cuatro penas máximas que le tiraron.
Liverpool-Atalanta, choque de trenes
En el sorteo de los cuartos de final de la Europa League se inició con bola del Liverpool de Jurgen Klopp y la de la Atalanta de Gian Piero Gasperini. Partido muy interesante viendo que, ya que es su último año allí, el técnico alemán querrá ganar todos los títulos posibles antes de su adiós. Por su parte, la Atalanta llega de pasar una eliminatoria muy complicada, venciendo al Sporting de Portugal (líder de la liga de Portugal) del delantero de moda en Europa: Viktor Gyokeres. El conjunto inglés parte como claro favorito para pasar a semifinales de la competición, pero hay un factor que les puede dar la clave a los italianos: la ida se disputará en Anfield y la vuelta en el Gewiss Stadium. Como ya hizo ante los portugueses, el equipo de Lombardia supo remontar en su feudo a pesar de comenzar por debajo en el luminoso con un gol de Pedro Gonçalves. El encuentro finalizó con un 3-2 en el marcador global para los italianos. Las únicas dos veces que la Dea y los Reds se vieron las caras fue en la fase de grupos de Champions League en 2020, ganando el Liverpool en Italia por 0-5 y perdiendo para sorpresa de muchos en Anfield ante la Atalanta por un resultado de cero a dos.
Roma-Milan, duelo de italianos
Y en el otro lado del cuadro salieron una detrás de otra las bolas de los dos equipos italianos restantes, dejándonos un precioso Roma-Milan en cuartos de la Europa League. El conjunto dirigido por Stefano Pioli llegará sin tener que preocuparse por la Serie A, pues tiene la clasificación a Champions League bastante asegurada y sin opciones reales de ganarle el Scudetto al Inter de Milán. Todo lo contrario es la situación de la Roma, pues está en esa apretada lucha con Bologna, Atalanta y Nápoles por ver quien se lleva la cuarta plaza y se gana el derecho a participar en la Champions League la temporada siguiente. A esto se le suma la lesión de sus dos estrellas, Romelu Lukaku y Paulo Dybala, que volverán ambos sobre mediados del mes de abril. Puesto que el papel de la scuadra rossonera salió antes, la ida se jugará en el Giuseppe Meazza y se decidirá todo en el Stadio Olímpico di Roma.En el contexto de la Serie A, se han producido dos enfrentamientos entre los estrategas Stefano Pioli y Daniele De Rossi, con la particularidad de que en uno de esos duelos el equipo de De Rossi estaba bajo la dirección técnica de José Mourinho. En ambas ocasiones, los vientos de la fortuna soplaron a favor del conjunto milanés, que emergió victorioso en ambas contiendas, evidenciando su dominio y superioridad en el terreno de juego ante la Roma y sus distintos entrenadores.
Conference League, la esperanza de la Fiore
Y por último se juega la UEFA Conference League un apasionante Viktoria Plzen-Fiorentina por un puesto en semifinales de dicha competencia. El equipo italiano viene de pasar sufriendo una barbaridad ante un muy buen Maccabi Haifa. El equipo israelí se quedó a un solo gol de igualar la eliminatoria y forzar la prórroga. En términos de competición local, el conjunto dirigido por Vicenzo Italiano no tiene opciones reales de clasificar a puestos europeos vía Serie A (como mucho arrebatarle la sexta plaza a la Atalanta, con los cuales tienen un partido pendiente, y eso les daría derecho a jugar la fase previa de la Conference League) se queda un panorama en el que la Fiorentina debe tomarse esta competición muy enserio para optar a jugar la Europa League la temporada que viene. El único equipo que podría arrebatarle el trofeo de las manos sería el Aston Villa de Unai Emery, que sin embargo si que prioriza la Premier League antes que competencias europeas pues tienen chances reales de entrar en Champions League ni más ni menos. Por su lado, el equipo checo no consiguió marcarle ni un gol en 180 minutos a su rival de octavos: el temido Servette suizo. Ambos partidos terminaron empate a cero y los checos se impusieron en penaltis. A ninguno de los dos equipos se les da realmente bien las grandes noches europeas, pero el factor determinante es que el partido de vuelta se jugará en el Artemio Franchi, feudo de la Fiorentina en el que este año sólo ha sido derrotado en tres ocasiones.
